Moda

El sastre Pepe Berenguer: "Cádiz derrocha talento e imaginación"

El sastre Pepe Berenguer: "Cádiz derrocha talento e imaginación"

El sastre Pepe Berenguer: "Cádiz derrocha talento e imaginación" / Manuel Aragón Pina

Hoy en día muchas personas muestran interés por la moda. En la actualidad existen varios comercios de atelieres en la ciudad de Cádiz. Sin embargo, cada vez son menos los sastres. En Vejer aún se encuentra Pepe Berenguer, uno de los pocos que quedan en la provincia.

Reconoce que su especialidad ha sido el traje de corto regional andaluz. “Cambié el diseño y le di una hechura distinta”, mantiene Berenguer. Recuerda que, un día paseando por la calle San Francisco, se fijó en el escaparate de una juguetería. Allí encontró un muñeco de la marca Marín, cuyo porte le serviría de inspiración. Pues era la indumentaria que trataba de conseguir. “Era un muñeco alto, de cintura estrecha y con la chaquetilla muy ceñida al cuerpo”. De aquel traje en miniatura, adoptó la forma y trató de replicarlo en dimensiones reales, para vestir de corto al presidente de la Diputación Provincial de aquel entonces, Álvaro Domecq.

Tras esta revolución estilística, tuvo oportunidad de vestir a la doma vaquera de España e Italia, durante muchos años consecutivos. Aquellos que se convertirían en campeones del mundo en la final que se celebraba en Milán. “En los trajes de aquellos jinetes se podía apreciar el sello de ‘hecho en Cádiz’, pues se veían diferentes a cualquiera de los otros”. Desde entonces, procuró hacer una mezcla atractiva entre tejidos y colores vanguardistas, pero respetando la elegancia. 

Pepe Berenguer en su taller Pepe Berenguer en su taller

Pepe Berenguer en su taller / Grupo Joly

Berenguer no ha sido artífice exclusivo del traje regional de Andalucía, cuando ha tenido oportunidad ha intentado innovar en otros ámbitos de la moda. Como por ejemplo, una chaqueta que confeccionó con distintos retales de tela, que finalmente se la quedó el desaparecido Jesús Quintero. “En una de las visitas que hizo Jesús a Vejer, quedó prendado de la chaqueta que estaba expuesta en mi escaparate”.

Además de estos aspectos de la moda, Berenguer ha sido uno de los artesanos más reconocidos del Carnaval de Cádiz. De los tipos que más orgulloso se siente de haber creado son de las agrupaciones ‘Los Enteraos’ y 'Los Quemasangre', de 'El Selu'. De esta última agrupación aclara que desde un primer momento tenía la idea del diseño en su cabeza, para ello tomó inspiración de personajes como ‘El Cigala’ y del cantaor gaditano, Ignacio Espeleta. Siempre ha tratado de inspirarse en ilustres personajes célebres y de la ciudad. Esta última ha sido fuente de inspiración para la mayoría de sus trabajos, pues “Cádiz derrocha talento e imaginación”.

El futuro de la sastrería, otra incógnita

Reconoce que su profesión, al igual que otras muchas, está desapareciendo. De hecho, aclara, “desde hace tiempo me han llegado encargos de todas partes de España. He tenido oportunidad de realizar trabajos para clientes procedentes de Barcelona, Valencia o Alicante, porque no hay más en el gremio”. La sociedad ha cambiado y se ha olvidado de las antiguas costumbres, pues según valora “cuando paseas por la ciudad ves que el chándal se ha convertido en una prenda universal y multiusos”. 

Pepe Berenguer con una chaqueta del traje de corto, año 2000 Pepe Berenguer con una chaqueta del traje de corto, año 2000

Pepe Berenguer con una chaqueta del traje de corto, año 2000 / Jorge Zapata

Además que la calidad de vida de hoy en día es muy cara, “hay gente que no puede permitirse gastar cerca de 2.000 euros en un traje, el cual, utilizará en dos ocasiones. Para ese motivo, recurren a opciones más baratas”. Desde hace años lleva proponiendo a las instituciones competentes, como el Ayuntamiento y Diputación, que impartan cursos con el propósito que las nuevas generaciones puedan aprender sobre el arte de la sastrería. 

Tanto Pepe, como su mujer, Manoli Jiménez, pilar fundamental de su vida y gran profesional en la materia. Siguen agarrándose a un fino hilo de esperanza, deseando que la sastrería pueda tener continuidad el día de mañana. Esperan que el interés que está despertando en los jóvenes por la moda, sea trampolín para favorecer y crear más talleres donde los hombres puedan recurrir y encargar una prenda única para vestir en una ocasión especial.

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