Si la tierra sobre la que pisamos los andaluces es un hojaldre de culturas, es el flamenco el sabor que nos deja en el paladar buena parte de la esencia de sus civilizaciones. Es el flamenco legado, seña de identidad, tradición, pero también futuro para una comunidad que ha aprendido a evolucionar sin olvidar de dónde viene. Porque nadie puede negar que sí que existe una forma de ser a la andaluza que, junto a los muchos encantos monumentales y naturales de las ocho provincias, supone un polo de atracción para propios y extraños; una forma de ser donde el carácter flamenco, por supuesto, tiene mucho que decir. Por eso, cuando Grupo Joly, en colaboración con Turismo Andaluz, se decide a impulsar el Premio Andaluz del Flamenco no tiene otro afán que el de contribuir al desarrollo de la sociedad andaluza rindiendo tributo a su cultura viva.

Y lo hace desde una doble perspectiva porque el nacimiento del Premio Andaluz del Flamenco mira a las raíces de esta manifestación cultural, reafirmando a las sólidas columnas que están en pie sosteniendo su esencia, pero también a su más palpable presente, a las ramas que no paran de dar frutos, y que con su presencia en continua evolución atestiguan que en Andalucía hay jondo para rato. Un premio, dos miradas, dos reconocimientos: el Premio Honorífico Andaluz del Flamenco y el Premio Andaluz del Flamenco de Hoy.

El primero tiene como destinatario a un/a artista de talla universal cuya trayectoria no admita discusión porque esté avalada por el reconocimiento durante años del público y una obra que a lo largo del tiempo le haya convertido en un auténtico baluarte del flamenco. El segundo, el Premio Andaluz del Flamenco de Hoy, llama al artista que destaque por su creatividad y por el impacto y el reconocimiento en la expresión de su arte en cualquier de las disciplinas flamencas en la actualidad.

En este I Premio Andaluz del Flamenco un jurado de expertos presidido por Fermín Lobatón, con David Fernández como secretario (sin voto), y con Juan Vergillos, Rosalía Gómez, Fran Pereira, Sara Arguijo y Tamara García como vocales, decidió por unanimidad otorgar los galardones de esta primera edición de la distinción a la bailaora Manuela Carrasco y al cantaor David Lagos, respectivamente.

Sobran los motivos para nombrar a Manuela Carrasco Salazar (Sevilla, 1958) Premio Honorífico Andaluz del Flamenco. Así, entre ellos, el jurado ha puesto sobre la mesa su categoría como “artista de talla universal”, “referente del baile” y poseedora de “un temperamento único y de una trayectoria aplaudida por crítica y público” que, además, “ha inspirado a generaciones de artistas”.

Por su parte, David Lagos (Jerez de la Frontera, 1973), Premio Andaluz del Flamenco de Hoy, ha sido galardonado, a juicio de los expertos, por ser “un artista poliédrico” que se ha preocupado no sólo “por cultivar su talento cantaor” sino por “aportar creatividad e investigación” a cada proyecto en el que ha participado en su carrera, “ya sea propio o colectivo”, haciendo así “más grande el flamenco del presente”.

Para coronar el estreno de la primera edición de este Premio, la gala de entrega de los galardones se celebra en una ciudad emblemática para el flamenco en este 2022. Y es que no es casual que sea Granada, 100 años después de la celebración del loado Concurso de Cante Jondo, la buena tierra que acoja la puesta de largo de estas distinciones que, además, cuentan con la bailora Eva Yerbabuena como madrina de la cita que tendrá lugar el 24 de febrero en el Teatro La Chumbera.

El Premio Andaluz del Flamenco es una apuesta, en fondo y forma, por el legado del cante, del baile y del toque y su puesta en valor como bien social y patrimonial de Andalucía y de la humanidad.