Todo un mundo por descubrir a menos de seis kilómetros de El Puerto de Santa María. Así se percibe el gran complejo que el arqueólogo y catedrático de Prehistoria Diego Ruiz Mata está promocionando en la Sierra de San Cristóbal, un lugar donde la magia, la historia y la arqueología se funden, que está destinado a formar un gran espacio cultural, arqueológico y lúdico, de un gran valor paisajístico, único en Andalucía y en España.

Para poner sobre la mesa el valor que encierran estos espacios históricos y naturales se han creado dos entidades culturales, con dos personalidades distintas pero complementarias. Por una parte la Fundación de Estudios Fenicios y Mediterráneos (FEFeMe), y por otro la Asociación Amigos de la Fundación del Centro de Estudios Fenicios y Mediterráneos Castillo de Doña Blanca, formada por unas 200 personas y presidida por María Antonia Martínez Valera, una entidad nacida para dar a conocer y promocionar todo lo referente al mundo fenicio, con especial incidencia en el ámbito arqueológico de Doña Blanca, y en especial para impulsar el ‘Proyecto de parque cultural, arqueológico y lúdico de la Sierra de San Cristóbal’.

El catedrático de Prehistoria, durante la visita organizada este fin de semana a los lugares culturales de la Sierra.

Ambas entidades se han constituido en estos últimos meses, una con un sentido más académico y la otra más divulgativo, y ya han comenzado a organizar actividades para que sus socios y simpatizantes puedan conocer el entorno que quieren defender, promocionar y poner en valor.

De esta forma, este sábado, día 1 de febrero, ambas entidades unieron esfuerzos y organizaron una visita a la Sierra de San Cristóbal para conocer estos lugares mágicos. Un grupo de algo más de 30 personas, entre ellos miembros de la asociación Amicenes, equipados con ropa y calzado adecuado para caminar por el campo, se dieron cita en el aparcamiento del complejo arqueológico de Doña Blanca para vivir esta aventura.

Aunque la idea inicial era subir primero a la cima de la Sierra de San Cristóbal hasta el conocido ‘Balcón de la Bahía’, donde se encuentra la bodega completa más antigua del mundo, el recorrido comenzó en el propio yacimiento, debido a la niebla que cubría la marisma y dificultaba la visibilidad.

La visita inaugura una serie de rutas guiadas que tendrán continuidad en próximas semanas

Siguiendo las explicaciones de Diego Ruiz Mata el grupo conoció en profundidad el yacimiento (la zona excavada). Posteriormente, los asistentes, provistos de un plano con los elementos del parque cultural, arqueológico y lúdico, se trasladaron a las cuevas cantera, de la que durante siglos se extrajo la piedra para construir cientos de edificios monumentales, como la catedral de Sevilla.

Allí, en el interior de la que fuera bautizada por el artista canario César Manrique como ‘Cueva de la Luz Divina’, los asistentes disfrutaron una serie de audiciones musicales, que tuvieron sobre todo un carácter experimental, para comprobar las condiciones de sonoridad que conservan estos grandes espacios labrados en el interior de la montaña.

El grupo participante en la ruta guiada por el futuro parque arqueológico, lúdico y turístico.

El grupo no pudo acceder a la cueva cantera por su entrada original, taponada por arbustos y retamas, por lo que se deslizó a través de un tragaluz, descubriendo con indignación cómo una parte de las cuevas es usada aún como vertedero de escombros y basura.

Tras la audición de música y poemas, estos “apóstoles de la cultura”, como los denominó Diego Ruiz Mata, se dirigieron al balcón de la Sierra, donde contemplaron las impresionantes vistas del estuario del Guadalete, y el catedrático les explicó la evolución del paisaje de la marisma desde la época fenicia hasta la actualidad.

La visita concluyó con una explicación sobre la bodega más antigua de Occidente, que tuvo un origen ritual y religioso; y el descubrimiento de la antigua necrópolis fenicia, situada en la ladera de la Sierra.