El PSOE ha señalado que el ex presidente del Gobierno, Felipe González, fue "totalmente coherente con la ley" en su decisión de no ordenar eliminar a la cúpula de ETA a finales de los noventa, después de que él mismo confesara en una entrevista que tuvo dudas y que a veces se pregunta si hizo lo correcto. Mientras que para el PP, las palabras de González confirman que la "guerra sucia" contra la banda terrorista "se llevaba desde el Ejecutivo" y que el propio ex dirigente socialista se ha reconocido como "la X de los GAL". Por su parte, el PNV, ERC e IU critican las dudas de González y CiU quita hierro al asunto y afirma que el asunto "ya se juzgó en su día" y que "el enemigo es ETA".

El presidente del Congreso, José Bono, ha asegurado que el ex presidente del Gobierno Felipe González ha sido el "mejor" jefe de Gobierno que ha tenido España "de la A hasta la X", excluyendo así la última letra del abecedario que es la que corresponde al apellido del actual jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En una entrevista en TVE, Bono ha recordado que González pasará a la historia por el "cuño" que ha dejado en "todas las cosas importantes" que han ocurrido en los "últimos años" como, por ejemplo, en la "generalización de las pensiones, la Sanidad y la Educación". En este sentido, ha calificado de "cínicas" las críticas que el ex presidente del Gobierno está recibiendo por parte del PP, tras haber confesado en una entrevista que por su mesa pasó la decisión de acabar con la cúpula de ETA, porque provienen de personas que, a su entender, están dispuestos a poner "siempre la lupa o el escáner" en quien "odian" para defender a aquel con el que tienen "afinidad" por sus "intereses económicos y políticos".

Por ello, ha cuestionado a quienes en la época de los GAL criticaban "Contra ETA: metralletas. Ejército al poder" y hoy se "rasgan las vestiduras" porque parecen "haberlo olvidado". "Los hechos que ocurrieron allí han sido juzgados así que es más materia de historiadores desapasionados que de enemigos viscerales de Felipe", ha recalcado para señalar la importancia que tendría haber escuchado entonces a los que "ahora se rasgan las vestiduras". "El cinismo de algunos clama al cielo", ha enfatizado.

El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, ha subrayado que el PP "se pone muy nervioso" cada vez que González habla en público. "Catorce años después de abandonar el Gobierno creo que no deberían ponerse nerviosos", ha ironizado para ironizar que "leemos siempre las declaraciones de Felipe González con respeto, es un hombre de Estado que nosotros respetamos de una manera muy especial", se ha limitado a decir.

Por su parte, la secretaria del PP, María Dolores de Cospedal, ha asegurado que lo revelado por González "es algo que ya estaba prácticamente en el acervo común y conocimiento de todos los españoles: Ha aseverado que existió una guerra sucia, que esa guerra sucia se llevaba desde el Gobierno y que el presidente del Gobierno era el máximo responsable". "A declaración de parte, juicio resuelto", ha sentenciado. Durante la rueda de prensa posterior a la cita del Comité Ejecutivo Nacional, la número dos del PP ha apostillado que "hubo guerra sucia y que había una persona que tenía en su mano dar instrucciones sobre si se mataba o no a alguien lo ha dicho González, por lo que parece que él mismo se esta poniendo en situación de decir que la famosa X de los GAL era él". Por ello, ha querido dejar claro que esto no es algo que esté sujeto a la interpretación del PP o de cualquier medio de comunicación, sino que, ha insistido, el propio González "se está reconociendo como esa X".

Con independencia de las reflexiones de Felipe González, la número dos del PP opina que  "los atajos en la lucha contra el terrorismo, las guerras sucias y las ilegalidades al final ni son aceptables ni provechosas como se ha demostrado durante todos estos años", ha remachado para destacar que la mejor manera de luchar contra la banda armada es utilizar la ley desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, desde los tribunales y desde la cooperación internacional y "no dar ningún aliento a ETA, ninguna esperanza". En la reunión del Comité del PP, su presidente fundador, Manuel Fraga, ha subrayado que "cuanto menos se hable del asunto, mejor para González y para España". Así, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, al ser preguntado al respecto, se ha limitado a decir: "No tengo ni idea".

El portavoz del PNV en el parlamento vasco, Joseba Eigibar, ha subrayado que "el propio González hace un abierto reconocimiento de responsabilidades, algunas materializadas y otras no, en lo que se refiere al terrorismo de Estado". Igualmente, el ex presidente se "introduce en primera persona" y "despeja la 'X' del GAL", así como, "muestra abiertamente el estado de impunidad en el que se movían los gobiernos socialistas de aquella época". Para el coordinador federal de IU, Cayo Lara, "lo que se hizo en aquel tiempo ya está juzgado, lo que se conoció fue a los tribunales y algunos pagaron. Por tanto, no se puede dudar de que la defensa del Estado de Derecho tiene que ser ayer, hoy y mañana".

Desde ERC, a través de un comunicado, su secretario general, Joan Ridao, ha comentado que "la sola posibilidad de decidir entre matar o no hacerlo dice muy poco del talante democrático de la política antiterrorista de Felipe González". Asimismo, ha recordado que en esos años la política antiterrorista de González estuvo "plagada de crímenes de Estado" en la que "fueron juzgados tanto la cúpula del Ministerio del Interior como algunos de los más estrechos colaboradores" del propio presidente.

Por contra, el portavoz de CiU en la Cámara Baja, Josep Antoni i Lleida, ha pedido que "no nos confundamos, el enemigo a batir no es Felipe González. El enemigo sigue siendo ETA y lo que hay que hacer, lo que está haciendo el Gobierno es luchar mediante los medios policiales con la colaboración internacional y la administración de la Justicia. Ese es el objetivo de una sociedad democrática en un Estado de Derecho y no el pelearnos ahora con Felipe González". No obstante, ha manifestado que "lo que pasó con el GAL, seguramente, pasa en cualquier país, incluso de estructuras democráticas más consolidadas que las de aquella España todavía con una democracia joven, pero no se hicieron las cosas bien. Por lo tanto, éticamente eso es reprobable", ha enfatizado. En este sentido, ha declarado que la clase política no tiene que "abrir ahora una nueva polémica en torno al GAL" porque "ya se juzgó en su día" y "todo el mundo sabe lo que pasó y de quién es la responsabilidad política".