La conmemoración del bicentenario del fallecimiento de Celestino Mutis alcanza también a la fotografía, en la exposición que desde ayer puede visitarse en la sala Kursala, en el Aulario La Bomba.

El espíritu investigador, 'cientifista' y eminentemente ilustrado del científico gaditano y, en particular, su dedicación al campo de la botánica, hacen las veces de sustrato de Mutis Mutandi, donde concurren con absoluta libertad creativa autores noveles y consagrados.

Jesús Micó, comisario de la muestra y asesor de la línea de exposiciones fotográficas de la Universidad de Cádiz (UCA), presentó ayer este proyecto como el de unos autores influidos por la idea contemporánea de que la naturaleza está deteriorándose, caracterizada en rasgos generales por una visión de advertencia, de estar en guardia frente a la acción-destrucción ejercida por el ser humano sobre el entorno natural.

Mutis Mutandi posee un carácter doblemente significativo: por un lado, como homenaje a la extensa obra investigadora e interés analítico de la figura de Celestino Mutis, y por otro, como muestra de la complicidad de estos autores con el proyecto de Kursala, afirma la directora general de actividades culturales del vicerrectorado de extensión universitaria de la UCA, María Isabel Morales Sánchez.

La muestra está conformada por la obra de ocho creadores que recogen el testigo de un personaje, Mutis, "rompedor, abanderado de los cambios y afanado en el progreso y las luces de la razón", en palabras de Micó.

La actitud ilustrada del homenajeado la representa en la muestra Cesc Moliné con Notebook Reflections, que se acerca a Mutis desde su momento histórico y la concepción del arte en ese periodo, concretamente el retrato de los siglos XVIII y XIX, como recuperación de la memoria, revisitación del pasado y acto de testimonio.

En su fotografía, personaje -representado a la manera neoclásica del pensador elevado- y escenografía cobran pareja importancia para mostrar desde la aportación personal un camino hacia la reflexión como construcción de conocimiento universal.

En el caso de Aleix Plademunt (Plantas Alóctonas), José Manuel Varela (Natura Mutandi) y Carma Casulá (Jardins), todos coinciden en la confluencia en un mismo escenario de entorno urbano y naturaleza en una convivencia que a veces se torna amable, en el caso de Casulá plasmando su fascinación por el paisaje intervenido por la mano del hombre, y en otras ocasiones en lucha por la ocupación del territorio, en las visiones de Plademunt y Varela.

Manuel Pérez Pavón presenta "imágenes evocadoras" con Distopia, que plantean a través de la ficción y de un estilo cinematográfico "augurios negativos sobre lo natural", según Micó, en un mundo caracterizado por la ausencia de plantas, sólo evocadas a través de la fotografía.

Por su parte, Óscar Molina participa en Mutis Mutandi con una imagen perteneciente al proyecto Petite histoire du temps, representación de paisaje aparentemente directa pero que reclama una interpretación y una actitud activa por parte del espectador.

La interiorización de lo visualizado como parte del propio cuerpo e identidad personal es lo que se aprecia en las fotografías de Luciana Crepaldi. En Anatomía de una flor utiliza el concepto de lámina botánica de la época ilustrada para colocar su anatomía como soporte físico de su biografía, en una taxonomía corpórea de tatuajes de naturaleza botánica (y balsámica) para cubrir las cicatrices de sus heridas físicas.

Por último, Toni Catany presenta Tulipa Seca, una "visión neoclásica, bella y sutil" de la decadencia y la muerte de un tulipán, vestigio imborrable de exuberancia y vitalidad pasadas.

Jesús Micó habla de la sala de exposiciones Kursala, tras un año de vida, como un "proyecto cargado de ilusión y de energía", que nace como "una plataforma digna para el despegue de autores noveles", con una programación variada.