MIKEL ERENTXUN | CANTANTE

“Soy un artista difícil de definir en el panorama actual”

  • Mikel Erentxun se presenta hoy en el Stay Alive by Fairplay de Benalup con un recital acústico

  • Dará a conocer el disco ‘El último vuelo del hombre bala’

El cantante y compositor vasco Mikel Erentxun forma parte del ciclo de conciertos Stay Alive by Fairplay

El cantante y compositor vasco Mikel Erentxun forma parte del ciclo de conciertos Stay Alive by Fairplay / ARIZMENDI

–Actúa hoy en el escenario del Stay Alive de Benalup-Casas Viejas. Por allí ya han pasado Modestia Aparte y lo harán también Revólver y La Unión. ¿Diría que hay una nostalgia por los 80 por parte del público?

–Sí que existe. Se juntan varias cosas. Hay una mirada hacia atrás para reivindicar tiempos pasados y, por otra parte, eso anima a que estas bandas estén de actualidad. Yo no me identifico con eso. Pertenezco a esa generación porque arranqué de ahí, pero me gusta seguir avanzando, haciendo discos nuevos. En el concierto de Benalup voy a presentar mi último álbum aunque caerán canciones de otras épocas. No renuncio a mi pasado pero no soy un artista que viva de nostalgias.

–Ese nuevo trabajo se titula El último vuelo del hombre bala. ¿Qué podremos disfrutar en el espectáculo de esta noche?

–Estoy haciendo poquísimos conciertos en formato básico ya que el álbum es bastante eléctrico y hay que defenderlo con banda. Esta noche voy yo solo con mis instrumentos y habrá canciones del último disco y un pequeño recorrido por la trilogía grabada en Cádiz con el productor Paco Loco. Ese va a ser el eje principal y con el que más me identifico, aunque como decía también habrá momento para la nostalgia. Hasta el año pasado hacía mucho este formato, me gusta. Este año opté por no hacerlo por criterio personal pero en Benalup me apetece porque el lugar lo merece. Siempre me ha recibido muy bien.

–Lo del hombre bala ¿es porque sigue corriendo riesgos como artista siendo fiel a sí mismo?

–El hombre bala soy yo, evidentemente. Me siento un artista difícil de definir en el panorama musical actual. No me identifico casi con nada, para lo bueno y para lo malo. Voy a contracorriente, también en el método de grabación analógico. Esto me diferencia del resto de cosas que suenan en la radio, pero tampoco voy a descubrir la pólvora. Con el disco he hecho cosas que no había hecho hasta ahora, he ido a sitios donde no había estado. Paco Loco ha sido una pieza fundamental en ello.

–Como decía usted, este último álbum viene a completar una trilogía -junto a Corazones y El hombre sin sombra- grabada en tierras gaditanas con el productor Paco Loco. Supongo que se habrá dejado caer por aquí bastantes veces durante su carrera.

–En los 90 vine en algún viaje a tocar a Tarifa y volví enamorado de esta tierra. En el 98 incluso le dediqué una canción, Cádiz. Es una tierra recurrente aunque situada en las antípodas del País Vasco, geográficamente hablando. Pero tenemos mucho que ver, estamos más unidos que separados. Cádiz es un paraíso, una tierra maravillosa que no está sobreexplotada como el Mediterráneo, me encanta su viento y se come de lujo. Es difícil explicar por qué se quiere a una tierra concreta. Durante muchos años veraneé con mi familia en Zahara de los Atunes y toco mucho por aquí últimamente, aunque en este viaje relámpago no va a ser posible disfrutar de Cádiz.

Mikel Erentxun: 'La vereda'

–¿El gusanillo de irse de gira, de grabar un disco o de componer sigue intacto o cambia de alguna manera con los años?

–Sigue intacto afortunadamente y eso es posible por lo que te comentaba, por no vivir de rentas. Quiero que cada disco sea mejor que el anterior. Tras más de 25 álbumes desde Duncan Dhu la emoción es la misma. Aún tengo la presión del último disco encima y salió hace dos meses, los nervios, la reacción de la gente. Me sigue poniendo muchísimo grabar y ya tengo ideas para un nuevo disco. Me encanta mi oficio y poder vivir de lo que más me gusta.

–¿Y no siente el gusanillo de rescatar a Duncan Dhu para gloria de sus seguidores?

–A veces es cierto que entra ese gusanillo pero si yo soy radical con el tema de la nostalgia, Diego (Vasallo) lo es aún más. Digamos que la puerta de Duncan Dhu no está cerrada del todo pero casi. Con Diego tengo una relación personal cotidiana pero creo que no nos juntaríamos para cantar otra vez Cien gaviotas. Sí nos juntamos hace cuatro años alrededor de un nuevo trabajo, un mini LP llamado El duelo que nos llevó a la carretera. No tenemos plan de grabar nada, Diego está con su nuevo disco y yo con el mío. Eso no quiere decir que en el futuro no lo haga.

–¿Por qué canción o disco se le recordará?

–Mal que me pese, para bien o para mal, con Cien gaviotas, que se publicó en nuestro segundo disco, en el 86. Al final son canciones que el tiempo convierte en himnos y da igual que hagas mil discos más después, siempre vas a ser recordado por ellas. No es algo sobre lo que yo pueda hacer nada.

–¿No le da la sensación de que al sintonizar una radio musical ha escuchado usted esa canción mil veces antes?

–A mí la radio me encanta pero las radios musicales son bastante aburridas. A lo mejor es porque tengo ya una edad, pero lo que vende es un tipo de música que me interesa más bien poco. Soy una especie en extinción, hago música para minorías que para mí son enormes, gigantes. Me interesa aquella en la que las melodías, la producción, el sonido son importantes, música con cierto clasicismo. Es difícil que enganche a la juventud, lo vivo con mis hijos. Escuchan su música pero tienen su dosis de asignatura obligatoria. Conocen a Dylan, The Beatles o AC/DC.

–¿Qué nos recomendaría para escapar de ese tedio?

Vetusta Morla, Iván Ferreiro o Bunbury me gustan mucho. También Morgan, Viva Suecia y Miss Caffeina. Hay que saber buscar las emisoras de radio interesantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios