Huelga del metal en Cádiz: Trabajadores se manifiestan por los "barrios obreros" en una segunda jornada más tranquila

Los huelguistas acuden a los Juzgados de San José para apoyar a los detenidos del miércoles antes de ir al Ayuntamiento y ser recibidos por el alcalde

Huelga del metal en Cádiz, en directo: última hora, cortes de tráfico e incidencias en el segundo día de protestas

Los huelguistas del metal hacen una sentada en la Avenida principal de Cádiz. / Lourdes de Vicente

Los trabajadores del metal han vuelto a recorrer parte de la ciudad de Cádiz para hacer visible el conflicto laboral que protagonizan. En esta segunda jornada consecutiva de huelga los manifestantes han optado por mantener un perfil bajo, con momentos de negociación con la Policía Nacional para evitar enfrentamientos, hasta llegar al Ayuntamiento, donde han conseguido que el alcalde, Bruno García, bajara para escuchar sus reivindicaciones, e incluso algunos representantes del colectivo han entrado en el Consistorio para mantener una pequeña reunión. Esta protesta se producía mientras se concretaba un nuevo encuentro entre sindicatos y patronal que los llevará al Sercla de Jerez mañana viernes, en un nuevo intento del servicio de mediación para que se llegue un acuerdo que permita renovar el convenio y evitar así la huelga indefinida que se cierne sobre el sector a partir del lunes 23.

El plan del día era movilizarse por la ciudad con tranquilidad, acudir a los barrios obreros para mostrar a los vecinos su lucha. Por eso, desde la puerta de Navantia donde casi todos se concentraron pronto, partieron poco después de las 7:30 horas para incorporar integrantes en la rotonda de Bomberos y avanzar por la avenida San Severiano donde recibieron el aplauso de un grupo de estudiantes que accedía a clase en el Instituto San Severiano, un apoyo que también les mostraron desde las ventanas en el barrio de Guillén Moreno, de los camareros y clientes del Bar Stop; y posteriormente en la Segunda Aguada, desde bares, comercios y viviendas.

En avenida Lacave el grupo optó por callejear por el Cerro del Moro, por calle Alcalde Blázquez, por Batalla del Callao. Desde el principio el paso ha estado acompañado de proclamas como "somos obreros, no delincuentes", "si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra" o "ni un paso atrás, en la lucha del metal", a lo que unían en esa acción intencionada por visitar los barrios obreros el lema "el pueblo unido, jamás será vencido".

La tensión se palpaba a medida que se acercaban a la sede de la Federación de Empresas del Metal de la provincia de Cádiz (Femca), fuertemente custodiada por efectivos de la Policía Nacional. Al desembocar en la plaza de la Aviación, las dudas sobre qué camino seguir surgió entre los manifestantes. Algunos abogaban por continuar el itinerario previsto, otros querían llegar hasta el edificio Ma'arifa. Incluso se negoció con los agentes para evitar un nuevo enfrentamiento, como el día anterior, con la idea de permanecer en el lugar durante unos minutos, pero finalmente se descartó y se puso rumbo a Loreto. Allí, un portavoz, megáfono en mano, reconocía "los incidentes y la represión" que se habían producido el miércoles y pedía "perdón" a los vecinos. Desde este punto partieron hacia la Avenida -con los vecinos de La Laguna observándolos desde las terrazas donde desayunaban- con el objetivo de mostrar su apoyo a los compañeros detenidos, encaminándose a los Juzgados de San José.

Tensión momentánea

En la arteria principal de la ciudad se vivía el momento más tenso, cuando los antidisturbios formaban y parecía que no iban a dejar avanzar a los manifestantes, que con las manos en alto y, de nuevo, al grito de "somos obreros, no delincuentes" han sorteado a los agentes y sus vehículos.

A la altura del hospital, recuperaban la proclama de "sanidad pública" para recibir el respaldo de ciudadanos y profesionales sanitarios. Allí mismo se incorporaba un grupo de trabajadores vinculados a la actividad aeronáutica a los que incluso se les hacía pasillo. Unos metros delante, un grupo de alumnos del colegio Reyes Católicos les animaban asomados a una de las ventanas, y esta vez la respuesta era "¡educación pública!"

Ya en las dependencias judiciales, en sus inmediaciones, el grupo ha insistido en su apoyo a los detenidos, con gritos como "libertad, libertad". Uno de ellos se quejaba ante la presencia de nuevo de los antidisturbios y exigía "menos policías y más inspectores de trabajo", dado que la reivindicación principal de una parte de los huelguistas es "que no solo se firme un convenio nuevo, sino que después se cumpla". Los detenidos han quedado en libertad, tras pasar a disposición judicial.

La manifestación retomaba su travesía, de la que se puede entresacar algunos momentos. El primero en la Subdelegación del Gobierno en Cádiz donde pidieron la dimisión de Blanca Flores, por "represora", en alusión a las detenciones. El segundo fue la bajada por la Cuesta de Jabonería para pasar por el barrio de Santa María. En el tercero se les sumaba otro protagonista, el alcalde, Bruno García.

El alcalde baja a escuchar

A las puertas del Ayuntamiento, los huelguistas han reclamado al regidor que bajara a escucharlos. Pocos minutos más tarde, el regidor para quedar rodeado de periodistas y huelguistas, mientras algunos de ellos le exigían que tomara partido y se quejaban de las condiciones en las que realizan su trabajo, con largas jornadas laborales, sin descansos, ni vacaciones, que no pueden reclamar porque "vas a la calle".

Bruno García les ha pedido que siguieran las negociaciones del convenio, entre gritos de muchos de los presentes. Por eso, algunos representantes han aceptado la invitación para entrar en el Consistorio y mantener una reunión improvisada. En ese encuentro, que ha durado unos minutos, le han demandado que exija a la Junta de Andalucía que se implique en el conflicto, que se ponga de parte de los trabajadores de un sector "del que vive el 75% de la ciudad", que "esté con su pueblo" y se posicione a favor de las reivindicaciones de este colectivo.

En un comunicado el Ayuntamiento explica que el alcalde se les ha transmitido que entiende que lleven a cabo sus protestas y el derecho a la huelga y se ha comprometido a trasladar a la patronal la necesidad de que lleguen a un acuerdo. Además, entiende que "es obligatorio el cumplimiento del convenio" como respuesta a las denuncias por incumplimiento que los trabajadores les han transmitido. García les ha interpelado para que alcancen un acuerdo de nuevo convenio, de la misma forma que adelanta que hará con los empresarios, "ya que estamos hablando de un sector fundamental en el pasado, en el presente y tiene que serlo en el futuro de la ciudad, del que viven muchísimas familias gaditanas".

A pesar del apoyo, el alcalde les ha pedido que en su "legítima" "manifestación" "velen siempre por la seguridad de las personas y el cuidado del mobiliario urbano". "Es primordial que en las protestas no se traduzcan en destrozos ni perjudiquen al resto de ciudadanos", considera.

Sercla

Ese diálogo se retomará mañana en la sede del Sercla en Jerez, en una reunión prevista para las 11:30 horas. Allí los sindicatos UGT y CCOO y la patronal volverán a verse las caras, después de dos días de huelga y acusaciones cruzadas, para alcanzar una solución al conflicto, un acuerdo para acercar posturas y renovar el convenio colectivo.

CCOO Industria dejaba claro que no cederá en los puntos clave: la brecha salarial por el plus de tóxico que no todos los trabajadores cobran, la regulación del fijo discontinuo, una mejor redacción del artículo sobre incapacidades temporales y la subida salarial. A eso suma "la línea roja" que supone la salario de nuevo ingreso que quiere incorporar la patronal.

Desde los trabajadores se defiende, además, el cumplimiento del convenio. La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) instaba a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a que se implicara la SEPI, dado que Navantia recoge en su convenio que “a toda subcontrata que entre en sus plantas se le tiene que fiscalizar el convenio". "No es que miren para otro lado, es que la misma Navantia fomenta la precariedad”, señalaba Manuel Balber. "La subcontratación nos ha llevado a la pprecariedad que no nos deja ni decir que no me quedo a echar horas, que llevo aquí 14 días con jornadas maratonianas. Con eso queremos acabar. Que no me vea en una lista negra", dejaba claro Jesús Galván.

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