CONCERT MUSIC FESTIVAL

Pop co(r)n proyección

  • Aitana enamoró con su gira 'Play Tour' a un joven público en el Concert Music Festival

  • En hora y media la cantante entregó sus temas más conocidos y algunas versiones

Aitana en el escenario del Concert Music

Aitana en el escenario del Concert Music / Nacho Frade (Chiclana)

Desde que en los años 80 Madonna y Michael Jackson definieran los estándares de lo que tenía que ser un artista pop para la posteridad, poco ha cambiado el modelo regalando propuestas diversas bajo un mismo canon, a veces más acertadas, otras de escaso valor. Dicho modelo, proveniente de la cultura anglosajona y que en España no ha cuajado del todo con artistas de aquí, puede resumirse en una suerte de talento, imagen, baile, pegadizos estribillos e impacto -esto se ha perdido bastante- audiovisual a través del videoclip.

Dentro de la gira Play Tour que la joven artista Aitana presentó ante un público aún más joven -para algunos sería su primer concierto porque es improbable que por edad hayan asistido a otro antes- la noche del viernes en el Concert Music Festival de Sancti Petri hay unas pizcas de todos esos elementos sin imponerse solo uno como definitorio del show.

El espectáculo de Aitana posee coreografías ejecutadas por cuatro bailarinas, trae luces, una pantalla grande, proyecta la imagen atractiva de su protagonista y está repleto de canciones muy dadas a ser emitidas en radiofórmulas, como de hecho ocurre. Pero Aitana es mucho más. De hecho, la artista brilla especialmente en los pasajes en los que todos esos elementos desaparecen, en la más absoluta intimidad frente a un recinto repleto que la lleva a emocionarse en varios instantes del recital.

Ocurrió en la versión del clásico de Hernaldo Zúñiga Procuro olvidarte, pero también en su éxito Vas a quedarte. Frente al pie de micro, sin atrezo ni añadiduras, Aitana es más Aitana en la desnudez de los sentimientos, sin olvidar por supuesto que se trataba de una propuesta dirigida, sobre todo, a un público adolescente que mayoritariamente busca en la música diversión entre la que colar los temas universales del arte.

Hubo fiesta en dosis suficientes. Tuvimos Popcorn con el que echarle sal a la noche -es esta quizá la melodía más internacional, al estilo del modelo pop anglosajón citado antes-; declaración de intenciones con Stupid y Mejor que tú; sonó el Teléfono para abrir la multitudinaria velada; afirmó la artista eso de Me quedo, sencillo que está sonando mucho últimamente en compañía de Lola Índigo; Presiento, un dúo con Morat; y no faltó para casi cerrar el concierto Lo malo, la eterna propuesta para Eurovisión que fue el primer éxito de la cantante catalana, que explicó que por sus venas le corre sangre andaluza, en la segunda visita de esta gira a nuestra tierra.

También pudo representarnos en Eurovisión en 2018 la hermosa canción Arde, una propuesta que hubiese sido muy bienvenida por los seguidores del certamen y que la cantante defendió con mucho gusto en Sancti Petri, de nuevo el minimalismo, el menos en más. "Si en algún momento me callo, cantad conmigo, me flipa", confesaba la artista a la audiencia. De este corte más íntimo también se escucharon Con la miel en los labios -canción "muy especial" que le recordó a "las personas especiales que he conocido al mudarme a Madrid hace un año"- y Cristal, un tema muy esclarecedor sobre la inconsistencia que se esconde tras el neón. Así lo presentaba: "Al final esta canción refleja la fragilidad del ser humano. ¿Quién no se ha sentido alguna vez de cristal?".

Otro de los puntos fuertes de Aitana son las letras que la alejan, otra vez, del modelo de pop facilón hacia el que ha derivado la mayoría de la música actual. Son buenas composiciones en líneas generales y el público las recibe con entusiasmo. El baile -quizá sea este su talón de Aquiles, aún por limar- estuvo también presente en canciones como HoldNada sale mal, Las Vegas -¿guiño a un posible salto internacional?- y Perdimos la razón, aunque se quedaron un par de composiciones del disco Spoiler en el tintero que la catalana suplió con cuatro versiones de Adele (Someone like you), Sia (Chandelier), Julia Michaels (Issues) y Jessie J, Ariana Grande y Nicki Minaj (Bang Bang) que consiguió hacer suyas en su dulce voz.

En complicado predecir hacia dónde se dirigirá la carrera de Aitana en un futuro próximo porque depende mucho del tipo de artista que quiera ser, pero su propuesta, aun siendo heredera de ese pop clásico de antaño con todos sus peros, supera en calidad a la media de lo que se ofrece al público joven hoy en día en composiciones, talento vocal y puesta en escena. Pop con proyección para construir, por fin, a la gran estrella española de este género que es la mezcla de todos los demás, al estilo anglosajón. De momento, los cimientos son de un material resistente al fácil olvido.

 

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