Un foco de lengua azul pone en alerta máxima a los ganaderos de la provincia de Cádiz
Centenares de ovejas están muriendo afectadas por un virus que se está extendiendo no sólo por la provincia sino también por Sevilla y Málaga
El Isla, uno de los supervivientes de la última estirpe de los pastores en Cádiz
Un nuevo foco de lengua azul está afectando a la provincia de Cádiz. Hasta el momento se está cebando sobre todo en los rebaños de ovejas asentados en comarcas como La Janda, pero ya se está extendiendo a otros lugares y los ganaderos están en alerta máxima.
Las ovejas comenzaron a morir hace unas semanas pero en los últimos días, según cuentan algunos ganaderos de la zona, "están cayendo como moscas". Algunos veteranos en esto de criar ovejas confirman que hay mañanas en que se encuentra muertas "más de diez ovejas y corderos".
El panorama es desolador en las explotaciones ganaderas. Muchas ovejas apenas si pueden moverse, se quedan tumbadas y poco a poco se van paralizando, hasta que acaban muriendo.
La lengua azul, también conocida como fiebre catarral ovina, es una enfermedad vírica que afecta a los rumiantes, especialmente a las ovejas, y es transmitida por mosquitos del género Culicoides. Aunque no es contagiosa entre animales por contacto directo, el virus puede propagarse a través de la picadura de mosquitos infectados.
Los síntomas de la lengua azul varían según la especie y la cepa del virus, siendo más graves en ovejas, pudiendo causar la muerte, pérdida de peso y problemas en el crecimiento de la lana. En ovejas, la enfermedad puede causar edema en el hocico y la lengua, úlceras y hemorragias en la mucosa bucal y pezuñas, y fiebre. Aunque la mayoría de los animales infectados no muestran síntomas, algunos pueden experimentar signos clínicos severos y, en algunos casos, la mortalidad puede ser alta.
Para prevenirla hay dos vacunas. Los ganaderos gaditanos consultados por este medio comentan que les han puesto las dos, pero temen que haya aparecido una nueva cepa del virus que está causando una alta mortandad entre sus ejemplares, con el consiguiente perjudicio económico. También advierten que se han detectado casos en las provincias de Sevilla y Málaga.
"Lo peor -advierten- es que lo mejor para acabar con este virus es el frío. En ocasiones se han dado brotes de lengua azul a finales de agosto o septiembre, pero la llegada del otoño acaba con la enfermedad. Sin embargo, esta vez estamos en junio, nos queda todo el calor por delante. Si esto sigue propagándose, va a suponer un desastre económico", comenta uno de los ganaderos afectados.
Temas relacionados
1 Comentario