Este miércoles se ha presentado en la bodega del Castillo de San Marcos la VI edición del Monkey Weekend, el festival heredero del Monkey Week que este año celebra en Sevilla su edición número XV, tras unos primeros años en El Puerto.

En la presentación han estado el teniente de alcalde de Fiestas, Patrimonio Histórico, Cultura, Flamenco, Comercio y Hostelería, David Calleja, en representación del Ayuntamiento;  el responsable del Área de Desarrollo Económico y Servicios a la Ciudadanía  de la Diputación de Cádiz, Jaime Armario; Inma Mainé por parte del Consejo Territorial de la SGAE en Andalucía; Clara Jiménez-Donaire, responsable de Marketing local de Cervezas Alhambra; Tali Carreto, codirector del festival; y el músico Paco Loco.

David Calleja abrió el turno de intervenciones agradeciendo el trabajo de todos los implicados en que el festival salga adelante, destacando que este año hay nuevos espacios para los conciertos, algunos tan inéditos como una pista de coches de choque, la centenaria  fábrica de harinas El Vaporcito, la bodega de Cacao Pico o el Hospitalito, enclaves muy relacionados además con el patrimonio portuense.

Jaime Armario, por su parte, destacó que este  festival cuenta con una amplia demanda por parte de los amantes de la música independiente, tras unos años difíciles a causa de la pandemia. La mismísima Rosalía pasó en sus inicios por el Monkey, como deja constancia una bota de vino  firmada por ella en Bodegas Caballero.

El flamenco tendrá también su sitio este año en el Monkey Weekend, de la mano de la SGAE, como una manera de fomentar un flamenco más mestizo, como dijo Inma Mainé, mientras que Clara Jiménez-Donaire destacó la oportunidad de descubrir a nuevas bandas.

Paco Loco, por su parte, que colaborará estrechamente con el festival junto a su banda, Los Jaguares de la Bahía, bromeó diciendo que en este festival "todo es zona VIP", en alusión al entorno en el que se integra que es el casco histórico portuense.

Cerró las intervenciones Tali Carreto, que destacó también el atractivo que suponen los nuevos espacios de los conciertos, en un festival que está ya muy enraizado en la ciudad. "Se puede acudir a los conciertos y a la vez disfrutar de la gastronomía local y darse un baño en la playa o echarse la siesta en el hotel, todo a poca distancia", destacó, como uno  de los elementos diferenciadores que distingue al Monkey Weekend de otros festivales que se celebran en entornos aislados.

"En el Monkey se rompen las barreras entre el público, la prensa y los artistas, con un espectro muy amplio de géneros y estilos",  afirmó el codirector del festival.

Las entradas se están vendiendo a buen ritmo, ya que este año la cita no coincide con otros eventos como el año pasado y hay más disponibilidad de alojamiento en la zona. Muchos hoteles hacen además descuentos a los asistentes y se mantienen los conciertos gratuitos en escenarios como el de la Plaza del Castillo. "Ojalá este festival dure muchos años y se convierta en un mono sabio y viejo", deseó.