América lleva tiempo buscando a ese gran cronista que retrate la realidad actual de su sociedad como lo hiciera John Dos Passos en el periodo de entreguerras. Han sido muchos los que lo han intentado pero, posiblemente, nadie se ha acercado tanto a la excelencia como Denis Lehane. El autor de Mystic River, Cualquier otro día, Vivir de noche o Un trago antes de la guerra tiene nuevo título en España y, ya podemos asegurar sin dudas, que estamos ante una de sus obras más redondas. Golpe de gracia ha sido editada por Salamandra y está ambientada, una vez más, en su Boston natal en un momento clave de la historia americana. Allí, en el barrio de Southie, en los calurosos meses del verano de 1974, estalla una batalla contra la desegregación racial de las escuelas públicas ordenada por el juez Arthur Garrity que provocó graves altercados.

En ese ambiente una madre, Mary Pat, que ya lo ha perdido todo, ve como su hija Jules desaparece tras salir con un novio que mantiene vínculos con Marty Butler, el jefe de la mafia irlandesa que controla las calles.

Lehane, con su prosa poderosa y un ritmo muy cinematográfico, nos cuenta una historia descarnada pero también pone encima de la mesa el problema racial que todavía, medio siglo después del momento en que se sitúa la acción, sigue presente en la sociedad norteamericana.

Porque si Mary Pat busca a una hija con la desesperada certeza de que ese trozo de vida que un día latió en su interior ha dejado de existir, otra madre, una compañera de trabajo negra, ha comprobado cómo su hijo ha sido linchado por un grupo de muchachos después de tener la mala fortuna de sufrir una avería en su coche cuando volvía a casa atravesando un barrio de blancos.

Lehane construye una novela que no sólo está a la altura de Mystic River sino que incluso llega a superarla por momentos. Una obra soberbia que traspasa los cánones de la novela negra, de los gánsteres y las luchas de poder entre italianos, irlandeses, judíos y afroamericanos en las calles de los EEUU, para abrirse de brazos como lo hacen las madres cuando ven regresar a sus hijos adolescentes a casa una vez llegada la noche.

La lucha de Mary Pat para derribar el muro de silencio que se ha levantado para ocultar lo que ella presiente desde el primer día, la irrupción de un policía de homicidios adicto a la heroína que busca la verdad sin miedo a las consecuencias, y el dolor extremo de la pérdida de un hijo por el mero hecho de ser negro en un mundo salvaje, componen un libro imprescindible.

Cuando se ha perdido todo, el miedo desaparece, y lo que queda es el rostro de la venganza, que en el barrio de Southie lleva por nombre Mary Pat. Martin Butler, Frank Toomey El Tumbas y Brian Shea están buenos si piensan que a una irlandesa con la fuerza de un tren de mercancías se la pueda frenar poniéndole delante un fajo de dinero.

Pérez Gellida gana el Nadal con la novela ‘Bajo tierra seca’

César Pérez Gellida ha sido galardonado con el Premio Nadal en su 80ª edición con la novela Bajo tierra seca.

El acto de proclamación se celebró, como es tradicional, el pasado 6 de enero, en el Hotel Palace de Barcelona, en una velada literaria que contó con la presencia de autoridades y personalidades del mundo de la cultura y los libros.

El jurado del Premio Nadal de Novela 2024 lo han integrado Inés Martín Rodrigo, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y Emili Rosales.

La edición de este año, con una dotación económica del premio de 30.000 euros, ha contado con una participación altísima, con 824 novelas presentadas.

La novela Bajo tierra seca, que Pérez Gellida define como “un thriller muy negro” y con un trasfondo social y político que condiciona toda la historia, está ambientada en la Extremadura de 1917. Llegará a las librerías el próximo 7 de febrero de la mano de Ediciones Destino.

El autor vallisoletano también está de enhorabuena por el estreno reciente en la plataforma Amazon Prime Video de la serie Memento mori, de la que ha sido guionista y que recrea para la pequeña pantalla la emblemática obra con la que se dio a conocer en nuestro país. Desde entonces no ha hecho sino crecer como escritor.

Una escena de 'La calle sin nombre'.