Cultura

Un Zurbarán del Museo se pone a punto en el IAPH antes de viajar a Italia

  • 'La Porciúncula' se someterá a un tratamiento en Sevilla antes de exponerse en una muestra itinerante sobre la figura del gran pintor barroco del siglo XVII en Ferrara y Bélgica

La Porciúncula, obra que Francisco de Zurbarán pintó a principios del XVII para el Convento de Capuchinos de Jerez, sale del Museo de Cádiz, en cuya colección estable entró a formar parte en 1835. Sale con rumbo a Sevillla, al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, donde será puesta a punto antes de exponerse a nivel internacional, en una muestra temporal itinerante que sobre la figura del gran pintor del siglo XVII tendrá lugar en Ferrara, en el norte de Italia, y en Bélgica, bajo el título Francisco de Zurbarán (1598-1664).

La obra, la pieza de mayor tasación que ha estado en el IAPH, se someterá a un tratamiento preventivo de cara a la exposición que se desarrollará del 14 de septiembre al 6 de enero de 2014, en la Galleria d'arte moderna e contemporanea de Ferrara, y del 29 de enero al 25 mayo de 2014 en el Palais des Beaux-Arts de Bruselas.

La intervención de conservación ha sido encargada por Ferrara Arte y el Palais des Beaux-Arts de Bruselas, entidades organizadoras de la muestra. Una vez que concluya dicho tratamiento, la obra permanecerá en las instalaciones del Instituto hasta que salga de España para la exposición internacional.

La muestra será comisariada por el conservador del Museo de Bellas Artes de Sevilla, Ignacio Cano, y permitirá conocer las distintas etapas en la pintura de este maestro del Barroco, a través de 50 lienzos. Entre ellos figurará La Porciúncula, que formará parte de la sección expositiva dedicada a los encargos que realizaron al pintor varias órdenes monásticas.

La pintura, datada entre 1630 y 1640, procede del convento de los capuchinos de Jerez y forma parte de la colección estable del Museo de Cádiz desde principios del XIX. Representa la visión de San Francisco de Asís en la capilla de la Porciúncula, la aparición de la Virgen y Cristo en la que San Francisco recibe las normas que le servirían para redactar la segunda Regla de la orden franciscana.

La composición de la obra pictórica aparece dividida en dos: la zona inferior, una visión terrenal y arquitectónica de la iglesia, en la que San Francisco aparece mostrando sus estigmas, arrodillado y rodeado de rosas convertidas en zarzas, y la parte alta en la que se representa un rompimiento de gloria que inunda de luz y colorido a la escena. Una pieza para la que Francisco de Zurbarán se inspiró en el grabado de Federico Barocci, con fecha de 1581. Se ha comparado con La aparición a San Alfonso Rodríguez del Museo de la Academia de San Fernando en Madrid, que firmó en 1630.

Se trata de una obra genuinamente barroca en la que el artista de Fuente de Cantos demuestra su capacidad para definir volúmenes, texturas o la incidencia de la luz.

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