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25 años por violar a nueve mujeres

Este es el máximo tiempo que estarán en la cárcel los dos violadores del caso Ricardi, que han sido condenados a 256 años de prisión uno, y a 160 el otro

R.romero / Cádiz

18 de febrero 2012 - 05:01

Hay veces que los juicios de valor huelgan. Basta con comparar, en este caso, cifras. Y de cifras y números sabe mucho el caso Ricardi, el descomunal fallo cometido por la Justicia con el portuense Rafael Ricardi Robles, que estuvo en la cárcel cerca de 13 años por una violación que no cometió. Casi 13 años por una. Por la cara, por ser confundido por la víctima con un jerezano, Fernando Plaza, coautor con otro jerezano, Juan Baños, no sólo de la agresión sexual erróneamente atribuida al portuense, sino supuestamente de toda la oleada registrada entre los años 1995 y 2000 en municipios de la Bahía.

25 años como máximo de cárcel deben cumplir los dos jerezanos por violar a nueve mujeres. Así se recoge en el fallo de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial, aunque en realidad ambos son condenados a más de 150 años de prisión cada uno. Fernando Plaza, a nada menos que 256 años. y Juan Baños, a 160.

Ambos fueron juzgados a puerta cerrada hace un mes en una vista, la del bautizado como caso Ricardi, en el que, paradójicamente, el Tribunal impidió que se hablara del caso Ricardi.

Las defensas de los acusados pidieron que interviniera como testigo pero el Tribunal lo rechazó. Tampoco permitió que los abogados interrogaran a los policías que llevaron el caso sobre la errónea investigación que metió entre rejas a Ricardi.

Y siguiendo con las cifras, también puede recordarse otra: los ocho años que Ricardi estuvo de más en la cárcel pese a que ya había indicios suficientes que apuntaban a la revisión del caso. Porque Ricardi, detenido en 1995 y juzgado en 1996, fue condenado por la identificación de la víctima y también por unos restos de ADN que entonces, se dijo que no se descartaba que pudiera ser suyo. En el año 2000, un nuevo informe de Toxicología dejó claro que aquel ADN no era el suyo. La Policía lo supo. La Sección de la Audiencia que lo juzgó, también. La Fiscalía, también. Y su abogado de entonces, de oficio, también. Pero nadie movió un dedo para promover la revisión. Nada se hizo hasta que, en 2008, la propia Policía públicamente admitió el error cometido, y puso la auténtica cara al caso Ricardi, la de los rostros de los dos jerezanos.

El fallo de la Audiencia considera a Plaza culpable de violar a ocho mujeres, condenándolo en cada caso a sendos delitos, por la consumación de la agresión y como cooperador necesario del otro autor, y a Baños, de cinco.

En la práctica, fueron 10 las mujeres que fueron agredidas sexualmente por ambos, según los investigadores, aunque un caso se excluyó al no poder localizar a la víctima (una extranjera). Los jerezanos sólo han sido procesados, y juzgados por ende, cada uno por las violaciones en las que, ahora sí, han sido hallados restos de ADN suyos.

En algunos casos, violaron a las mujeres (como siempre, durante horas y por turnos) delante de sus parejas, amenazándolos a punta de cuchillo. De ahí que, en cada caso concreto, se les haya podido atribuir algunos delitos de detención legal.

Ambos se negaron a declarar durante la vista, interviniendo únicamente en el alegato final para declarase inocentes.

Previsiblemente, sus defensas recurrirán el fallo.

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