Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Tribuna Libre

Antes de emigrar

Francisco Aurelio Dávila Rosso.

Francisco Aurelio Dávila Rosso.

Como la calma previa a la tempestad. Comienzo esta mi nueva aventura aún si moverme, aún en mi sitio, aún en lo que en mis veintiocho años de vida he considerado y considero mi hogar, mi familia, mi barrio, en definitiva, aún saboreando las mieles de la presencia de mi musa perfecta.

Cuando recibí la llamada nacieron en mí dos sentimientos opuestos: la alegría por ser valorado y tener en mis manos una gran oportunidad y la tristeza de , como si de un religioso se tratase, abandonar todo para comenzar una nueva vida inédita en mi proceder, tan solo por perseguir una vocación: la docencia. Barcelona. Jamás podría haber imaginado, que un loco poeta y enamorado de su ciudad de El Puerto de Santa María , gaditana, tradicional y folclórica, acabaría yéndose de su microuniverso de la inspiración para encontrar un futuro laboral en tierras catalanas. Poco o nada sé de mi nuevo hogar, exceptuando un poco de su historia artística y literaria. Grande es la expectación cuando además me toca irme a tierras que por su situación política son el centro de la polémica. La verdad es que en el fondo de mi corazón y de mi pensamiento poco me importa cómo gestionen los catalanes su comunidad. Allá cada uno con su patrimonio y sus sentimientos.

Mi preocupación siempre ha sido otra, mi joya de la Corona, mi paraíso próximamente perdido: Andalucía y si me apuran: Cádiz y El Puerto. Lagrimas de libertad marinas derramarán mis ojos y mis versos cuando el próximo día veinticinco mis pies abandonen mi hogar en dirección a Terrassa, donde habitaré sine die. Atrás quedaron mis tardes de paseo por el barrio, mis noches flamencas, mi etapa de locutor o los días cubriendo o presentando con amor actos tradicionales o solidarios. Ya veo el final.

Veo acercarse el momento de partir; de abandonar mi mundo para renacer lejos. Solo puedo prometer una cosa: no dejar de escribir y de dedicarle versos a mi ciudad, a la que tanto he dado por amor y de la que tanto he recibido en mi construcción como persona . No sé cómo será el magnifico colegio al que voy ni cómo resultará mi adaptación a mi nueva " guarida del loco" ni mis nuevos alumnos .

No sé cuál será mi aprendizaje, cuales mis obras ni cuán intensa mi nostalgia. Solo puedo esperar a que sean la vida y el tiempo quienes me saquen de duda y determinen cuál será el tono y el contenido de mis próxima carta, la cual me he comprometido a escribirte. Sean estas líneas el testigo fiel de las palabras que a tí, querido lector , te dedica el que dentro de unos días pasará a ser un loco poeta andaluz emigrante.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios