Actuación

El feliz encuentro en 'Playeras' de Javier Galiana y Rosario Toledo

  • Los artistas gaditanos junto a la chelista catalana Alba Haro presentan un proyecto conjunto este viernes 10 de diciembre en el Teatro del Títere

Rosario Toledo y Javier Galiana, hace unos días en Cádiz.

Rosario Toledo y Javier Galiana, hace unos días en Cádiz. / Lourdes de Vicente

De Huerta del Obispo, “¡de la misma acera!”, y el músico Javier Galiana y la bailaora Rosario Toledo han tenido que dar infinidad de volteretas por el mundo, y volver, para, por fin, encontrarse. Un feliz encuentro, cómo no, para dos gaditanos si es una playa... “Sí, yo creo que Playeras es al final un lugar nuevo, un sitio que hemos construido en común, donde ni ellos tocan para mí ni yo bailo los temas”, asegura la artista sobre la propuesta que comparte con el pianista y la chelista catalana Alba Haro que se podrá ver en el Teatro del Títere el próximo 10 de diciembre.

Un proyecto compartido que en Galiana satisface dos apetencias, “la de trabajar con Alba”, a la que conoce desde su época de estudiante en la prestigiosa Esmuc de Barcelona, y el de embarcar en su aventura a Toledo, en quien se fijó en Me encuentro, la pieza de video danza que la bailaora presentó a principios de este año.

“Es que todo esto arranca porque yo había escrito una musiquita inspirada en distintas playas. Estas cosas que uno hace como cuando está cocinando, ¿no?, que guisa y reserva. Así que eso que tenía ahí, más una ayuda a la creación que me concedieron, fue la excusa para hacer lo que quería hace tiempo, que era trabajar con Alba, y de ahí salió un disco, Douze flâneries sour plages, una cosa muy fina y sofisticada que había que titular en francés porque ni el inglés estaba a la altura, que grabamos en enero de 2021”, explica con la guasa marca de la casa el músico y compositor que “poco después” asistió a la presentación de Me encuentro, “el cortometraje de Rosario que dirigió Ana Solinís que al nada vino a grabarnos un vídeo del disco y fue ahí, en uno de los cortes, que Alba dijo qué bonito estaría esto bailado... Y Ana nos dijo que llamáramos a Rosario... Y yo pensé, ¡anda ya, cómo voy a llamar a una flamenca de pro si yo soy un pianista de patinillo!”...

Rosario Toledo y Javier Galiana. Rosario Toledo y Javier Galiana.

Rosario Toledo y Javier Galiana. / Lourdes de Vicente

Tesquiyá”, corta entre risas la aludida virando así la entrevista a una conversación desordenada, divertida y sincera que denota todo el feeling y la luz que desprende el dúo creativo. “Bueno, y no te digo nada cuando está Alba, yo había momentos que creía que me iban a apartar a mí del proyecto”, jura Galiana.

Una exageración que, a su modo, abraza cierta verdad. Y es que en los albores de los ensayos, en La Aceitera, el centro de creación de Rocío Molina, Galiana se lesionó una vértebra cargando con el piano con lo que Toledo y Haro, “aparte de cuidarme mucho”, tuvieron que “trabajar solas buena parte del tiempo”, reconoce. “Hombre, y en cierta manera, eso hizo que nosotras, que no nos conocíamos de nada, pudiéramos encontrar también nuestro sitio común y eso se nota mucho en el resultado. Alba es que es para comérsela también”, alaba Toledo que, además, tiene palabras de agradecimiento para Pedro G. Romero, con quien la bailaora ha elaborado el repertorio de Playeras, y para Marco de Ana, mi soporte coreográfico, “un austríaco más andaluz que tú y que yo” que la ha ayudado “muchísimo” a la hora de pulir las interpretaciones de una obra en la que hay “mucha guasa y mucho personaje”. “En el emplatado”, remata Galiana la metáfora culinaria con la que explicaba la génesis del proyecto.

Una propuesta escénica que no se basa en la traslación musical del disco, puesto que la música de Playeras es “una trufa entre esas playas del disco y unos seis o siete temas así experimentales que Alba y yo grabamos aprovechando los días de estudio; y ya Rosario y Pedro G. licuaron todo esto e hicieron una especie de narrativa”, especifica.

La bailaora Rosario Toledo y el músico Javier Galiana. La bailaora Rosario Toledo y el músico Javier Galiana.

La bailaora Rosario Toledo y el músico Javier Galiana. / Lourdes de Vicente

“La verdad es que Javier ha sido muy generoso y nos ha dejado hacer lo que nos ha dado la gana con cada tema y poner mi parte creativa-flamenca para montar esta historia que tiene tres partes. La primera, que es sobre las playas de fuera; el intermedio que es la parte más dramática donde iría un poco lo que es fuera de las playas; y el último cuadro donde nos metemos de Tarifa para acá” , enumera Toledo que precisa que junto a Romero han elaborado “una línea narrativa pero, sobre todo, musical y coreográfica, más que dramatúrgica” y que, de hecho, la puesta en escena, que cuenta con el diseño de vestuario de la gaditana Ana Barla, “está más acorde con la idea de trío de jazz”. “Se trataba de construir un lugar donde los tres hablásemos con nuestro propio lenguaje pero consiguiéramos comunicarnos y enriquecernos”.

En ese sentido, Toledo adelanta que su idioma, el flamenco, está “muy presente” aunque no se ha cerrado “a todo ese abanico” que se despliega en escena. “El repertorio es como un pavo real”, ríe la chispeante creadora que se ha “alimentado mucho” de la manera de trabajar de Galiana y Haro. “Lo suyo es eso, dejar grietas abiertas al no sé qué va a pasar, ese territorio donde no queda otra que escucharse”, completa Galiana que asegura que no sólo en el proceso creativo, sino que aún para la vista pública, se ha dejado sitio para ese lugar en los límites que es la improvisación.

“Porque en este recital jazz, que dice Rosario, ella baila pero también es músico de la banda, a veces es nuestra percusionista”, explica el pianista sobre los pies de Toledo que, además, sonarán de diferente forma ya que en Playeras se calza diferentes zapatos. ¿Baila en playeras? “Ya te digo... Las sugerencias de Pedro...”, certifica la artista “muy contenta” con el resultado “sonoro y percusivo” de la propuesta, al que Galiana también suma la capacidad improvisadora de Haro y el interés de ambos por indagar “en lo que se llama en improvisación técnica extendida” (sonidos de tu instrumento que no son propios de él).

“Mira esto también tiene mucho de chirigota de Selu –resume el director musical de, precisamente, El Selu. El Musical– porque cada playa tiene su ecosistema y su personaje”. “Y eso ha sido lo más difícil para mí, darle a cada tema su interpretación, su movimiento, sus gestos”, le sigue Toledo “deseandito”, como su compañero, de que llegue el día 10 para estrenar en casa.

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