Cuando hace casi 15 años a Ana del Corral le preguntaron en el programa televisivo de emprendedores Generación 21 con qué objetivo montaba su empresa, la gaditana respondió que era una especie de primer paso "para tener al final un café cantante". Una respuesta que hoy se torna, de alguna manera, premonitoria ya que desde ayer Voodo Club ha abierto sus puertas en la Casa Arámburu.

No es que los actores de la empresa cultural De Ida y Vuelta se hayan pasado al negocio de la noche en el imponente edificio de la plaza San Antonio, no, pero sí que el hogar de sus obras Cuento de Navidad y Cádiz Oculto se ha transformado para dar cabida a una de sus propuestas escénicas que, en esta ocasión, "tiene mucho más elementos del teatro y, sobre todo, del teatro musical", explica la actriz y empresaria.

La propuesta se celebra hasta el 20 de octubre los viernes y sábados en dos funciones

Con Voodo Café volveremos a recorrer algunas de las estancias conocidas, y otras más desconocidas (como la Banca), de la Casa Arámburu de la mano de los actores de la empresa gaditana pero, esta vez, el interior del edificio del siglo XVIII mutará en el típico cabaret cubano de los años 40. De hecho, el imaginario Voodo Café es el reflejo del mítico local habanero Zombie Club, el antecedente de la emblemática sala de fiestas Tropicana.

"El club Zombie funcionó en La Habana en años 40, antes de la Revolución, y era el típico lugar donde los americanos que llegaban a Cuba daban rienda suelta a los vicios: a las mujeres, el juego, el tabaco y la bebida, sobre todo", enmarca Del Corral que apunta que aunque Voodo Club está inspirado en este cabaret real, con lo que esto conlleva (habrá canciones en directo, un maestro de ceremonias, la presencia de la imagen emblemática del Zombie club...), "nosotros construimos en su interior una trama teatral que tiene un giro muy especial y con muchas sorpresas para el espectador", intriga la creadora de esta dramaturgia junto al actor Sergio Torrecillas.

"¡Hasta la calor nos está acompañando en el estreno, esto parece Cuba en vez de Cádiz!", reía la actriz unas horas antes del estreno de la obra que se podrá ver hasta el próximo 20 de octubre durante los viernes y sábados en dos funciones, a las ocho y media y diez y media de la noche.

Durante esta auténtica experiencia de microteatro y micromusical, Joaquín Varela (Míster Voodo) será el encargado de dar la bienvenida a los visitantes al club que cuenta con su propietario encarnado por Víctor Pereira, Paula del Corral como la recepcionista, María Fernández como la cerillera (no faltarán en su caja puros auténticos cubanos como Cohiba y Montecristo), Carlos Pinedo como el camarero, Ángel Luis Martín que será el pianista del club, Monchi Cruz como un visitante algo especial del cabaret y la propia Ana del Corral que se mete en la piel de la cantante del Voodo Club.

"Y el público, claro, los asistentes que vengan serán también parte de la obra pues ellos entrarán en un cabaret donde algunos estarán sentados, otros de pie en la barra... Desde luego, todos estarán muy bien situados en lugares para que puedan seguir la trama y la historia que, vuelvo a advertir, viene con sorpresa", continúa picando la curiosidad la artista que adelanta que será la Banca Arámburu, "que nunca antes habíamos utilizado", la estancia principal donde se recrea el cabaret.

Voodo Club es un proyecto acariciado y meditado por De Ida y Vuelta "desde hace como un año y medio" y que representa "un paso más" en la trayectoria del grupo "ya que nos lanzamos con una historia que no está respaldada ni por un autor universal como Charles Dickens (de quien tomaron su Cuento de Navidad) ni por unos libros tan maravillosos como los de Cádiz Oculto". Pero, como asegura Del Corral, "nuestro público, que es muy fiel, nos demandaba ya un nuevo espectáculo y para nosotros hacer algo así también responde a ese sueño de dar vida a un café cantante". Por ello, la actriz, "nerviosa e ilusionada" por este estreno, sólo desea que los gaditanos "vengan al Club Voodo a dejarse llevar, a sentir y a dejar atrás los prejuicios" porque los esperan "con los brazos abiertos para pasarlo de muerte..."