Enoturismo

La bodega más antigua de Occidente realza la importancia de Doña Blanca

  • El catedrático de la UCA Diego Ruiz Mata conduce la visita al yacimiento arqueológico y destaca lo excepcional del enclave en el Marco del jerez

  • Junta y Ayuntamiento apuestan por poner en valor el complejo con un centro de interpretación

El catedrático y arqueólogo Diego Ruiz Mata, explicando los restos de la bodega.

El catedrático y arqueólogo Diego Ruiz Mata, explicando los restos de la bodega.

El Día Europeo del Enoturismo tuvo ayer su jornada grande, con la visita al yacimiento arqueológico de Doña Blanca y a la que está considerada la bodega más antigua de Occidente, la cual fue conducida por el catedrático de la Universidad de Cádiz (UCA), Diego Ruiz Mata, arqueólogo director de las excavaciones que se han realizado en este yacimiento, que conoce como la palma de su mano cada vestigio que ha salido a la luz en este promontorio fenicio, formado por siete ciudades superpuestas durante una ocupación continuada de cinco siglos, que tuvo su inicio hace 2.700 años.

Para participar en la visita guiada, relacionada con el mundo del vino y el turismo e incluida en las ‘Jornadas del Mosto al Vino’, se dieron cita al pie de la torre de Doña Blanca aficionados, estudiantes y emprendedores relacionada con la vitivinicultura y la cultura del vino, empresarios y guías de turismo y personas interesadas en la historia y la arqueología. En ella estuvo igualmente la concejala de Cultura, María Eugenia Lara, así como el director del yacimiento arqueológico, Francisco Alarcón.

El grupo de estudiantes, empresarios y técnicos de turismo participante en el evento. El grupo de estudiantes, empresarios y técnicos de turismo participante en el evento.

El grupo de estudiantes, empresarios y técnicos de turismo participante en el evento.

Antes de comenzar el recorrido, el catedrático quiso explicar la importancia de la bodega que fue excavada en la cima de la Sierra de San Cristóbal en 1991, que está considerada como la más antigua de Occidente, y que cumplía una función religiosa, de manera que ha sido “la estrella en un congreso científico internacional” celebrado recientemente en Córdoba. Esta antiquísima bodega, actualmente tapada, tiene la peculiaridad de que está relacionada con tres santuarios dedicados a la divinidad, en los que los fenicios realizaban ofrendas rituales de tipo betílico, en unos cultos en los que el vino tenía un significado religioso, por cuanto su objetivo “era llevar a la psique a un estado superior, trascender la condición mortal y acercarse a la condición espiritual”. El catedrático y arqueólogo volvió a proponer la creación de un centro de historia del vino en el entorno de Doña Blanca, ya que en dicho yacimiento “está condensada toda la historia del vino” desde que los primeros colonizadores púnicos lo trajeron desde Oriente, y ese es un elemento diferenciador respecto a cualquier otro enclave histórico.

Por su parte, la concejala de Cultura y Patrimonio Histórico, María Eugenia Lara, secundó la propuesta del catedrático Diego Ruiz Mata, le dio las gracias por dirigir la visita y por dar al yacimiento “el valor que merece”. Del enclave destacó que puede dar un impulso al enoturismo y “transformarse en su piedra angular”. La concejala destacó en este sentido el interés tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Andalucía en relanzar y poner en valor el conjunto, y que en días pasados se reunió con el delegado territorial Daniel Moreno, y la secretaria general de Cultura, Cristina Saucedo, que le expresaron la voluntad de la administración autonómica de construir el centro de interpretación, mejorar la señalización del yacimiento y las instalaciones del complejo. “Quieren darle un impulso importante”, aseguró la concejala, aludiendo a la administración titular del enclave arqueológico.

La visita forma parte de las actividades incluidas en las ‘Jornadas del Mosto al Vino’

En esta idea abundó el catedrático durante toda la visita, en la excepcional importancia que tiene el yacimiento de Doña Blanca, donde se conserva el antiguo puerto, varias ciudades superpuestas, tres murallas defensivas, el complejo industrial y la necrópolis, lo cual es algo inédito.

Además de la bodega púnica de la Sierra, también en el enclave arqueológico se puede ver un complejo de crianza de vino, que se conserva parcialmente, con los lagares, piletas y salas donde se quemaba el incienso para la divinidad. Para los fenicios, el vino estaba relacionado con los cultos religiosos; la cultura púnica no se comprende sin los ritos en torno al vino, y la bodega más antigua de occidente realza la importancia de Doña Blanca en la historia de la cultura europea.

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