Unas 300 personas han participado este sábado en la concentración convocada en Cádiz por UGT para protestar contra el desmantelamiento de la industria de la Bahía. El acto, que se ha celebrado junto al monumento de la constitución de 1812 en la plaza de España, ha estado marcado por las medidas anticovid, por lo que la presencia de militantes ha estado limitada para preservar la distancia de seguridad.

Una muestra de la relevancia para UGT del acto es que ha desplazado a Cádiz a su plana mayor, encabezada por su secretario general, Pepe Álvarez, en su primera visita a la ciudad desde que sucedió a Cándido Méndez, y la líder de UGT-A, Carmen Castilla. Además, el sindicato ha planteado a lo largo de la semana una serie de medidas para movilizar a sus afiliados, como un encierro de cinco días de sus delegados en la planta de Airbus Puerto Real, y una concentración a mediados de semana en San Roque.

El sindicato ha logrado concitar un inusitado consenso político, ya que a excepción de Vox, han acudido miembros de todos los partidos con representación política en la provincia. Entre los asistentes se encontraban la delegada del Gobierno de la Junta y presidenta del PP de Cádiz, Ana Mestre; Bruno García, secretario general del PP gaditano; los diputados por Cádiz María José García-Pelayo y Pepe Ortiz; o Ignacio Romaní.

Por parte del PSOE destacó la presencia de las alcaldesas de San Fernando y Puerto Real, Patricia Cavada y Elena Amaya, respectivamente; los senadores Fernando López Gil y Cándida Verdier, la parlamentaria Araceli Maese; o Fran González, delegado del Estado en la Zona Franca. Por parte de Ciudadanos estuvo el delegado de Empleo, Alberto Cremades. También estuvieron presentes el edil de Empleo del Ayuntamiento de Cádiz, Carlos Paradas; mientras que en representación de AxSí estuvo el coordinador de la formación en Puerto Real, Alfredo Fernández, junto a otros miembros de su partido.

En cambio, destacó la ausencia de CCOO, sindicato mayoritario en los sectores naval y aeronáutico, que son los tractores de la industria en la provincia, poniendo el foco en que aún queda trabajo por hacer en la unidad de acción sindical. La movilización tampoco contaba con el apoyo de la Coordinadora de Trabajadores del Metal, que a pesar de no contar con representación sindical, logró paralizar varios días la actividad de la industria auxiliar del metal de la Bahía el pasado verano.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, durante su intervención en la concentración por la industria en Cádiz.

"Los que no han venido hoy, serán bienvenidos en la próxima", ha señalado el secretario general de FICA-UGT en Cádiz, Antonio Montoro, que ha sido el organizador de una movilización que ha tildado de éxito por el consenso político alcanzado. "Hemos conseguido que todos los partidos estén detrás del lema de hoy: Nuestra industria se muere", ha recalcado.

"Estamos aquí para exigir que la pandemia no se lleve por delante nuestro tejido productivo", ha añadido el líder de UGT, Pepe Álvarez a los medios de comunicación, que ha resaltado la elección de Cádiz como punto de partida para esta campaña en defensa de la industria por ser "un lugar emblemático en el que la vida no va a ser fácil" durante la crisis actual. El objetivo que se marca el sindicato es movilizar a todas las administraciones para elaborar un plan con el que "Cádiz salga fortalecida".

Aunque el sector naval está lejos de tener el futuro asegurado, la máxima preocupación de UGT se centra ahora en Airbus, sobre todo por la indefinición en la que se encuentra la planta de Puerto Real tras la cancelación del superjumbo A380 y la reducción de la producción del resto de programas civiles a causa del desplome del transporte aéreo por la pandemia.

"Airbus ha tomado la decisión de cerrar una de las plantas de la Bahía y UGT no está por eso", ha denunciado el secretario general de FICA-UGT a nivel estatal Manuel Hojas, que asegurado que la compañía está "desmantelando Puerto Real de forma pausada". A ello se suma su efecto en el tejido auxiliar, como evidencia el ejemplo de LTK, que ha cerrado sus instalaciones en Cádiz y cuyos ex trabajadores estaban presentes en la movilización.

El acto se ha prolongado durante una hora en los que han ido tomando la palabra sucesivamente Antonio Montoro; Antonio Pavón, secretario general de UGT-Cádiz; Manuel Jiménez, responsable de FICA-UGT-A; Carmen Castilla y para finalizar, Pepe Álvarez, que reiterado tres mensajes al Gobierno central: "El salario mínimo debe subir sí, o sí; hay que derogar la reforma laboral y no es necesario reformar las pensiones", ha señalado entre aplausos de los asistentes.