“Hasta que no haya una desgracia, no se trasladará la Feria de Sanlúcar de la Calzada”
Vecinos denuncian riesgos humanos y daños ambientales por la permanencia del recinto ferial en una de las principales arterías de la ciudad
La falta de consenso político frena el traslado de una feria que afecta a colegios, centros de salud, comercios y cientos de residentes
La Feria de la Manzanilla de Sanlúcar seguirá, de momento, en La Calzada

Sanlúcar/Desde hace 53 años, la Feria de la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda se celebra en una de las principales arterias de la ciudad, en pleno casco histórico de una localidad de 70.000 habitantes que puede llegar a doblar esa cifra en temporada alta por su enorme atractivo turístico y de segundas residencias. Pese al inmenso crecimiento de la ciudad, la Calzada de la Duquesa Isabel continúa siendo la ubicación del recinto ferial para polémica y quejas de los vecinos que sufren año tras años los inconvenientes, peligros y preocupaciones de este proceso.
La Asociación de Vecinos Calzada Duquesa Isabel, constituida en 2016, lleva años reclamando el traslado del recinto ferial a las afueras de la ciudad debido a los numerosos problemas que genera su permanencia en el casco urbano. No se trata únicamente de un problema de incomodidad por un montaje y desmontaje que se prolonga varios meses afectando a colegios, centros de salud y comercios cercanos, también por un impacto negativo en cuanto a la salud pública, calidad de vida de los residentes, deterioro medioambiental y, sobre todo, el peligro que genera tener cortada una de las principales vías de acceso a Sanlúcar de Barrameda. A pesar de las denuncias y propuestas de la asociación, el traslado del recinto ferial sigue pendiente y, como advierten sus representantes, parece que solo se tomará acción “cuando haya una desgracia”.
La realidad de Sanlúcar no es la misma tras cinco siglos, cuando la ciudad tenía una configuración urbana muy distinta, siendo la Calzada hoy día uno de los principales ejes residenciales, comerciales y turísticos de Sanlúcar. La asociación, que promueve desde sus inicios el traslado del recinto ferial a una zona más adecuada fuera del núcleo urbano, mantienen una posición firme y constante en defensa del derecho al descanso, la seguridad y el bienestar de los más de 300 vecinos adscritos. La presidenta, Eduarda Raposo, destaca que "cada año es más insoportable", con una duración que comienza el 1 de abril con el montaje y que, este martes, día 10 de junio, se empieza a desmontar.
La disputa no es con la Asociación de Casteros de la Caña, quienes antes de esta edición de la Feria de Manzanilla afirmaron a Diario de Cádiz su voluntad de trasladar el recinto pero la lejanía de que esto ocurriese. De hecho, algunas mejoras se han conseguido en los últimos años, como el cumplimiento de la distancia mínima entre casetas y viviendas, algo que en el pasado se ignoraba. Sin embargo, persisten problemas de fondo, especialmente en materia de salud ambiental. Raposo denuncia la presencia de residuos, restos de aceites, jardines destruidos, polvo constante y, lo más grave, los impactos sobre árboles centenarios: “Algunos troncos quedan dentro de las casetas, se les taladra para poner ganchos y alambres. Es un atentado ecológico”, asegura.
Un problema estructural, y de seguridad
Las denuncias de la Asociación de Vecinos Calzada Duquesa Isabel van mucho más allá de la incomodidad temporal. Se centran en problemas graves de salud pública, seguridad ciudadana y deterioro medioambiental. Los vecinos no solo se enfrentan a semanas de ruido, suciedad y tráfico alterado, sino también a riesgos reales derivados de una ocupación prolongada del principal paseo de la ciudad.
“El ruido es insoportable, no hay quien lo aguante. No se respetan los límites de decibelios y no sabemos qué control hace la Policía Local. Nadie clausura las casetas que se exceden”, lamenta Vicente López, vocal secretario de asociación. Pero el mayor temor entre los vecinos es la posibilidad de que ocurra una desgracia, una realidad que se resume con crudeza: “El traslado se acelerará en el momento en el que se produzca una tragedia, cuando empiece a arder un bloque de viviendas y los bomberos no puedan llegar. O si hay que sacar a una persona enferma y no pueda pasar con la ambulancia. Entonces, se pondrán las pilas”.
La feria ocupa y obstruye uno de los principales accesos al casco urbano. Actualmente hay un camión articulado bloqueando parcialmente la calzada, mientras turistas y vecinos comparten espacio con maquinaria pesada, generadores y estructuras metálicas. “La imagen que se llevan quienes visitan Sanlúcar es dantesca”, señala.
La Asociación también cuestiona la legalidad del montaje y desmontaje, que según denuncian se prolonga durante más de dos meses, cuando las ordenanzas solo permiten 40 días hábiles. “Dos meses naturales son demasiado. Pedimos que se limite a un mes de montaje y quince días de desmontaje como máximo. Este abuso se ha convertido en costumbre”, aseguran.
Freno político pese al consenso social
El principal obstáculo para el demandado trasladado no reside en la falta de apoyo ciudadano o la ausencia de propuestas: es la parálisis política. Según la Asociación de Vecinos, en los últimos tres años han mantenido reuniones con representantes de distintos partidos, y existe una coincidencia mayoritaria en la necesidad del cambio. Tanto PP como VOX e Izquierda Unida —partido que actualmente lidera el gobierno local— han expresado su respaldo a la reubicación. Sin embargo, no se ha logrado concretar ninguna medida.
“Nos dicen que sí, que hay que trasladar la feria, pero nadie da el primer paso. Necesitamos un acuerdo político amplio. Esto tiene que impulsarlo el gobierno local, pero recabando los apoyos necesarios, porque hablamos de un proceso que llevará cinco o seis años”, explica Vicente López. Además, desliza que IU habría pedido terrenos a la Junta, pero esta niega tenerlos para cederlos e iniciar un nuevo recinto ferial.
Desde la asociación reclaman, al menos, un compromiso político en el pleno para la creación de una comisión específica que estudie y diseñe una nueva ubicación para la feria. La ausencia de una posición definida del PSOE, que no se ha pronunciado ni a favor ni en contra del traslado, también contribuye a la falta de avances. La sensación de los vecinos es que el tiempo sigue pasando sin que se aborde un problema estructural que afecta a miles de ciudadanos y que, según afirman los más longevos de la asociación, "no llegaremos a ver el traslado del recinto".
Mientras tanto, la Feria de la Manzanilla sigue celebrándose en un espacio que, según vecinos y expertos, hace tiempo dejó de ser adecuado para acoger este tipo de eventos. El crecimiento urbano y turístico de Sanlúcar continúa, con la inacción política y la falta de acuerdos concretos que mantienen anclado un problema que afecta directamente a la calidad de vida, la seguridad y la imagen de la ciudad. La Asociación de Vecinos Calzada Duquesa Isabel insiste: el traslado no es una opción, es una necesidad urgente. Y si no se actúa pronto, advierten, el coste no será solo medioambiental o vecinal, sino humano.
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