El veterano guitarrista gaditano Domingo Villero Jurado, padre del concejal del Ayuntamiento de Cádiz Domingo Villero, ha fallecido este lunes a la edad de 80 años.

El artista, que acompañó a figuras del flamenco y de la copla como José Mercé o Marifé de Triana, recibió hace un par de años el reconocimiento de la Cátedra de Flamencología de Cádiz durante un acto celebrado en el Centro Flamenco de la Merced en el que se le impuso la insignia de oro de la entidad.

Domingo Villero Jurado nació en la calle Sagasta de Cádiz pero a muy temprana edad se traslada a la plaza de la Merced, en el barrio de Santa María, donde comenzaría a tocar la guitarra acompañando a cantaores flamencos de la época, siendo Domingo autodidacta y aprendiendo a tocar la guitarra a base de acompañar a muchos aficionados y compartir conocimientos con guitarristas de su momento.

Ya a los 14 años comienza a salir de gira tanto por España como por el extranjero, primero en grupos de coros y danzas, como los de Carmeluchi Velázquez, actuando en los barcos que venían a la Bahía y después en diferentes ballets como el de Joaquín Robles y Carmen Mota, con los que recorrió rincones del mundo tan diversos como Estados Unidos (Nueva York), Puerto Rico, Grecia, Marruecos, El Líbano, Egipto (Alejandría) o Italia, entre otros países.

Además, Villero pasó largas temporadas en Madrid donde tocó en sitios tan flamencos como El Corral de la Morería. De aquella época recordaba el artista, como él mismo contaba, que desayunaba a diario en la puerta del antiguo estadio Calderón con el padre de Paco de Lucía, con quien entabló una buena amistad.

También entre sus recuerdos estaban que en más de una ocasión acompañó en la Venta de Vargas a un chaval que decía cantaba como los ángeles y a quien auguraba un futuro prometedor... Camarón de la Isla, ¿quién si no? En esa mismo lugar de solera de San Fernando compartió buenos momentos con su amigo Chato de la Isla.

En Cádiz se prodigó por todos los tablaos flamencos de la ciudad acompañando a cantaores como Juanito Villar, Chano Lobato, Juan Silva, Felipe Scapachini, Caracol de Cádiz y con Mariana Cornejo, con quien mantuvo una gran amistad, pues la acompañó desde sus inicios. De todos esos, y otros muchos, buenos artistas gaditanos aprendió Villero el flamenco más puro de nuestra.

Además, Villero Jurado era amigo de Luisito Rey -padre del cantante Luis Miguel- y decía haber pasado ratos inolvidables en su compañía. Tuvo también una buena amistad con el maestro Paco Cepero con el que tocó en sus actuaciones en TVE y llegó a acompañar a Lola Flores en el Balneario de la Palma junto a Antonio González el Pescaílla.

Muy pronto llegaron los contratos internacionales, pasando estancias de varios meses en sitios como Nueva York, donde actuó en lugares como el chateau Madrid, radio Music Hall y de donde tiene el carnet de músico de los Estados Unidos. Igualmente tuvo estancias de varios meses en el Reino Unido, Isla de White, Grecia, Irán, etc.

Compartió gira durante mucho tiempo con artistas de la talla de Marifé de Triana, con la que recordaba anécdotas como echar carreras ella en su Mercedes y él en su 600 para llegar a los distintos puntos de actuación como Zaragoza o Madrid. Tocó para artistas como Carmen Sevilla con quien compartió escenario en TV española y en Puerto Rico, Rocío Jurado y un jovencísimo José Mercé con el que compartió varios meses de actuación en el Tablao de Cádiz.

Durante cinco años, en algunas de estas actuaciones dentro y fuera de España le acompañó la bailaora Carmen Carro, con la que contraería matrimonio. En 1972, coincidiendo con su estrenada paternidad, Villero Jurado se retiró de la guitarra profesional e inició carrera en la banca, donde a los pocos años llegó a ser director, cargo que ostentó a lo largo de más de 20 años hasta su jubilación.

Pero, aunque retirado del flamenco profesional, siempre fue fiel a la cita del concurso de Cante por Tientos, en la plaza de España, donde fue jurado durante 20 ediciones.