El primer teniente general de la Infantería de Marina

"Conseguir el ascenso a teniente general ha sido realmente excepcional"

  • Bisbal Pons, criado en San Fernando y con una estrecha relación con la provincia, cree que ha tenido suerte

  • "Soy consciente de que ahora se fijan en mí y no les puedo fallar"

El teniente general Francisco de Paula Bisbal Pons, en su despacho en Madrid.

El teniente general Francisco de Paula Bisbal Pons, en su despacho en Madrid. / D. C.

El primer teniente general infante de Marina no nació en Cádiz, pero tiene una gran vinculación con la provincia. Francisco de Paula Bisbal Pons (Mallorca, 1959) llegó con cinco años a San Fernando, se casó con una isleña y sus tres hijos nacieron en San Fernando, Cádiz y El Puerto, mientras que su carrera militar se desarrollaba en destinos de distintas instalaciones de la Bahía, donde estuvo por último en 2013.

Ahora, casi 40 años después de ser el primero de su promoción en la Escuela Naval Militar, Bisbal Pons es el primer teniente general perteneciente a este cuerpo -que cuenta con importantes unidades en San Fernando- con  482 años de historia .  "Se han tenido que dar unas circunstancias extraordinarias y gozar de la diosa fortuna", explica al teléfono a Diario de Cádiz desde su despacho como director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) en Madrid, cargo que asumió con su ascenso.

- ¿Se imaginó algún día este nombramiento?

-Absolutamente no. El empleo de teniente general de Infantería de Marina está contemplado en la carrera militar sólo de manera excepcional y por lo tanto es una posibilidad que nadie se plantea, por lo menos en estadios tempranos de la carrera. Yo estoy convencido de que hay compañeros con la misma preparación, incluso mejor, y sin embargo no han podido llegar a este empleo. Y es que además de la preparación hay que tener suerte, gozar de la diosa fortuna, y creo que la he tenido, porque se han dado unas circunstancias que son extraordinarias y que han permitido que yo pueda ascender a este empleo.

-¿Y cuáles son las circunstancias que nunca se han dado y ahora sí?

-En el Cuerpo de Infantería de Marina la escala llega a general de División. Sin embargo, en el artículo 97 de la Ley de Carrera Militar dice básicamente que si el destino para el que uno es nombrado requiere un empleo superior al que refiere la carrera militar para su Cuerpo y escala, pues se puede conceder con carácter extraordinario. En este caso, se han dado tres. Una que el director del Ceseden requiere de empleo de teniente general y otro que además hay que encontrar a una persona que tenga el perfil y yo en este caso estaba ya aquí como director de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. Y la tercera es que era el turno de la Armada para acceder a la dirección del centro. Los cargos que están fuera de la estructura de los Ejércitos se asignan con carácter rotatorio, aunque no de forma rígida y el anterior director era de Aire y antes lo fue de Tierra. Por eso creo que he tenido una inmensa fortuna al coincidir las tres circunstancias.

"El espíritu del infante de Marina no desaparece a lo largo de los años y es independiente del destino que se ocupa"

-Significará mucho para usted.

-Es un gran orgullo, y una responsabilidad porque soy consciente de que ahora se fijan en mí y no les puedo fallar. Conseguir el ascenso ha sido una cuestión realmente excepcional.

-No sé si podría quedarse con algún momento en su trayectoria que le haya marcado.

-Hay muchos momentos agradables y otros menos agradables que forman un bagaje que siempre va a ir conmigo. Le voy a señalar dos. El primero fue en Irak, donde estuve desplegado 6 meses entre 2003 y 2004. Vivimos momentos muy duros. Tuvimos la desgracia de perder a 13 compañeros, muchos de los cuales estaban trabajando codo con codo con nosotros y fue una misión de gran tensión y donde se percibía realmente el peligro con mucha facilidad.Y la segunda en Haití, que desplegué como jefe de un contingente hispano-marroquí en el ámbito de las Naciones Unidas en 2005 también por seis meses. En esta ocasión la misión fue de una características diferentes. Es cierto que el país estaba en un tremendo caos y nosotros estábamos contribuyendo a mejorar la seguridad, pero cuando se va a un país tan pobre como es Haití, el segundo más pobre catalogado entonces, en muchas ocasiones sentíamos cierta impotencia de no poder hacer más. Y lo dimos todo, pero desde el punto de vista humano deja mucha huella.

-¿Cómo ha cambiado la Infantería de Marina en estos 40 años?

-Bueno, mis responsabilidades actuales no están relacionadas con la Infantería de Marina, la responsabilidad es del Congeim en San Fernando, por lo que le hablo como cualquier infante más. Nos hemos modernizado mucho y hay nuevos equipos y materiales, pero lo que seguro que no ha cambiado es la misión de la Infantería de Marina y el espíritu que nos caracteriza a todos los infantes, eso seguro que no.

-Y en Cádiz, ¿ve cambios en la relación de los gaditanos con la Armada?

-Ahora llevo muchos años destinado fuera y he perdido algo de percepción, pero el tiempo que he estado allí las relaciones eran excepcionales. Como casi todos los infantes de Marina buena parte de mi trayectoria profesional ha ocurrido en San Fernando. Me hice piloto de la Armada y también estuve muchos años en Rota, además en el Estado Mayor de la Flota. Allí es raro alguien que no tenga nadie en la Armada, algún conocido, algún amigo, y basta ver el cariño que se le tiene a unidades tan emblemáticas como el Juan Sebastián de Elcano, el TEAR o buques de la Flota en Rota, por poner tres ejemplo claros. 

"Un militar tiene que estar preparado para muchas cosas pero sobre todo tiene que ser consciente de que es un servidor público, además muy especial"

-¿Cuáles son sus retos a partir de ahora?

-Como le decía mis responsabilidades están fuera del Cuerpo de Infantería de Marina y la Armada, ya que el Ceseden es un organismo que pertenece a la estructura conjunta y mi jefe inmediato es el Jemad (Jefe del Estado Mayor de la Defensa). Ahora, se centran en mantener al Ceseden como un centro de excelencia para las Fuerzas Armadas, un centro que goza ya de un notable prestigio no solo nacional y que está dedicado no solo a la enseñanza sino también a la difusión de la Cultura de Defensa, cursos para civiles, a la investigación, a la doctrina. A aquellos cometidos que permitan el desarrollo de la fuerza conjunta en apoyo al Jemad.

-¿Qué importancia tiene la formación para la misión del soldado?

-El Ceseden no es únicamente un centro de enseñanza pero la formación es importantísima para todo militar. Nosotros tenemos un proceso continuado de formación que nos permite estar plenamente actualizados. Además de la enseñanza que recibimos en las academias escuelas al incorporarnos, debemos recibir cursos de especialización, de cualificación para el ascenso en diferentes empleos para asumir las nuevas responsabilidades en cada momento.Creo que esta manera de enseñanza continua permite precisamente estar preparados para afrontar los retos de cada momento y lo estamos para afrontar los del siglo XXI, como no puede ser de otra manera.

-En estos tiempos, ¿para qué tiene que estar preparado un militar?

-Un militar tiene que estar preparado para muchas cosas pero sobre todo tiene que ser consciente de que es un servidor público, además muy especial. Porque nosotros estamos obligados por la propia ley a tener una disponibilidad permanente para el servicio y obligados además, si es preciso, a entregar nuestra propia vida para cumplir la misión que se nos encomienden, siempre con las debidas medidas de uso legítimo de la fuerza. Esta es otra de las condiciones que nos caracteriza, que en un momento dado tenemos que utilizar la fuerza letal y eso condiciona mucho como persona. No hay una manera de poder asumir estas obligaciones si no es a través de un profundo convencimiento de lo que implica ser militar y sobre todo asumiendo plenamente los valores que nos caracterizan en el ámbito castrense: el valor, el honor, la disciplina, la lealtad y el compañerismo, que nos empujan en los momentos en que nuestra profesión se convierte el algo diferente de cualquier otra. Pero repito, tenemos que ser conscientes de que trabajamos para los demás, como decía el lema del Día de las Fuerzas Armadas del año pasado: nuestra misión, su seguridad. Y su seguridad se refiere a toda la población, a todos los españoles.

-Habrá que seguir siendo valientes por tierra y por mar, ¿no?

-Hombre, eso está claro. Como Infante de Marina, qué le puedo contestar... El espíritu del infante de Marina no desaparece a lo largo de los años y es independiente del destino que se ocupa. Es un inmenso orgullo haber conseguido este empleo pero no lo considero una meta. Lo que me permite es seguir en la brecha asumiendo mayores responsabilidades y trataré de hacer bien lo que me han confiado, tratando de liderar el equipo magnífico de hombres y mujeres que somos en el Ceseden. Así que ahora seremos todos valientes por tierra y por mar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios