Real Academia de Bellas Artes de Cádiz

Hernán Cortés dibuja con la palabra un retrato de los méritos y valores de Pulido

  • El pintor gaditano fue el encargado de recibir al nuevo académico de honor destacando su trayectoria profesional

El pintor Hernán Cortés pronunció la laudatio del nuevo académico de honor de Bellas Artes.

El pintor Hernán Cortés pronunció la laudatio del nuevo académico de honor de Bellas Artes. / Fito Carreto

En su ingreso como académico de honor, Antonio Pulido fue recibido con la laudatio del pintor gaditano Hernán Cortés, académico de número de Bellas Artes. El gran retratista aparcó por un momento sus pinceles para dibujar, esta vez con la palabra, un acertado retrato del actual presidente de la Fundación Cajasol, de quien destacó su trayectoria profesional y, también, su compromiso con la cultura, los valores y méritos que en definitiva le han hecho acreedor del reconocimiento que le tributó ayer la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz.

“Antonio Pulido –recordó Hernán Cortés– no es nuevo en esta casa. Su impulso desde la Fundación Cajasol ha dado sus frutos, como son los talleres de dibujo del natural celebrados en 2019 y las clases magistrales del pintor Antonio Agudo, que recuperan la tradición de la enseñanza artística, uno de los fundamentos de esta Academia. Se han organizado, también en colaboración, jornadas sobre el patrimonio histórico artístico, cuyo incremento y salvaguardia es también principio fundacional. Nuestro recipiendario ha dejado sentado que la prioridad es la misma. Recientemente ha declarado: ‘Se puede decir que la joya de la corona de la Fundación Cajasol es la cultura’”.

Hernán Cortés, que se mostró “convencido” de que la presencia de Pulido en la Academia va “a seguir siendo muy beneficiosa y fructífera” para la institución, glosó una biografía del nuevo académico desde su nacimiento en 1965 en la localidad cordobesa de Castro del Río hasta su actual puesto de responsabilidad en la Fundación Cajasol. Sin olvidar, por supuesto, su condición de economista, sus estudios universitarios y doctorado, así como el arranque de su vida profesional como docente universitario. Y también las numerosas responsabilidades que ha ejercido a lo largo de su trayectoria en las cajas andaluzas en un momento en el que, además, le tocó pilotar con éxito la fusión de varias entidades financieras.

No olvidó Hernán Cortés la labor divulgadora de Pulido ni sus múltiples reconocimientos: “Ha publicado cerca de una veintena de libros sobre temas económicos, financieros, con especial atención a los manuales didácticos. Académico de honor de la Academia de la Diplomacia Española y de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla, correspondiente de la de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Artes de Córdoba y numerario de la Real Academia Europea de Doctores, está en posesión de diversas medallas y condecoraciones, entre ellas la Medalla de Oro de la Universidad Internacional de Andalucía, y es hijo predilecto de su ciudad natal, Castro del Río”.

Antes, en el arranque de su discurso, Hernán Cortés glosó la historia de las academias españolas, su origen e impulso con la llegada de los Borbones y del rey Felipe V, las disputas y fricciones históricas de las que no estuvieron exentas estas instituciones y, también, la creación y el papel jugado por la Academia gaditana desde su nacimiento en 1788 como Escuela de Nobles Artes.

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