Los regantes de Doña Blanca acudirán a la Fiscalía para denunciar la contaminación del agua que utilizan

La comunidad lleva ya 17 años advirtiendo a las autoridades sobre la mala calidad del agua por la influencia de la depuradora de Jerez y la azucarera

Los regantes de Doña Blanca advierten que también este año pueden perder sus cosechas

Una montaje del estado de los campos a medida que les afecta el agua de riego.

La Comunidad de Regantes de la Margen Derecha del Bajo Guadalete acordó en su asamblea general extraordinaria, celebrada el pasado miércoles, acudir a la Fiscalía para denunciar el problema de salud pública que se está produciendo a causa de la mala calidad de las aguas de riego.

La entidad lleva desde 2008 denunciando ante las autoridades la mala calidad del agua que se está usando para el riego, debido a la influencia de la depuradora de Jerez y la industria azucarera, que según afirman "vierten, directa o indirectamente, una gran cantidad de contaminantes al río antes de que esta comunidad capte el agua para su uso en regadío, ante el hecho innegable de que no se puede regar con aguas depuradas de manera directa y sobre todo productos hortícolas de consumo en fresco. Esos vertidos modifican las condiciones químicas y microbiológicas del agua que procede de los embalses de la cuenca, que no tienen ningún problema para el medio ambiente o para el riego, aguas de lluvia que por escorrentía llegan a los embalses", explican.

Los regantes señalan que "en numerosas ocasiones se produce una gran mortandad de peces que tienen que ser retirados de la estación de bombeo, para que no obstruyan las conducciones y bombas que elevan el agua hacia el canal de transporte hacia las tierras de regadío".

Cántara de entrada de agua de riego saturada de peces muertos.

La entidad añade que "en los análisis encargados por la comunidad se han detectado colonias de E.coli o incluso presencia de salmonella, bacterias muy perniciosas para la salud humana, metales pesados y un elevado nivel de sales que dan idea de los detergentes y productos químicos que presuntamente van disueltos en el agua. Si se consulta el informe de emisiones de 2020 de la EDAR, podemos ver otra serie de sustancias, además de las que eutrofizan el agua como son el fósforo y nitrógeno; ftalato de bis, fenoles, arsénico, compuestos de cobre, zinc, niquel, compuestos orgánicos halogenados, fluoranteno… sustancias perjudiciales para la salud humana con las que regamos nuestros cultivos que después consumimos, inclusocultivos hortícolas en fresco y ecológicos, además del peligro que supone para los agricultores que manejan esas aguas", lamentan.

También añaden que "las aguas de riego, además del fuerte olor procedente del secundario de la depuradora, transportan productos químicos y sustancias contaminantes en forma de cúmulos flotantes que atascan los orificios de las gomas de riego a pie, que tienen que ser retirados manualmente, los cuales, también tienen un fuerte olor a depuradora y un tacto untuoso o jabonoso como cualquier detergente, no albergando dudas del origen de estas aguas y la influencia negativa que tienen sobre los cultivos y terrenos agrícolas de la zona regable del Poblado Doña Blanca".

Residuos sólidos procedentes de la depuradora de Jerez.

Entre las campañas de 2015 y 2016, la comunidad de regantes realizó un estudio de la calidad del agua de riego y sus efectos sobre el suelo y las plantas, analizando más de 80 muestras de aguas, suelo y plantas, comparando el agua que fluye por el río, el agua vertida por la depuradora del Guadalete y el agua que bombea la comunidad, dando como resultado la negativa influencia del agua de la depuradora sobre las aguas de riego que circulan por el río. "Tanto es así que hemos visto la progresión del estado visual de los suelos y el resultado de los cultivos que se realizan, hasta incluso llegar a quedar inservibles para el cultivo, debiendo esperar largo tiempo de lavado por las lluvias para volver a cultivarse".

Desde la comunidad no han parado de insistir a la Administración para que desvíen esas aguas río abajo del azud de El Portal, donde se encuentra el punto de captación, año tras año desde 2008 y en cada Comité de Gestión (órgano que controla la cuenca) se ha hablado del empeoramiento de la calidad de las aguas de riego.

Los regantes creen que esas aguas "no deben ser usadas para el regadío directamente, por el peligro que supone para la salud de las personas, para el medio ambiente y para la agricultura. Para usarlas, primero se debe solicitar la concesión a la Consejería competente, ejecutar un proyecto para adecuar las aguas, eliminando la contaminación y finalmente se debe cumplir con lo dispuesto en el Real Decreto 1620/2007, además del recientemente aprobado Real Decreto 665/2023, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas. Pero a la Administración parece que le interesa que se depuren en los terrenos agrícolas, a pesar de que ello suponga la ruina de los agricultores y el enriquecimiento de las entidades que gestionan el agua, como está ocurriendo con su negativa constante, sin mencionar las enfermedades y otros problemas de salud que pueden estar causando en las personas cuya actividad deriva del uso de esta agua o de las que consumen productos cultivados con ellas".

También denuncian que han proliferado las algas filamentosas en el canal principal de transporte de agua de riego, lo que obligado a los regantes a tomar medidas de limpieza diaria para evitar la obstrucción de las conducciones de distribución del agua.

Desde 2015 los regantes se han reunido en numerosas ocasiones con varios delegados territoriales de Cádiz de las Consejerías de Agricultura y Medio Ambiente, concretamente con Federico Fernández, cuya negativa del problema derivó en la elaboración de un informe; con Ángel Acuña, quién inició los trámites para elaborar el proyecto de desvío de las aguas de la depuradora, río abajo del azud de El Portal; y con Daniel Sánchez, quién supuestamente paralizó el proyecto de desvío de Ángel Acuña y finalmente lo desechó. "Nos hemos reunido con varios secretarios generales de Medio Ambiente, y con varios directores generales de Infraestructuras y Explotación del Agua, con el resultado final en el año 2022 de la redacción de un proyecto de desvío por parte de la consultora AIMA Ingenuería, pero que el actual secretario general de Aguas, Ramiro Angulo, paralizó por la situación de sequía que estamos sufriendo, entendiendo esta comunidad que se le da más importancia a otras cuestiones que a los efectos sobre la salud humana".

Ante esta situación, algunos agricultores han abandonado el cultivo de algodón, otros resiembran este cultivo varias veces y otros han abandonado el riego, dedicando sus tierras a los cereales, "sin posibilidad de alternativas de cultivos que toleren esta contaminación, haciendo peligrar el proyecto de modernización de regadío de la comunidad, para lo que ya han realizado las inversiones para ahorrar agua y energía, y si esto no se corrige, se tendrán grandes dificultades para hacer frente al pago del préstamo de modernización, debido a las pérdidas sufridas por la contaminación de las tierras y la destrucción de los cultivos".

Los regantes, además de hacer públicos estos hechos y acudir a la Fiscalía, se plantean otras medidas como acudir a la Unión Europea, cortar la Carretera de Doña Blanca o concentrarse ante el Palacio de San Telmo y el Parlamento Andaluz, así como pedir amparo al Defensor del Pueblo Andaluz.

1 Comentario

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último