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esther gil de reboleño | candidata de sumar por cádiz al congreso

  • La candidata de la formación de Yolanda Díaz llega a la política desde el compromiso social y motivada por la capacidad de confluencia de Sumar

  • “Las cuentas se hacen en otro sitio, no tenemos techo”

"La derecha no quiere debatir de economía porque no hay argumentos en contra"

La candidata de Sumar, Esther Gil, durante un momento de la entrevista en la hemeroteca de 'Diario de Cádiz'. La candidata de Sumar, Esther Gil, durante un momento de la entrevista en la hemeroteca de 'Diario de Cádiz'.

La candidata de Sumar, Esther Gil, durante un momento de la entrevista en la hemeroteca de 'Diario de Cádiz'. / Lourdes de Vicente

Escrito por

· Pilar Vera

Redactora

Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas, la gaditana Esther Gil salta a la política como una “apuesta personal”, motivada por un compromiso social que hasta ahora –“por cosas de la vida, y de la conciliación”– no había podido plantearse y alertada ante la "intención de algunos partidos de hacernos volver a un país en blanco y negro”:Sumar es una alternativa única, capaz de aunar quince formaciones políticas bajo un mismo proyecto de país muy distinto al que tenemos”, afirma, a la vez que asegura que “no hay techo, vamos a por todas. Las cuentas se hacen en otro sitio. Nosotros queremos llevar la voz de Cádiz y de Andalucía al Consejo de Ministros, en el deseo de que Yolanda Díaz se convierta en la primera presidenta del Gobierno del país”.

–Veo que no comparte esa visión que dice que, en un gobierno de coalición entre Vox y PP, el partido de Abascal moderaría el discurso una vez conseguido aupar a la derecha.

–El discurso de Vox es una amenaza real, no una estrategia para ganar votos. Día a día, van invadiendo los medios de comunicación con discursos reaccionarios, en una ola fascista que lo que pretende es eliminar derechos de las personas: la eutanasia, el aborto, la bandera LGTBI, las áreas de Igualdad... como se ha visto que están haciendo donde han ido gobernando.

–¿Cómo ha sido el encuentro con Yolanda Díaz?

–Bueno, nos hemos visto dos veces. Hubo un primer encuentro en Madrid, donde llamaron a un grupo de mujeres y contaron con Cádiz. A mí, Yolanda Díaz me sorprende por la claridad de su argumentario y lo claras que tiene las cosas por su experiencia como vicepresidenta, creo que tiene un cerebro privilegiado. Después, durante la visita a Cádiz, tuvo lugar un encuentro previo con los cuatro trabajadores despedidos de la subcontrata de Navantia. En la reunión,Yolanda Díaz asumió dar solución al problema y atender a la realidad del sector.

–Lo digo por cómo se vivió que el mitin se interrumpiera por la protesta del metal.

–Una reivindicación perfectamente normal en un país democrático en el que las personas reclaman los derechos que creen que son justos. El problema de desempleo que tenemos pasa porque hay que apostar por la industria. No se puede ser el último astillero de Europa, y en España tenemos que tomar medidas para fomentar una industria sostenible. También hay que destacar que Yolanda Díaz es ministra de Trabajo, no de Industria, pero ha tenido esa deferencia por considerarlo primordial.

–Ha afirmado Díaz, por ejemplo, que Navantia debería dejar de depender del Ministerio de Hacienda.

–Es que lo lógico es que estuviera vinculada a Industria. Forma parte de nuestro potencial de riqueza y es vital en una provincia con una dependencia exagerada del sector turismo. Hay que mantener y fomentar el trabajo industrial, y generar empleo verde. Esta doble vía, de contribución para salvar el planeta, es fundamental. Creemos que se puede generar muchísimo empleo en esta dirección. De hecho, digamos que los puntos fundamentales del programa son lo social, el ecologismo y el feminismo, que tienen mucho que ver con dignificar la vida de las personas y ponerlas en el centro.

"El problema de desempleo que tenemos pasa por apostar por la industria"

–El tema del agua apareció con fuerza en la campaña el 28M, y parece que va a ser una cuestión que ha venido para quedarse.

Las futuras guerras está claro que van a ser por agua. Nosotros abogamos por más infraestructuras, pero en forma de depuradoras, y por una política de cuidado de las aguas subterráneas. Hay que elaborar un informe del impacto del agua a nivel medioambiental, porque lo mismo no es posible mantener tantos cultivos con una demanda alta del recurso sencillamente, porque Andalucía no tiene agua suficiente. No pretendemos hacer una política sin motivos, pero hay un problema serio con el agua y vamos a sentarnos con los agricultores y con la gente que vive en el campo. Luego están los lobbys, como en todos los sectores, y la normativa europea, pero debemos analizar cómo está realmente el sector, cómo funciona el ciclo económico y cuánto se queda, o se infla, por el camino.

–¿Cómo se podría realizar una posible reindustrialización en mitad de un proceso de descarbonización?

–A nivel europeo, están muy claros los procesos a los que tenemos que ir, porque la emergencia climática está aquí. Hay que ejecutar una política económica verde, en la línea de una transición económica justa para los que quieran cubrir esos puestos de trabajo, y generar esa transición económica que estimamos va a producir empleo. Y si no lo hacemos ahora, en esta década, este país puede ser un desierto dentro de diez años. Todo ello implica también un proceso de reeducación, porque nuestros recursos son finitos, no infinitos, y ahí está la obsolescencia programada como otra de las cuestiones a tratar. Tenemos propuestas como renovar la antigua Sepi, o crear un banco industrial. Crear un modelo que no vaya hacia un turismo fagocitador, que expulsa a la gente de sus ciudades en los meses de verano.

–Entenderá que esta Bahía lleva décadas de promesas, de tiritas y de humo. Que el I+D a lo que suena es a I +D lo mismo.

–Eso es de romancero bueno.

–Pues es de Antílopez.

–Todas estas políticas hay que bajarlas a tierra, pero la emergencia climática existe. No es lo que puede pasar, sino lo que está pasando y que va a ir a peor si no tomamos medidas económicas y medioambientales que nos ayuden. Hay veces que la implantación de cierta normativa choca con la incomprensión, como pasó con la Ley de Protección de Datos o la del Tabaco, pero al final, se comprenden.

–Una de las medidas más sorprendentes del programa de Sumar ha sido la propuesta de una herencia universal de 20.000 euros (Piketty, Atkinson), ¿por qué no establecerla por nivel de renta?

–Porque es un impuesto finalista en su totalidad, que saldría del impuesto a las grandes fortunas.

"Respecto al problema de la vivienda, en Andalucía los ayuntamientos están atados de pies y manos"

–Otra de las medidas es establecer una jornada laboral máxima de 37.5 horas, hasta llegar a las 32 horas.

–La pandemia ha supuesto un antes y después en los modelos de trabajo, que iban a cambiar de todas maneras por la digitalización, y la sociedad ha de adaptarse. Los modelos y los avances tecnológicos van adaptándose, y eso hay que asumirlo. No estamos en los años 90 y la escalada actual no tiene marcha atrás, como vemos con cuestiones como el Chat GPT.

–Vivienda y turistificación. ¿Qué hacer al respecto? Hemos visto, por ejemplo, que no siempre las medidas adoptadas en zonas tensionadas han contribuido a algo.

–Entre otras cosas, por una cuestión de competencias. En Andalucía, los ayuntamientos están atados de pies y manos. Nosotros queremos subsanar esa situación con una ley de vivienda específica en zonas saturadas. Es un escalón que hay que superar.

–Igualmente, las competencias en Salud y Educación las tienen las autonomías. Con estos mimbres, ¿qué margen de acción se tiene en unas políticas que son fundamentales a la hora de crear una sociedad más igualitaria?

–Tristemente, y aunque se nos diga lo contrario, en Andalucía se está privatizando la Sanidad, como ocurre cuando te derivan a hacerte pruebas a clínicas privadas. No se pueden privatizar los servicios públicos en un Estado de Derecho, pero el Gobierno de Juanma Moreno está privatizando nuestra sanidad, lo que tendrá una repercusión altísima en los andaluces.

–También abogan por medidas para facilitar la conciliación: flexibilizar horarios, facilitar el teletrabajo o garantizar el acceso universal y gratuito a escuelas infantiles. Unas medidas fantásticas: sabe que los inspectores de trabajo llamaron a huelga por falta de medios.

–Nosotros tenemos claras nuestras prioridades: lanzar leyes con las personas en el centro de la vida, pero también financiarlas, dotarlas de recursos para que se puedan llevar a cabo. Una prioridad es que tengamos tiempo para el ocio y para trabajar con claridad. Ione Belarra ha puesto en marcha cuatro decretos de ayudas a la conciliación para evitar a que ciertos perfiles, sobre todo, mujeres, sean expulsados del mercado laboral.

"El de Sumar es un feminismo bisagra, en el que tenemos que sentarnos a escuchar todas las voces"

–Venga, feminismo. Entre otros gestos, y hay más, está el tema de la ley del sólo sí es sí: Yolanda Díaz dijo que se podía haber hecho mejor, pero votó en contra de su reforma. Ada Colau, regulacionista de la prostitución, es una de las voces de Sumar. Íñigo Errejón, entre otros en la formación, se ha manifestado a favor de la llamada gestación subrogada altruista. Defina feminismo.

–Sumar propone un feminismo del 99%: el de todas las voces que conforman el feminismo que, en mi opinión, somos todos y todas. Las leyes van mejorando con disposiciones y decretos posteriores: en muchos corpus legales, hay temas que son espinosos. El de Sumar es un feminismo bisagra, en el que tenemos que sentarnos a escuchar a todas las voces. Han existido debates dentro del feminismo antes, como el que se dio entre el feminismo de la igualdad y de la diferencia. Ideológicamente, la sociedad avanza, pero el patriarcado cada vez que ve un avance, contraataca para enfrentarnos.

–Sumar parece haber nacido como una muleta a medida del PSOE, cuya sombra ha sido alargada en el caso de Podemos. ¿Qué fuerza específica tendría en la coalición?

–Pues creo que el trabajo de Yolanda Díaz como vicepresidenta es un magnífico aval: ha mejorado la economía de muchas casas, y por eso desde la derecha no quieren debatir de economía, no hay argumentos en contra.Y, en lo demás, son negacionistas de la igualdad de derechos, de la defensa del medioambiente, de reducir las pensiones, censores... Cuestiones que creemos son derechos humanos.

–El hecho de que parte de Podemos se haya integrado en Sumar, ¿no considera que pueda ser una bomba de relojería?

–A nivel local, la confluencia de partidos se gestiona con un comité electoral en el que están representados todos los partidos que negociaron en Madrid, y el apoyo de todos está siendo total. Yo veo una ilusión sin límites, que no me esperaba.

–Sí, en Sumar se habla mucho de ilusión. Pero el 15M fue hace doce años y, al final, el Gatopardo los devoró.

–Bueno, hay una parte muy importante ya ganada y demostrada en estos años: todas las leyes que se han aprobado a beneficio de las personas, y la gente quiere más. El proyecto que representa Sumar reúne años complicados de lucha y debate estériles con la derecha y con Vox. Pero esa ilusión que te digo la plasmamos en todos los mítines que estamos dando.