Los críticos del PSOE de Cádiz, si los hay, deberán aguardar un mejor momento para mostrar sus quejas. Visto lo visto, no era ayer el mejor momento para llevar la contraria. Porque el congreso extraordinario celebrado ayer por los socialistas gaditanos en la capital de la provincia se convirtió en todo un ejemplo de cohesión interna, con todo el partido cerrando filas para aupar sin pestañear a José Antonio Griñán a la secretaría general del PSOE andaluz en el congreso regional que se celebrará en Sevilla el viernes y el sábado próximos.

El porcentaje de apoyo lo dice todo: la lista de los 52 delegados que representarán al PSOE de Cádiz en ese cónclave regional recibió el respaldo del 98,3 de los delegados que emitieron su voto, aunque no se precisó a los medios de comunicación cuántos de los más de 300 delegados con derecho a emitir su sufragio lo hicieron.

Quizás sea porque la llamada a la cohesión interna marcó los discursos tanto del aún vicesecretario general del PSOE andaluz, Luis Pizarro, como del secretario provincial, Francisco González Cabaña; o puede que fuera quizás porque el grueso de los dirigentes socialistas de la provincia entendieron ayer que nada mejor que la unidad para hacer frente a un momento nada boyante para el partido, con las encuestas poniendo en riesgo la hegemonía del partido no sólo en España, sino también en Andalucía. Pero lo cierto es que ayer todo el PSOE de Cádiz tomó la misma dirección en un congreso que, además, se convirtió en un homenaje improvisado a la figura de Luis Pizarro, a quienes muchos sitúan a sólo una semana de dejar toda o cuando menos una gran parte de su influencia en el funcionamiento interno del partido a nivel andaluz.

Buena parte de culpa de ese homenaje la tuvo González Cabaña, quien durante su intervención dijo de Pizarro que había sido "pieza fundamental de un equipo que ha funcionado muy bien", elogiando igualmente el "tándem perfecto" que el alcalaíno ha formado durante dos décadas con Manuel Chaves al frente del PSOE andaluz. Las palabras de Cabaña conllevaron una ovación cerrada de los delegados hacia Pizarro que se prolongó por espacio de casi cinco minutos.

Cabaña también pidió "coraje" a todos los cargos del PSOE "para plantar cara a la demagogia y la calumnia del PP y para seguir demostrando que somos el mejor instrumento de cambio para nuestra tierra".

Además de respaldar por amplia mayoría la lista de delegados al congreso de Sevilla, el congreso de ayer también respaldé, en este caso por aclamación, la gestión de la ejecutiva regional saliente, que fue defendida por Pizarro durante su intervención.

El aún vicesecretario general del PSOE-A dijo que han sido dos años "complicados" en los que "hemos tenido que responder a los efectos perversos de la crisis, que ha afectado de lleno a nuestra gente".

Pizarro defendió las actuaciones de la Junta en materia de dependencia, educación y recursos públicos transferidos a las economías de las familias y quitó importancia a las últimas encuestas "porque son iguales que las del año 1994, y fuimos capaces de darle la vuelta".