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El futuro pide ir sobre ruedas

  • El transporte público en Cádiz ha vivido cuatro años de inmovilismo que obligan ya a renovar la flota y reordenar las líneas actuales

  • La ciudad necesita líneas circulares y transversales que agilicen el servicio y reduzcan trayectos y tiempos de espera

Parada del autobús urbano en el Trocadero, frente al muelle de la ciudad.

Parada del autobús urbano en el Trocadero, frente al muelle de la ciudad. / Julio González

Cádiz es una ciudad amable, una ciudad que invita a pasear, a caminar, y sobre la que se suele pregonar, como sentencia rotunda, que se puede ir andando a todos los sitios. Y es así en muchos días, en muchas circunstancias y para muchas personas. Pero otras dependen del transporte público para cubrir distancias que, por la kilométrica longitud entre algunos puntos de la capital, no son asumibles para ir andando todos los días. Los ciudadanos que trabajan, quienes tienen una consulta médica y, como otro de tantos ejemplos, los universitarios que deben estar a su hora para la clase o un examen precisan de unas líneas de autobuses urbanos públicos que, bajo la tutela municipal a través del correspondiente contrato, respondan con eficacia a las necesidades de la población, que reclama un servicio rápido, eficiente y a un precio razonable. ¿Y estos y otros detalles incluso más importantes se dan en Cádiz?

El futuro primer pliego

Para contestar a esta pregunta básica hay que partir de una situación anómala: el contrato público que rige el servicio de autobuses urbanos expiró en 2015, y ni se ha prorrogado desde entonces, como era práctica habitual desde hace décadas, ni se ha elaborado el anunciado primer pliego de contratación del servicio municipal de transportes, que aún no ha visto la luz y que se convierte desde ya en un elemento imprescindible para que el futuro en este campo vaya, de verdad, sobre ruedas.

Porque si algo ha caracterizado al servicio de autobuses urbanos en estos últimos cuatro años ha sido el inmovilismo. El servicio ofrece, por simplificar, los mismos defectos y las mismas virtudes, aunque las mejoras han sido mínimas y, en muchas ocasiones imperceptibles. Las líneas siguen siendo las mismas que hace muchos años, hay autobuses que acumulan ya una buena colección de sellos de la ITV y la política de bonobús tampoco ha variado: ni en su tipología, lo que es una malísima noticia, ni en su precio, lo que supone un cierto alivio para el bolsillo de los usuarios.

Líneas descompensadas

La ciudad cuenta desde hace muchísimos años con las mismas líneas de autobuses y con ese misterioso salto numérico digno de figurar en el inquietante listado del Cádiz oculto de Serrano Cueto: las líneas 1, 2, 3, 5 y 7, con las antiguas 4 y 6 caídas en la última y lejana reestructuración y con la 8 –sí, existió brevemente una línea 8 de plaza de España a El Corte Inglés– vencida por su escasa operatividad y utilización.

Un rápido análisis de las líneas existentes daría como resultado que se tratan de unas líneas ciertamente descompensadas. No hay que ser un lince para comprobar, día a día, que la línea 1 es la reina de la corona del transporte público –es evidente que es la más utilizada– en número de vehículos y por tanto de frecuencia de paso, y la línea 2 es lo más parecido a un tormentoso y larguísimo recorrido que la hace lenta y muy incómoda.

La 3 y la 5 viven en mundos casi paralelos, con la segunda realizando un forzado itinerario para llegar a la barriada de Astilleros y a las puertas del centro comercial Bahía de Cádiz. Y la 7, aquella apuesta de línea rápida universitaria del gobierno municipal de Carlos Díaz, que con el paso de los años fue perdiendo su calificativo de rápida con el añadido de paradas que antes se saltaba.

Líneas circulares y transversales

La primera conclusión es que Cádiz necesita de una profunda reordenación de sus líneas de autobuses y de la creación de las primeras líneas circulares de la ciudad, además de la puesta en marcha, cuando los pisos de Cooperativa sean derribados y la avenida de Huelva entronque con la de la Constitución de 1812, de alguna línea transversal que comunique la ciudad a lo ancho.

Hasta el momento, ha sido el PSOE el único partido que ha hecho pública una propuesta concreta y detallada para el transporte urbano, en el que están contempladas estas líneas circulares, en su caso en el casco histórico y por las transversales. El PP también apuesta en su programa por líneas circulares por la transversal de Varela y Ciudadanos por el casco antiguo, aunque ambos sin ofrecer más detalles. En el programa de Adelante Cádiz, por su parte, figura de manera general una mejora y reordenación del transporte público y al menos una línea transversal.

Tiempo de espera

Detrás de estas promesas de reordenación de líneas se debe encontrar la mejora de los tiempos de espera en las paradas, algunas veces insufrible para el usuario por ser excesivo y motivado, en ocasiones, por el tráfico de cada día y, también, por el número de vehículos que cubre el trayecto de cada línea en determinados tramos horarios.

Es evidente que los responsables de la empresa tienen en cuenta para estos tiempos de espera la demanda ciudadana en cada una de las franjas horarias, pero también ocurre que son frecuentes los días en los que una línea repite retrasos con los autobuses llenos en determinados momentos de la jornada, en la misma hora y en la misma parada. Acortar el recorrido de algunas líneas y reforzar otras podría traer la solución.Y no de estos últimos cuatro años, sino de los anteriores con el gobierno municipal del PP, son los paneles electrónicos que en algunas paradas informan del tiempo de llegada del bus, además de la información grabada que se ofrece en el interior del vehículo anunciando la próxima parada. El número de paneles no ha aumentado desde entonces.

Sí extraña, y mucho, que el servicio no tenga por sí mismo una aplicación para conocer el tiempo de llegada a la parada –existe una pero es particular– y que la única referencia sea entrara en la página web de Tranvías para conocer con cierta exactitud los trayectos de las distintas líneas en tiempo real. Y no siempre funcionan.

Modalidades de bonobús

El cambio de soporte de la tarjeta de bonobús, que hace ya algunos años dejó atrás los antiguos cartones que servían para cancelar cada viaje, no vino acompañado en Cádiz de otra mejora necesaria: la implantación de una vez por todas de un bonobús con un precio fijo mensual y sin límite de viajes. Con Jaén, es la única capital andaluza que carece de esta modalidad en su título de transporte. Hay bonobús con precios especiales para determinados colectivos, pero no para el usuario habitual que, por ejemplo, debe hacer cuatro viajes el día y a quien no le queda más solución que recargar una y otra vez su bonobús sin que, al menos ya es un alivio, haya subido su precio en los últimos años.

Otra dificultad relacionada con el bonobús es el trámite que hay que hacer para sustituirlo si la tarjeta se desactiva. Es posible recuperar de inmediato el saldo, pero hay que ir a la central de los autobuses en Zona Franca, o acudir al quiosco de la plaza de las Tortugas con una nueva tarjeta comprada en una tienda y entregar a un inspector ambas tarjetas para recogerla horas después.

Nuevos autobuses

La flota de autobuses gaditanos cuenta con bastantes vehículos antiguos. En este punto se hace más que indispensable que se elabore un nuevo pliego que, además de subsanar algunos problemas, sirva para renovar la flota con autobuses nuevos, más cómodos y menos contaminantes. Y apostar, como hacen varios partidos en su programa, por los vehículos híbridos, después de la prueba, parece que positiva, que se realizó hace algunos meses de en todas las líneas.

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