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Paco Bezerra | Dramaturgo

“Teresa ha sido símbolo de todo lo contrario que ella defendió”

El dramaturgo almeriense Paco Bezerra.

El dramaturgo almeriense Paco Bezerra. / Rafa González

El dramaturgo Paco Bezerra (Almería, 1978) comenzó a interesarse por la figura de Santa Teresa de Jesús cuando recibió un encargo desde Ávila para la celebración del quinto centenario del nacimiento de la religiosa y escritora española. Aquel encargo no fructificó, pero Bezerra había empezado ya a indagar en la vida y la obra literaria de la santa y, unos años más tarde, escribió Muero porque no muero, el texto dramático con el que consiguió el Premio Jardiel Poncela de la SGAE en el año 2021. La lectura dramatizada de esta obra acude esta noche al Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz (FIT) en lo que será, a las 20.00 horas, el primer espectáculo de la 38 edición del festival que se celebra en las tablas del Gran Teatro Falla de la capital. Una de las obras más esperadas de este FIT que viene precedida de la polémica creada por su desprogramación en los Teatros del canal de Madrid, un acto de “censura política” sobre el que el autor da su rotunda visión en esta entrevista en la que, además, desvela algunas de las claves de un texto que reunirá en el escenario gaditano a cuatro actrices de postín: Julieta Serrano, Enma Suárez, Gloria Muñoz y María León, bajo la dirección del artista argentino Matías Umpierrez.

–¿Qué es ‘Muero porque no muero’, la lectura dramatizada sobre Santa Teresa que trae al FIT gaditano?

–Surge como consecuencia de que la obra no pudiera representarse porque fue desprogramada de los Teatros del Canal, en Madrid, por una decisión política. Nos censuraron desde el gobierno autonómico del Partido Popular y no pudimos producirla. Además de quitarnos el dinero que nos habían concedido, le devolvieron a Europa el dinero de un premio, al que ellos mismos nos habían presentado, y que habíamos ganado. Nos lo quitaron todo y luego nos dieron una patada. Después de aquello, empezaron a llamarme para pedirme la obra, pero la obra como tal no existía porque justo nos habían quitado el dinero para que no la pudiéramos hacer.

–Surgió entonces la lectura del texto como tal.

–La primera lectura se hizo en Madrid, en la sala Berlanga de la SGAE, y se convirtió en un acto de denuncia contra la injerencia política en la cultura. La interpretaron Ana Belén, Gloria Muñoz, Nathalie Poza, Aitana Sánchez-Gijón y Julieta Serrano; y acudieron a apoyarnos Pedro Almodóvar, Luis García Montero, Marisa Paredes, Elena Anaya, Asier Etxeandia, Goya Toledo, Álvaro Cervantes, Macarena García, Jorge Suquet, María Adánez, Mónica García, Rita Maestre, Luis Luque, Irene Pardo, Alfredo Sanzol, Ignacio del Moral, Jesús Cimarro, Javier de Dios y muchos más.

–¿La representación de hoy en el Falla será la primera vez que se hace en un teatro grande?

–Sí, después de la SGAE, la hicimos en la antigua cárcel de Segovia, y ahora, en el FIT, la primera vez que la representamos en un teatro teatro.

–El grupo de actrices cambia en parte: ¿enriquece este aspecto la lectura dramatizada?

–Van cambiando las actrices porque trabajan tanto que no podemos contar con todas a la vez. Por ejemplo, ni Ana Belén ni Julieta Serrano ni Gloria Muñoz pudieron estar en la cárcel de Segovia, en donde estuvieron Ana Torrent y Ana Rujas. Ahora, en Cádiz, vuelven a estar Julieta Serrano y Gloria Muñoz, pero con María León y Emma Suárez, que lo harán por primera vez. El texto, en principio, estaba pensado para una sola actriz, pero para que la lectura no resultara muy monótona, se nos ocurrió la idea de hacer una Teresa polifónica, a varias voces; y, al final, creo que ha enriquecido la puesta en escena convirtiéndose en una metáfora del comienzo de la obra, en el que Teresa vuelve a la vida 500 años después y comprueba que su cuerpo está fragmentado y repartido por todo el planeta.

–¿Qué tiene este texto que tanto interesa a unos como desinteresa a otros?

–Que intenta rescatar a Teresa del secuestro fascista en el que lleva presa desde hace 500 años. Esto es lo que han aplaudido muchos y les ha escocido a tantos otros; pero, sobre todo, esto ha sido por lo que el Partido Popular de Madrid le ha impedido a Blanca Li, directora de los Teatros del Canal, programar la obra en ninguna de sus temporadas. Es evidente que la derecha española quiere seguir teniendo presa a Teresa: una mujer que si ingresó en el convento fue porque no quería casarse, ya que creía que el matrimonio era la mayor desgracia que podía ocurrirle a una mujer. “Antes muerta que casada con un hombre”, llegó a decirle a su padre, y acto seguido, sin ninguna fe, ingresó en el convento.

Por eso, ella que era antimatrimonio total, en la obra de teatro, al volver a la vida, no cabe en su asombro cuando descubre que un tal Primo de Rivera la convirtió en patrona de la Sección Femenina: un lugar destinado a enseñar a las mujeres a ser buenas esposas. Y no sólo eso: también descubre que la han nombrado Santa de la Raza, cuando era nieta de un marrano toledano condenado por la Inquisición, y que su mano, que hizo voto de pobreza, está engalanada de piedras y joyas preciosas. Vamos, que por desconocimiento o por venganza, la han terminado convirtiendo en símbolo de todo lo contrario a lo que ella defendió. Como si John Lennon regresara a la vida y se encontrara con que su canción Imagine la cantan ahora los marines para ir a la guerra. Hay que tener mala leche para convertir una canción pacifista en un himno de guerra. Pues eso es lo que hicieron con Teresa.

El texto, además, señala las maniobras de los poderes totalitarios para controlar la cultura. Lo que yo no podía imaginar, cuando la escribí, es que a la obra le terminaría ocurriendo lo mismo que lo que la propia obra denuncia, generando así una lectura involuntaria: que el Partido Popular es la nueva Inquisición.

–¿Qué le llamó más la atención de la figura de Teresa de Ávila?

–El modo en el que el fascismo instrumentalizó su figura para convertirla en algo que nunca fue. En cualquier caso, todo esto de la segunda venida a la tierra de Santa Teresa de Jesús no es sino una excusa para hablar de este país en que vivimos y de por qué los españoles somos como somos.

–¿Y su literatura?

–Caí rendido por la obra de Santa Teresa. Empecé con el Libro de la vida y, a partir de ahí, me lo leí todo.

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