Cultura

El pintor Eugenio Chicano revisa el bodegón clásico desde el arte pop

  • El prestigioso autor malageño expone en Santa Catalina 29 acrílicos de gran formato, donde la iconografía del XVII se mezcla con las vanguardias y símbolos actuales

El consagrado pintor malagueño Eugenio Chicano llega a Cádiz con una sugerente propuesta. Desde el arte pop reinventa los bodegones clásicos, los pasea por la edad moderna, las vanguardias, hasta encuadrarlos en el panorama pictórico actual. Una interesante oferta que ayer presentó en el Castillo de Santa Catalina, de la mano de Felipe Faraguna, de la obra social de Unicaja, organizadora del evento, y la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez.

En la capilla de la centenaria fortaleza desgranó algunas de las claves de su exposición, Eugenio Chicano. Visitación al bodegón clásico. Y desde este rincón tan gaditano confesó su amor por la ciudad. "Venir a Cádiz es divertirse, recrearse, pero a la forma renacentista. Yo quiero muchísimo a Cádiz, donde uno se acuerda Manolo Vargas, de Pericón, de mi hermano Fernando Quiñones", comentó amablemente.

Entre guiños de humor y gestos de cariño por la ciudad y sus gentes, Eugenio Chicano habló de la situación actual de la pintura de caballete, "muy denostada" y de la forma en que la experiencia le ha proporcionado la capacidad de darle vueltas al bodegón clásico, el de la escuela italiana, "sin caer en el tópico, desde la concepción pop".

29 acrílicos sobre tela de grandes dimensiones (150x150) conforman la muestra. Una exhibición donde mantiene tres elementos constantes, la influencia picassiana -tomando como fondo La Californie o la mesa de un bodegón del mítico autor-, un jarrón con flores de los siglos XVII al XIX de varios autores y un símbolo "impertinente" en referencia a las nuevas tecnologías, en concreto los iconos informáticos que, desde el ordenador, ofrecen nuevos ámbitos de lectura.

Una serie de elementos sugerentes vinculada a cada obra sin perder ni un ápice de autonomía. "Con estos tres tiempos he realizado unos bodegones sugestivos, serios, raros, absurdos, provocadores, formidables, detestables... llámenlos como quieran. Pero sobre todo, detrás de este juego está pintar, que es lo que tiene que hacer el pintor. Pintar para después enseñarlo a los amigos, a ustedes y para volver a Cádiz", dijo entrañablemente el autor.

Mediante estos deslizamientos temporales cuestiona la naturaleza del arte y del proceso del mismo. Todo ello, con los elementos culinarios propios del bodegón, muy presentes en el día a día.

Por su parte, el director de la obra social de Unicaja, Felipe Feraguna, puso de manifiesto las cualidades de "un artista consagrado internacionalmente que no necesita presentación". De hecho, el que fuera director de la Fundación Picasso cuenta en su haber con numerosas distinciones, exposiciones individuales y colectivas, ha realizado murales de grandes dimensiones y carteles de diferentes eventos culturales y sociales, como aquel polémico cartel del Carnaval de Cádiz que el autor realizó en 1986.

Por su parte la alcaldesa, que invitó al autor a los talleres de pintura de Santa Catalina, habló de ésta como "una de las grandes exposiciones del verano gaditano".

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