Con más de 220 hombres y mujeres a bordo -dotación más unidad aérea embarcada y EOS de la Infantería de Marina-, la fragata Numancia partió el 10 de junio de la Base de Rota para cumplir su misión en la operación Atalanta. Aunque la previsión era regresar a casa en octubre, "desafortunados incidentes" han retrasado un mes su llegada, prevista al fin para este jueves. Su comandante, el capitán de fragata Santiago Martínez Mata, hace balance este alargado despliegue, orgulloso de la "entereza y profesionalidad" demostrada por su equipo.

-Por fin están llegando a casa, ¿qué balance haría de este despliegue en la operación Atalanta?

-Sin duda podemos decir que el balance de este despliegue ha sido muy positivo. Hemos alcanzado todos los objetivos establecidos por la operación Atalanta, manteniendo con nuestra presencia la seguridad marítima en una región compleja y conflictiva, vital para los intereses de Europa y de España. Todo esto ha sido posible gracias a la preparación y al adiestramiento realizado por dotación durante los meses previos y a su dedicación y entrega durante los meses en los que hemos estado desplegados.

-La última noticia fue una avería que le impedía iniciar el regreso a España, ¿en qué han consistido los trabajos y cómo se han realizado? 

-Efectivamente, durante la salida del puerto de Yibuti se detectó una avería que afectaba a la propulsión del buque, concretamente a su eje, lo que nos impidió iniciar nuestro regreso a casa. Debido a la complejidad de la reparación, que excedía la capacidad habitual de un buque desplegado en operaciones, se tuvo que recibir asistencia técnica de personal especializado con el fin de solventar la avería. Finalmente, gracias a la labor del personal de asistencia técnica enviado a Yibuti desde España y al personal de la propia dotación de la fragata Numancia, se pudo sustituir el componente dañado, realizar los necesarios ajustes y reanudar el tránsito de vuelta a España.

-¿Se tendrá que seguir las reparaciones una vez en Rota?

-Una vez que lleguemos a nuestra base en Rota, está previsto que embarque personal técnico del Arsenal para inspeccionar el eje y sus componentes. Esta inspección será determinante a la hora de evaluar el tipo de acciones a tomar. Si es necesario continuar con las reparaciones, y qué tipo de reparaciones se llevarán a cabo, dependerá de los resultados de dicha evaluación.

-En octubre recibieron la noticia de incendio en la fragata Santa María, que les tenía que relevar ¿cómo ha sido este tiempo para la dotación en el que ha tenido que alargar del despliegue?

-La dotación de la Numancia ha demostrado una gran entereza y profesionalidad a la hora de afrontar los cambios en las fechas de regreso. Todos los militares somos conscientes de que este tipo de circunstancias, aunque no son las normales, pueden ocurrir una vez que nos encontramos desplegados en zona de operaciones. La verdad es que me siento tremendamente orgulloso del comportamiento de la dotación durante este mes adicional.

La fragata 'Numancia' saliendo de Rota en junio.

-¿Qué actuaciones destacaría de estos meses en la operación Atalanta?

-De nuestras patrullas podemos destacar las escoltas a buques del Programa Mundial de Alimentos durante su tránsito por aguas del Cuerno de África. También hemos realizado numerosas aproximaciones amistosas a barcos pesqueros con el fin de interactuar con la población local, mostrar nuestra presencia y obtener información referente a posibles actuaciones ilícitas en la zona. Por otro lado, cabe destacar la ayuda que prestamos, durante el mes de julio, a un buque civil que se encontraba a la deriva desde hacía variassemanas, sin agua, comida ni capacidad de producir energía eléctrica, por lo que tuvimos que remolcarlo hasta el puerto somalí de Bossasso.

-¿Cómo es la situación actual en la zona?

-La situación en el Cuerno de África es de estabilidad, pero no lo confundamos con normalidad. La piratería, gracias a la presencia de buques como la Numancia, está contenida pero no erradicada. Confluyen además en la zona numerosas actividades ilícitas, como el narcotráfico, el tráfico ilícito de armas y de carbón, o la pesca ilegal.

-España está en la misión Atalanta desde el principio, ¿continúa siendo necesaria?

-Como he mencionado anteriormente la piratería no está erradicada, y en cualquier momento podría revertir la situación a sus orígenes, donde los ataque piratas eran muy frecuentes en la zona (en 2009 se produjo el secuestro del pesquero español Alakrana). Por ello la presencia de un buque de la Armada en esta área protege nuestros intereses como país. España figura entre los países que más mercancías importan y exportan a través del Canal de Suez. En 2019 fue el cuarto país de entre los que se encuentran al norte del Canal en volumen de tráfico. La ruta del tráfico mercante por esta zona del mundo es tremendamente importante para España.

Por otro lado, existe una importante flota atunera desplegada por armadores españoles en Océano Índico. Las capturas de esta flota surten a la industria conservera española y suponen un volumen de negocio anual considerable.

-¿Qué cambios ha habido en la operación desde ese 2008, cuando se inició?

-La operación ha vivido cambios desde su inicio. En la actualidad el esfuerzo principal sigue enfocado en la lucha contra la piratería y la protección de los buques pertenecientes al WFP. No obstante, ante el éxito de la operación, hemos ampliado nuestros cometidos hacia nuevas tareas, como son la monitorización de las actividades de narcotráfico, de tráfico ilícito de armas y de carbón, y el control de la pesca ilegal.

-Un mensaje para su dotación.

-Me gustaría destacar el espíritu de sacrificio que ha demostrado la dotación de la fragata Numancia, han alcanzado todos los objetivos marcados al comienzo del despliegue, afrontando con entereza y profesionalidad los desafortunados incidentes que han demorado el reencuentro con sus familiares. Ahora llega el momento de regresar a España y disfrutar de un más que merecido descanso.