Mónica Naranjo revienta el mito de Pigmalión en Chiclana
concert music festival 2023
La cantante y compositora convence y deja con ganas de mucho más en su segunda visita al escenario de Concert Music Festival
Sancti Petri da la bienvenida al particular mundo sonoro de Mónica Naranjo
Juan Sanguino: "Mónica Naranjo ha sido muy antisistema"
Chiclana/Recurre el escritor Juan Sanguino en su más que recomendable libro Apriétame más fuerte. El año que Mónica Naranjo desató a un millón de chonis, maricas y marujas (Ed. Lengua de Trapo) a la figura mitológica de Pigmalión para analizar la construcción de la artista desde su génesis hasta su explosión comercial en España, hace ya más de 25 años. Con la clarividencia que nos ofrece el implacable tictac del reloj y tras disfrutar del espectáculo que la cantante y compositora ofreció en la noche del pasado viernes en su segunda visita a Chiclana, afirmar podemos que no hay obra más bella que la que surge de sus propias contradicciones, ya que sólo en el vértigo, la incertidumbre y el frágil equilibro entre lo real y lo alcanzable es posible labrar y avanzar, crecer y aprender, amar y ser amado, construir, destruir y renacer para nunca darse por satisfecho. Del constante andar brota la huella de la sabiduría y Mónica Naranjo es sabia en su talento un rato.
¿Cuántas Mónicas caben en un mismo espectáculo? La artista revienta la historia de aquel escultor en busca de la obra perfecta –si es que semejante cosa es posible– y alardea del concepto de mímesis, de la constante reconfiguración de los elementos al servicio de un perpetuo inicio.
Mimétika –así se llama la actual gira y el más reciente disco de Naranjo– es una caleidoscópica propuesta que refracta su extenso repertorio en todas las combinaciones posibles, carente de incongruencias ni pastiches. Sobre el escenario de Concert Music Festival se regaló la artista sin apenas descanso con una selección de sus temas más conocidos al 99%, con pinceladas del presente que dejaron también muy buen sabor de boca a una entregada audiencia que se quedó con ganas de muchísimo más.
Carne, esqueleto, cerebro y corazón en pantalla para presentase en Sancti Petri Eterna y al mismo tiempo en continuo tránsito. En imágenes, fusionadas, cada época de una impresionante carrera con aún mucho por decir. De la tímida chica de pelo bicolor que terminó comiéndose México a la voraz felina de sus primigenios éxitos en nuestro país. De la benefactora del legado de Mina a la contestataria Tarántula que escupe veneno frente a la ignominia. De la arriesgada artesana con la fe creativa por encima de las modas a la que nada debe y presume de la libertad de romper en pedazos el espejo de su legado y recomponerlo con éxito en directo. Pigmalión nunca se hubiese atrevido a esculpir a una Galatea con el arrojo de Mónica, estaría salpicada de grietas.
Logró convencer la cantante en esta segunda vuelta en Cádiz viniéndose con los deberes hechos. “Estoy encantada de estar aquí otro año más y con este olor a pescaíto frito, que todavía no he cenado. Se me cae la baba”, se presentaba chistosa y embriagada por los aromas tan característicos de la tierra que provenían de algún rincón del recinto. Aunque tardó poco en contener el primer zarpazo de la velada. “Este es un espectáculo hecho para vosotros. Quien pensaba que iba a estar hoy relajado, sentadito, se equivoca. Ese era el anterior, no este”, hacía referencia al concierto de Chiclana en 2021 y las hilarantes y memorables peticiones de repertorio del público de entonces.
“Chicos, ¡sin respirar!”, ordenaba a su banda de rock y a su cuerpo de baile porno-futurista. “¿No están mal eh?, preguntaba pícara, “ a mí me alegran la vista cada vez que los veo”, afirmaba sobre estos seis profesionales. La vista y el oído conquistó la propuesta de la catalana con el fin de encarar una cita que se abrió con Europa y siguió con Desátame y Sólo se vive una vez.
Intercalaba, no obstante, su catálogo más célebre con composiciones del último disco como la enigmática Sherezade, ¡Ey! –el dueto con Bunbury– y ¿Quién me salvará de mí? –“es la canción que más nos gusta de Mimétika a todo el equipo”, contaba–. Estas melodías supusieron el restante 1% del show, que “no es poca cosa pero para nosotros sí”. Otra vez las uñas afiladas ante el abrumador protagonismo de esas otras canciones, “de las antiguas” –¿recuerdan?–. Aguda estuvo en la selección de un contenido que –me cuentan de primera mano– deslumbró en su debut en Chile, enamoró en suelo mexicano y ahora triunfa en España.
¿Cuántas Mónicas son posibles en dos horas? Con cambios de vestuario y el look rubio platino que marcó quizá la etapa más aciaga de su trayectoria –así de radical es la Naranjo, confrontándose siempre con su pasado no para regodearse en él sino para celebrarlo–, la artista volvió la vista atrás por un momento a aquella adolescente que alguna vez fue, con la cabeza llena de sueños y la garganta repleta de creatividad, dándole alternativa al talento que viene pisando fuerte. La chiclanera Eva Paúl cumplió la aspiración de subir al escenario a cantar con su ídolo un trozo de la infalible Desátame. El puro azar hizo que este modesto plumilla que aquí escribe se situara justo al lado de familiares y amigas de la joven, que no las tenía todas consigo ya que andaba "algo enferma” –explicaban–, al igual que le sucedió en el programa de talentos donde participó también con la misma canción y escasa fortuna. Aquella desagradable experiencia no impidió que mantuviese el nivel que exigía estar junto a la Pantera de Figueras. “Los sueños se cumplen”, confesaba aún en el escenario. Una vez abajo, tras el concierto, dijo que “impresiona estar con ella”. No extraña lo más mínimo.
Cantó la artista mejor que nunca, se emocionó con su marido musical Pepe Herrero al piano en Sola y Si tú no vuelves –en recuerdo a Miguel Bosé–, se transformó en Pantera en libertad, clamó por la diversidad con Entender el amor, ajustó cuentas con Usted y ¡Hoy no! y se coronó con el himno Sobreviviré: "¿qué pasaría si nos vamos sin cantarla?”, se cuestionaba burlona. Como colofón se disfrazó de Diva e interpretó el eurovisivo tema para delirio del respetable.
Mónica Naranjo se rompió en pedazos y recompuso en una misma noche desafiando cualquier mano ajena. Larga vida al arte que muta, muera Pigmalión.
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