Los contrabandistas de La Línea movían 7,5 millones de cajetillas de tabaco al año

La operación que llevaron a cabo el pasado miércoles de forma conjunta la Agencia Tributaria y la Policía Nacional logró que se desmantelaran dos de la veintena de organizaciones criminales que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado tienen localizadas que se dedican al contrabando de tabaco desde Gibraltar y que movía a la semana unas 150.000 cajetillas, 7,5 millones al cabo de un año. La actuación se saldó con la detención de 18 personas después de que los agentes realizasen registros en 18 fincas en La Línea y Campamento, aunque el juez decretó ayer que sólo cinco ingresaran en prisión sin fianza y que otros dos tengan que abonar 12.000 y 20.000 euros, respectivamente, el lunes para evitar su ingreso.

Los agentes, además, se incautaron de 65.000 cajetillas de tabaco, tres embarcaciones rígidas, tres lanchas neumáticas, dos armas cortas, varios vehículos, equipos sofisticados de transmisiones con los que vigilaban la presencia de Policía y Guardia Civil y 100.000 euros.

Lisardo Capote, jefe de la Unidad Combinada de Vigilancia Aduanera en Algeciras, dio ayer detalles de la operación, que se llevó a cabo tras cuatro meses de investigación, durante los que el dispositivo logró identificar al grueso de implicados en la trama en una cena en Navidad en la que se reunieron los integrantes de cada uno de los grupos de los que estaban formadas estas dos organizaciones.

Los arrestados permanecían ayer en dependencias policiales, a la espera de que se terminaran de elaborar la instrucción de las diligencias para que pudiesen pasar a disposición judicial.

Capote indicó que creen que esta organización está "totalmente desmantelada" y explicó que desde que entró en funcionamiento en la Aduana de La Línea el escáner Medusa ha cambiado la forma de realizar el contrabando de tabaco desde Gibraltar. "Ahora la actividad de ha volcado desde la Verja hasta la zona costera. Esta actividad requiere una actividad especial y compleja porque las organizaciones controlan nuestros medios", contó el responsable de la Agencia Tributaria en la comarca.

"Utilizan embarcaciones de tres o cuatro metros de eslora, lo que sólo les permite una navegación corta, a Poniente o Levante del peñón buscando las playas de La Línea. Por eso la respuesta debe ser inmediata, y las organizaciones están coordinadas y las collas esperan en la orilla para recoger la mercancía o cogen la embarcación si puede ser intervenida. En algunos casos regresan al Peñón, donde pueden encontrar refugio", explicó Lisardo Capote.

"El resultado de esta operación conjunta muestra que la administración funciona. Más importante que la aprehensión es el desmantelamiento. Hay pocas personas que ensucian la imagen de la comarca de La Línea y mi percepción es que tenían que actuar sin impunidad", expresó.

Policía Nacional y Agencia Tributaria explicaron en una nota de prensa que durante el transcurso de la investigación comprobaron que la envergadura de la organización y su grado de sofisticación eran mayores de lo que en principio parecía, y que muchos de sus integrantes habían sido detenidos anteriormente por tráfico de hachís.

Los agentes comprobaron que los investigados se organizaban en pequeños grupos o 'collas', que disponían de varias embarcaciones para alijar la mercancía. También descubrieron que el tabaco lo adquirían al por mayor a algunos almacenistas de Gibraltar que lo venden clandestinamente. Estas "collas" actuaban de manera independiente, pero compartían personas en labores de vigilancias, estratégicamente dispuestas a lo largo de la costa del Campo de Gibraltar. También intercambiaban material para alijar (embarcaciones, remolques, motores) e incluso en ocasiones compartían guarderías para alojar el tabaco.

Respecto a la forma transportar el tabaco, los agentes averiguaron que cada noche, antes de hacerse a la mar, los encargados de las contravigilancias comprobaban la posición exacta de los dispositivos de prevención de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria, empleando para ello sofisticados medios de transmisiones. Todas las operaciones de transporte las realizaban siempre a altas horas de la madrugada y terminaban al amanecer, una vez ocultaban la mercancía en las diversas naves con las que contaban. El mal tiempo tampoco acostumbraba a ser obstáculo para su actividad.

A la hora de vender el tabaco la organización alteraba los precios, siempre atentos a las fluctuaciones de precio en origen, el cambio de la libra respecto al dólar o la evolución de los precios en España.