Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Tribuna Libre

Predicar con el ejemplo

Una imagen de la Sala Pozuelo de propiedad municipal y en ruinas desde hace más de una década.

Una imagen de la Sala Pozuelo de propiedad municipal y en ruinas desde hace más de una década. / D.C.

Leo en este Diario que el pleno del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ha aprobado por unanimidad “la aceptación de las competencias de la Delegación de Con Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía”.

Con ello se permitirá “la concesión de licencias de obra en el casco histórico” salvo una serie de excepciones relativas a bienes de interés cultural, monumentos, zonas arqueológicas y elementos protegidos, entre otras.

Según los responsables municipales, se agilizarán los plazos para la concesión de licencias y los técnicos del propio Ayuntamiento serán más accesibles para quienes las soliciten.

Confiemos en que así sea porque los trámites burocráticos para cualquier reforma han sido la desesperación de muchos compradores de viviendas que en más de un caso han arrojado la toalla y maldecido la idea que tuvieron un día de invertir en esta ciudad.

Ahora que el Ayuntamiento tiene las correspondientes competencias, no caben más pretextos ni dilaciones, y sólo cabe esperar que se constituya cuanto antes la mesa técnica del Plan Especial del Casco Histórico, formada, según se anuncia, por funcionarios municipales y un arqueólogo de la Universidad de Cádiz.

Son todavía demasiados los edificios en estado semirruinoso cuyas fachadas, protegidas por viejas mallas desmerecen de un casco histórico que para sí quisieran otras ciudades andaluzas.

El Ayuntamiento podrá exigir a los propietarios de edificios en estado tan lamentable que acometan cuanto antes los trabajos de mantenimiento o reparación.

Pero no estaría mal que el propio Ayuntamiento, además de eliminar trámites burocráticos para los demás, predicara con el ejemplo porque algunos de esos inmuebles le pertenecen.

No se puede en efecto pedir a los particulares que hagan lo que tú mismo no pareces dispuesto a hacer.

Seguimos, por otro lado, sin saber a modelo de ciudad aspira El Puerto: si se apuesta por un turismo sostenible y de calidad con una vertiente cultural u otro alternativo de juerga y alboroto los fines de semana.

Cualquiera que haya tenido en casa a gente que visitaba por primera vez El Puerto habrá visto la dificultad de ofrecerles un programa cultural que ocupase más de una mañana o una tarde.

Debe de haber muy pocas ciudades cuyo pasado haya sido estudiado más en profundidad. Y, sin embargo, ese rico pasado parece relegado sólo a los libros de historia.

Lamento tener que repetirme, pero echo de menos museos, y no un simple “centro de interpretación” como el abierto en el palacio de Araníbar, dedicados a todo lo que en su día hizo rica a esta ciudad: el comercio transatlántico, la viticultura, la sal y la pesca.

Hay bodegas y edificios vacíos, ya sean particulares o propiedad del Ayuntamiento, capaces de acogerlos, y sólo basta imaginación y por supuesto también mecenazgo privado como el que existe en otros países para llenarlos de contenido.

¿No se ha pensado, por ejemplo, en organizar rutas culturales que incluyan una visita a las espectaculares cuevas de la Sierra de San Cristóbal de donde se sacó la piedra que sirvió para construir la catedral de Sevilla?

En esa sierra, donde está la línea divisoria entre Jerez y El Puerto, está además la que es, según los arqueólogos, la bodega más antigua de Europa, que no puede visitarse porque se tapó enteramente en su día para evitar daños.

Hay, eso sí, iniciativas privadas muy loables y dignas de apoyo como la Fiesta de los Patios- éstos son sin duda uno de los mayores atractivos de esta ciudad- y también las Jornadas de la Sal y el Estero, que ofrecen a vecinos y visitantes lo mejor de la gastronomía local.

Finalmente, hace falta animar a la gente joven a repoblar el centro histórico, y eso no sólo se conseguirá con apartamentos turísticos, sino ofreciéndoles viviendas asequibles en régimen de alquiler o de propiedad, sobre todo las de protección oficial.

Un último apunte: he visto con alegría que se han plantado naranjos y otros árboles en algunas calles en sustitución de los antes arrancados Ahora sólo hace falta que la empresa contratada para tal fin y todos los vecinos los cuidemos como se merecen.

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