Patrimonio histórico

Betilo denuncia a un pub por usurpar los soportales de la Ribera del Río, en El Puerto

Una imagen de los soportales en la esquina entre la Plaza de la Herrería y la Ribera del Río.

Una imagen de los soportales en la esquina entre la Plaza de la Herrería y la Ribera del Río.

La asociación Betilo ha presentado ante el Ayuntamiento de El Puerto una denuncia por la apropiación indebida de los soportales situados en la esquina Plaza de la Herrería con calle Ribera del Río por parte de un bar de copas.

La entidad expone en su escrito que los soportales, que constituyen una de las señas de identidad de El Puerto, fueron levantados en su mayoría en el siglo XVIII debido a los beneficios que reportaban al público, tal y como expresaban los diputados Luis Cortés y Francisco Álvarez en un informe que presentaron al Cabildo en marzo de 1764.

Betilo añade que "pese a su carácter público y al uso abierto a todos como lugar de paso y resguardo de que vienen siendo objeto históricamente, desde hace pocos años, con el incremento de la actividad de hostelería y la ausencia de una ordenanza especifica por parte del Ayuntamiento que regule las ocupaciones de la vía pública, se está produciendo una paulatina ocupación privativa de estos espacios, con grave perjuicio para el paso de los viandantes y para la imagen y la protección de los propios edificios que están catalogados dentro del conjunto Histórico–Artístico y por tanto sometidos a las normas del Peprichye".

La documentación que se conserva en el Archivo Municipal es clara, los soportales son públicos

En el caso concreto de los portales de la plaza de la Herrería esquina a la Ribera del Río, objeto de la denuncia, donde en la actualidad está ubicado el pub 'Macaco', la documentación histórica que se conserva en el Archivo Municipal es clara respecto al carácter público de los mismos.

Según consta en un Acta Capitular del año 1793 Bartolomé Ordóñez, caballero de la Orden de Carlos III, propietario e inquilino de la casa situada en la Ribera del Río esquina a la plaza de la Herrería, presentó al Cabildo una solicitud para reformar los portales por encontrarse el trazado de los mismos incompleto y en forma irregular y solicitó extender el portal hasta la esquina de la fachada de la casa, dejando en lo bajo el uso a beneficio del público como lo está ahora el portal hecho y en lo alto corren las viviendas", de donde se deduce que el portal es público y el vuelo es privado. Dicha solicitud fue aprobada el 21 de enero de 1793.

Carteles de aviso puestos por el pub. Carteles de aviso puestos por el pub.

Carteles de aviso puestos por el pub.

Betilo denuncia que "en dichos portales el pub anteriormente citado ha privatizado ilegítimamente el espacio público y para ello ha cerrado los huecos de las tres arcadas con estructuras metálicas fijas que soportan bancos interiores; ha instalado numerosos elementos tales como grandes maceteros en los accesos para estrechar el paso,  ocultado la techumbre original, sin ningún respeto al patrimonio, con un techo de escayola para situar el nombre del local y para colmo alerta a los viandantes con dos carteles en los que avisa que se está cruzando por una propiedad privada”.

Además, destacan que "en las horas de apertura del establecimiento al público, la colocación de mesas y taburetes, así como la acumulación de clientes hacen imposible a los vecinos el paso por la acera a través del soportal, teniendo que hacerlo por la zona de circulación de vehículos, con el consiguiente peligro".

Por todo ello Betilo ha requerido al Ayuntamiento  que retire de manera inmediata los carteles colocados en los dos accesos por la Plaza de la Herrería y la Ribera del Río. Asimismo,  ha solicitado que se ordene al titular del establecimiento la retirada de todos los elementos que están ocupando el espacio público y obstaculizan el tránsito de las personas.

Por último, la asociación recuerda al Ayuntamiento su obligación de recuperar en cualquier momento y siguiendo el procedimiento establecido la tenencia de los bienes de dominio público, como es el caso de los soportales, siempre que consten indicios de usurpación o haya sido perturbada su posesión. La entidad concluye pidiendo "que no se permita que nos roben nuestra historia y nuestro patrimonio".

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