Las agrupaciones del mito hasta 2009

'Yo parí a Juan Carlos Aragón', sus memorias carnavaleras en Diario de Cádiz

  • Hace diez años el llorado autor, que hoy cumpliría 52 años, escribió de su puño y letra una serie sobre su trayectoria hasta aquel momento para el suplemento del Carnaval de este periódico que ahora recuperamos

El carnavalero Juan Carlos Aragón durante un encuentro digital en Diario de Cádiz en el año 2011.

El carnavalero Juan Carlos Aragón durante un encuentro digital en Diario de Cádiz en el año 2011. / Joaquín Hernández Kiki

“Voy a escribir lo contable y también parte de lo incontable”. Con esta jugosa declaración, Juan Carlos Aragón anunciaba hace diez años el comienzo de una serie de artículos salidos de su puño y letra en los que desnudaría su trayectoria carnavalera hasta entonces, hasta 2009, para los lectores de Diario del Carnaval. “Vivencias para tener y otras para borrar”, decía también el llorado autor fallecido el pasado 17 de mayo, que el equipo de Carnaval ha querido recuperar en el décimo aniversario de su publicación y como homenaje póstumo al coplero que ojalá en el día de hoy hubiera cumplido 52 años.

“De mi persona, por suerte o por desgracia, se han dicho muchas cosas –reconocía Aragón en una entrevista realizada por la periodista Alicia Ruiz el día antes de que saliera a la luz el primero de los artículos del carnavalero– pero no todo lo que se ha dicho es cierto”. Por eso, el autor de 'Los yesteday' aceptó aquella oferta de Diario de Cádiz, que el propio autor tituló Yo parí a Juan Carlos Aragón, y se lanzó a contar su historia.

Un relato, desde su "prehistoria en juveniles" a 'La banda del Capitán Veneno', que escribía al mismo tiempo que las últimas letras de ‘Los comparsistas se la dan de artistas’, la comparsa con la que Juan Carlos Aragón acudió al Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz de 2009. Aquí, su legado que se publicó diariamente entre el 24 de enero y el 12 de febrero de hace una década:

Con la ilusión de siempre...

Juan Carlos Aragón (tercero por la izquierda de la fila superior) posa con el resto de componentes de ‘Los contrabandistas. Juan Carlos Aragón (tercero por la izquierda de la fila superior) posa con el resto de componentes de ‘Los contrabandistas.

Juan Carlos Aragón (tercero por la izquierda de la fila superior) posa con el resto de componentes de ‘Los contrabandistas.

Con este título, el carnavalero del barrio de La Laguna encabezaba la historia de sus primeros pasos en la fiesta. Fue el primero de los artículos de la serie Yo parí a Juan Carlos Aragón donde confesaba que "después de escuchar a ‘Los mandingos’ me di cuenta de que quería ser comparsista", con lo que en el año 1983 escribió su primera comparsa juvenil, ‘Los contrabandistas'.

El relato en el que también hablaba de la comparsa 'Juerga' y de la chirigota, ya en adultos, 'Los tartajas tajarinas' estaba acompañado, como después lo estarían todos los demás, por una letra y un comentario sobre ella de su autor. 

"La verdad es queme da un poquillo de corte que se publique esta letra. Aunque en su día fue, evidentemente, pública, hoy la considero muy privada. Es como sacar del baúl la foto de tu primera novia y enseñarla. Como veis, no dice nada especial, ni especialmente bien dicho. Su único valor radica en ser el primer pasodoble que escribí y canté en las tablas del Teatro Falla con 15 años", dijo.

Dos peasso coro

Juan Carlos Aragón, en el centro de la imagen, canta en la batea del coro ‘Estamos en Babia’. Juan Carlos Aragón, en el centro de la imagen, canta en la batea del coro ‘Estamos en Babia’.

Juan Carlos Aragón, en el centro de la imagen, canta en la batea del coro ‘Estamos en Babia’.

En el segundo de los artículos de la serie, Juan Carlos Aragón revelaba su pasado corista pero, también, sus muy interesantes años de formación en Sevilla y de cómo se le despertaron los apetitos de la poesía de la mano de Mario Benedetti y Neruda y de su admirado músico Silvio Rodríguez. 

'Estamos en Babia' y 'El danubio azul' fueron los coros en los que colaboró el coplero junto a su amigo Rafael Llompart. Y aunque su futuro no estaba allí, de esa experiencia sacó dos peasso coros. "Con el primer peasso, hice mis dos primeras chirigotas; y con el segundo peasso, la tercera, la cuarta y parte de la quinta", confesaría.

Esta pieza fue acompañada por la letra de uno de los tangos que hizo para 'El danubio azul' del que diría: "La razón es la única facultad que nos distingue de los animales; aunque a algunos animales de los nuestros no les distingue facultad alguna. Entre ellos, reservo un apartado especial para los que nos enseñaron el catecismo; y otro, para los que nos lo cambiaron. La común unión de los cristianos provocó que yo dejara de rezar. AMEN".

Como la torre de preferencia

La chirigota ‘Un peasso coro’ en una de sus actuaciones en plena calle en el Carnaval de 1994. La chirigota ‘Un peasso coro’ en una de sus actuaciones en plena calle en el Carnaval de 1994.

La chirigota ‘Un peasso coro’ en una de sus actuaciones en plena calle en el Carnaval de 1994.

Archiconocida fue la promiscuidad de Juan Carlos Aragón en cuanto a las alineaciones de sus formaciones, pero en la tercera entrega de sus memorias para Diario de Cádiz llegó a confesar que el mejor grupo de su trayectoria hasta entonces había sido el de la chirigota 'Un peasso coro' por una sencilla razón: "Es muy difícil llegar tan lejos cantando tan mal".

Con esta agrupación nació realmente el Juan Carlos en estado puro y salvaje que, durante todo su recorrido posterior, intentaría educar y refinar. A 'Un peasso coro' dedicaría el autor una página completa donde también tendría cabida uno de sus cuplés más emblemáticos que se ocupó de comentar de esta manera:

"Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, dice el refrán. Pero como yo no soy conformista, entendí que era mejor darle la vuelta al refrán: Dime de lo que carezco y te diré de lo que presumo".

Qué guay, picha

Componentes de ‘Los tintos de verano’ esperan la hora de su actuación en los camerinos del Teatro Falla. Componentes de ‘Los tintos de verano’ esperan la hora de su actuación en los camerinos del Teatro Falla.

Componentes de ‘Los tintos de verano’ esperan la hora de su actuación en los camerinos del Teatro Falla.

Con un mensaje subliminal "muy borde" implícito, una afrenta contra "la primera estúpida generación de la degeneración", la del botellón, en 1995 Juan Carlos Aragón sacó ‘Los tintos de verano'.

El pasodoble del barrio, el cuplé al cartel del Carnaval, copla antimilitarista a los Cuarteles de Valerita... Mucho, pero que mucho, dijeron esos 12 tintos sacados de la imaginación de un autor que contaba con 27 años, muchas ganas de pasarlo bien pero, también, de ir dejando su huella. Todo eso lo contaba Juan Carlos en un artículo trufado de anécdotas personales.

"Una de las claves de la autoestima de un chiquillo radica en su nombre. Nunca entenderé qué pasó por las cabezas de aquellos padres que decidieron bautizar a sus hijos con un nombre judío. Pero Palestina vencerá", dejaba como comentario (lamentablemente, todavía tan actual) Aragón sobre el pasodoble que completaba la página.

El otro peasso de coro

‘Los guiris’, con José Fierro en primer término, fue la primera agrupación de Juan Carlos Aragón que se metió en una Gran Final. ‘Los guiris’, con José Fierro en primer término, fue la primera agrupación de Juan Carlos Aragón que se metió en una Gran Final.

‘Los guiris’, con José Fierro en primer término, fue la primera agrupación de Juan Carlos Aragón que se metió en una Gran Final.

Primera gran final, primer matrimonio y primer cambio de grupo. El año de 'Los guiris' fue señero en la trayectoria de un coplero que decidió tomarse "más en serio" la vida y el Carnaval.

Al menos, eso relataba en la entrega del 28 de enero de Yo parí a Juan Carlos Aragón donde el autor tiene bonitas palabras de amistad para Joaquín Revuelta ("de la poca gente de la que puedo presumir de haber conocido y haber mantenido una amistad real, más allá del carnaval, es de Juaki") y de admiración para Lali ("uno de los hombres que canta, toca, dirige y manda mejor en Cádiz"), además de explicar el parecido de su pasodoble con el de 'Los Cristobalitos'.

De la letra de unos de esos pasodobles, el que adjuntaba en la página, hablaba así: "Una de mis mayores frustraciones ha sido la de no haber podido tener nunca una patria de la que sentirme orgulloso. Y es que, Guerra Civil aparte, el españolito castizo ha hecho mucho el chorra allá por donde ha ido; y, durante largos años, ha presumido a los cuatro vientos justamente de aquello por lo que era el cachondeo de Europa. Menos mal que se ganó la Eurocopa este año".

Yo que tú no lo haría, forastero

Los pistoleros de ‘Kadi City, ciudad sin ley’ apuntan al público con sus babuchas de paño. Los pistoleros de ‘Kadi City, ciudad sin ley’ apuntan al público con sus babuchas de paño.

Los pistoleros de ‘Kadi City, ciudad sin ley’ apuntan al público con sus babuchas de paño.

"Un palo", escribía Juan Carlos Aragón al recordar a sus duros pistoleros del cercano Oeste a los que daban vida los integrantes de 'Kadi City, ciudad sin ley'. "El día después del cajonazo la depre me tuvo en la cama hasta por la tarde, que llegaron a mi casa el Yuyu y El Libi, que también se habían quedado fuera de la final, con media botella de anís", confesaba la bonita manera en la que superó el bajón de quedarse fuera de la Finalísima de 1997.

Una presentación inolvidable y unos pasodobles tan adelantados a su tiempo como el de 'Un día unos padres preocupados me dijeron...' tejían un repertorio que, a pesar de no tocar la gloria del Concurso, se quedó agarrado a la memoria de todo buen aficionado al Carnaval. 

Entre esas poderosas letras de gatillo rápido, el chirigotero eligió el pasodoble de Cádiz como cantón independiente para adjuntar a sus recuerdos escritos explicando que: "Aunque hoy día pienso que los nacionalismos exaltados son horteras y retrógrados, en aquella estaba convencido de que Cádiz era tan distinta al resto del mundo que debía, por derecho natural, ser un cantón independiente, aun sin estar convencido de que la independencia de Cádiz mereciera una guerra. Por eso escribí este pasodobleque tanto caló en el gaditanismo patrio".

¡AVE... si conviamos!

La chirigota 'Las ruinas romanas de Cádiz La chirigota 'Las ruinas romanas de Cádiz

La chirigota 'Las ruinas romanas de Cádiz

Llegaba el año 1998 y Juan Carlos Aragón alcanzaba la madurez compositiva en los pasodobles con una de sus músicas más recordadas, la de 'Las ruinas romanas de Cádiz'. Una chirigota de la que el propio autor confesaba en su artículo del 30 de enero que "El hecho de llevar unos pasodobles de los mejores que he hecho en mi vida provocó que se nos mirase más como una comparsa que como una chirigota, lo que nos perjudicó bastante". 

Esto, sin embargo, no significaba que el humor fallara ese año. Ni mucho menos, ya que queda muy claro que 'Las ruinas romanas de Cádiz era una gran chirigota. De hecho, uno de los cuplés más míticos de Aragón es el de la Blanca Paloma. Un cuplé del que confesaba que "además de gracioso, tenía ese punto escandalizador de mentes puritanas que tanto me pone". 

Fue un año de incorporaciones importantes en el grupo, ya que se unieron gente conocida de la fiesta como el Libi, Pati, Ignacio, Juan Fernández y Javi Bohórquez, con el fraguó un enorme matrimonio carnavalesco que ha durado hasta 'La gaditaníssima'. Sin embargo, a pesar de ser una agrupación muy recordada, todo acabó en otro cajonazo que provocó un nuevo cambio de rumbo en su trayectoria.

De todo el repertorio, la letra más recordada es el pasodoble 'En el Norte los del Norte', del que Aragón comentó en su página que "hice una recreación del conflicto ético-político internacional Norte-Sur. Pero hubo quien pensó que el pasodoble iba dedicado a los vascos y a los catalanes. Por eso, ni nos dieron el Premio Andalucía, ni ná. Ese año no di una. Pero ahí quedó para la historia".

Y menos trabajo... y más carnaval

Una imagen de 'Los yesterday', la chirigota que rompió moldes. Una imagen de 'Los yesterday', la chirigota que rompió moldes.

Una imagen de 'Los yesterday', la chirigota que rompió moldes.

Y la gente que no se reía los ensayos... De 'Los Yesterday'... Sí, señor, con "incertidumbre". Así vivió el autor, y así lo rememoraba diez años después, un 31 de enero de 2009, la preparación de la que fue una de las agrupaciones que ocupa un lugar destacado en el Olimpo de las chirigotas de todos los tiempos.

"En los ensayos, cuando la gente venía a escucharnos no se reía ni aunque le hiciéramos cosquillas. Menos mal que la última semana se produjo un monumental giro de tuerca", explicaba Juan Carlos Aragón que contó con detalle todo lo vivido en el último Carnaval del siglo XX del que se despidió por todo lo alto (y al que dedicó un pasodoble para enmarcar). "Después de aquello pude perfectamente haber dejado el carnaval, pues nada de lo que vino detrás fue mejor. Pero fue mayor la gula y seguí", reconocería.

Para acompañar el texto, el coplero eligió la letra del pasodoble con el que iban a concursar al certamen de Coplas para Andalucía... A él le gustaba más: "Éste era el pasodoble con el que íbamos a concursar a los premios de las Coplas por Andalucía. El grupo me pidió que, si podía, trajese otro más “popular”, porque éste estaba muy subidito de tono, literariamente hablando, y la gente no lo iba a pillar. Al final accedí y traje el de Blas Infante. Pero por muy acertado que fuera el cambio, yo me quedo con el aquí presente".

Ni esto es flamenkito ni esto es ná

La chirigota que Juan Carlos Aragón sacó en 2000 parodiaba el nuevo flamenco que se estaba haciendo en España. La chirigota que Juan Carlos Aragón sacó en 2000 parodiaba el nuevo flamenco que se estaba haciendo en España.

La chirigota que Juan Carlos Aragón sacó en 2000 parodiaba el nuevo flamenco que se estaba haciendo en España.

Con 'Flamenkito apaleao', su autor confesaba que se metió en la Final "a lo justo" ya que aquel año pasaron seis chirigotas y su propuesta quedó "en un extraño cuarto lugar", extraño, aclaraba, "porque fuimos séptimos todo el Concurso".

Extraño también fue para Juan Carlos Aragón intuir, y finalmente saber, que “hiciera lo que hiciera, no competiría con las chirigotas de ese año, sino con Los Yesterday”, explicaría en el artículo con el que inauguraba el mes de febrero de 2009.

'Flamenkito apaleao' también encierra otra particularidad, el estreno de una larga relación cupletera, la de Aragón y las suegras: "Hay gente que tiene suerte con su suegra y gente que no. Yo soy tan vulgar que no la tuve. Pero no por ello, mi relación cupletera con ella/s debe entenderse como una cuestión personal. Siempre he visto en la suegra un filón para los cuplés, como lo he visto en una vecina que no existe. Con este estrené el primero de una larga serie. Quizás no sea el mejor, pero es el que contiene menos mala leche".

Como te coja en mi barrio

‘Los panteras’, en plena actuación, con Javi Bohórquez, Julio Álvarez y Bernardi Moreno. ‘Los panteras’, en plena actuación, con Javi Bohórquez, Julio Álvarez y Bernardi Moreno.

‘Los panteras’, en plena actuación, con Javi Bohórquez, Julio Álvarez y Bernardi Moreno.

Apología del código de honor de la calle, del que mira de frente y se quiere comer el mundo. Apología del macarrita y de la marca de barrio, eso fueron 'Los panteras' de un Juan Carlos Aragón que, por primera vez, tuvo que repartir su tiempo entre dos agrupaciones, su chirigota y la comparsa, su primera incursión en comparsa. El autor recordaba esa experiencia que después mantendría durante un periodo de tiempo. 

En el artículo el coplero reconocía que "en la chirigota surgieron los celos porque la comparsa pudiera atraer más protagonismo a causa del morbo que despertaba en el Concurso", con todo, Juan Carlos siempre tendría a 'Los panteras' un cariño especial porque, en su opinión de entonces, llevaba "la mejor música de pasodoble" que había hecho hasta el momento, por "la forma de cantar del grupo" y "de interpretar" y "de manera muy particular, con el monumental punteo que hizo Ismael a lo largo de todo el repertorio". Para él, "el más completo de la historia", se atrevió a poner negro sobre blanco.

Para su página de aquel día en Diario del Carnaval, el protagonista de la serie escogió la letra a Camarón: "Camarón, junto con Silvio Rodríguez y Bob Dylan, ha sido el gran ídolo musical de mi vida. La concesión de La Llave del Cante llegó muy tarde. Pero lo que me fastidió no fue eso, sino que convirtieran aquel reconocimiento en un acto institucional para que los politiquillos se pusieran medallitas, cuando no teníannada que ver con Camarón. Sinceramente, aquello me tocó los huevos".

La condena de ser comparsista

‘Los condenaos’, con Juan Carlos Aragón subido al patíbulo en una de sus actuaciones en el Falla. ‘Los condenaos’, con Juan Carlos Aragón subido al patíbulo en una de sus actuaciones en el Falla.

‘Los condenaos’, con Juan Carlos Aragón subido al patíbulo en una de sus actuaciones en el Falla.

El año 2001 marcaba todo un hito en la trayectoria carnavalesca de Juan Carlos Aragón y en la historia del Carnaval de Cádiz. Juan Carlos Aragón, de reo, a punto de ser condenado en la horca, cumplía su gran sueño infantil, hacer una comparsa. "Y encima con el grupo que más me había enamorado cantando en los últimos años", apuntaba en el artículo publicado el 3 de febrero, el grupo que hasta entonces había puesto en escena las letras de Antonio Martínez Ares, el grupo liderado por Subiela.

El morbo estaba servido, pero también la exquisitez y la altura de conceptos y lírica. 'Los condenaos', toda una declaración de intenciones en las que el autor iría profundizando en sus propuestas posteriores, vino a sacudir el Concurso y Aragón a propiciar algunos de los más bellos duelos, junto a Martínez Ares, que ha vivido la comparsa en el Carnaval de la era moderna.  

"Ésta no sé si ha sido mi mejor presentación en comparsas. Lo que sí sé es que una noche se me desbordaron la guitarra y la pluma (a la de escribir, me refiero), y disfruté componiéndola infinitamente más de lo que nadie haya disfrutado escuchándola. Aún no la entiendo. Por eso me sigue gustando tanto", dejó dicho Juan Carlos sobre esos primeros versos que se escucharon en el Falla de su comparsa.

P.I.C.H.A. es de Cádiz

‘Vota Picha’, durante una de sus actuaciones en el Concurso de 2002. ‘Vota Picha’, durante una de sus actuaciones en el Concurso de 2002.

‘Vota Picha’, durante una de sus actuaciones en el Concurso de 2002.

"La guerra de celos con la comparsa prosiguió, más aún después de que un cuplé de esta última provocara una helada acogida a la chirigota, que se metió en la final para ser quinta", encabezaba el autor los recuerdos de su chirigota 'Vota P.I.C.H.A.'

En el texto, Aragón repasa el frío recibimiento por parte del público, cómo se desanudaron las tensiones y los fallos durante el pase. Habla del inevitable desenlace ("chirigota me planteó que, si yo seguía escribiéndole a la comparsa, ellos no salían conmigo") y de como cada uno se fue por su lado "sin el menor mosqueo".

Otros ¿lazos? se rompían con esta chirigota. O eso creía Juan Carlos Aragón: "Dicen que con el franquismo acabó la censura. Yo, ideológicamente, y asumiendo mis humanas contradicciones (¿quién no las tiene?), siempre me he posicionado a la izquierda de la izquierda. De hecho, el PSOE nos contrataba a menudo para sus mítines de campaña y otros actos políticos. Pero desde el 2002, ya no lo hizo más. Y digo yo ¿sería por este pasodoble?"

Volver al paraíso

Pepe Chulián, Miguel Utrera, Rocky, Fernandi y Mariano, durante una actuación de ‘Los ángeles caídos’. Pepe Chulián, Miguel Utrera, Rocky, Fernandi y Mariano, durante una actuación de ‘Los ángeles caídos’.

Pepe Chulián, Miguel Utrera, Rocky, Fernandi y Mariano, durante una actuación de ‘Los ángeles caídos’.

"Recuerdo que la primavera de 2001 fue una de las épocas más críticas de mi vida a nivel personal (...) producto de aquellos espantos y decadencias, me sumergí en la confección de la comparsa más compleja y profunda que he hecho: ‘Los Ángeles Caídos’", analizaba, y acertaba, su creador que el 5 de febrero dedicó su espacio de Yo parí a Juan Carlos Aragón a su primera gloria en comparsa.

Un primer premio que el autor intuyó "desde que empezamos a montar los primeros compases", aunque lo que no imaginaba era "que un primer premio se pudiera rodear de tantas turbulencias y episodios amargos". De todos ellos, especialmente, de "la guerra" de su grupo con la comparsa rival, escribió Aragón en este artículo en el que confiesa que se avergonzó "de ser carnavalero, tanto por haber entrado al trapo de una guerra que no era mía, como por la reacción del público". De hecho, autor y comparsa tuvieron que salir del Falla "escoltados por 20 policías" la noche que cantaron el dichoso cuplé.

No, no escogió esa pieza Aragón para acompañar el artículo sino el "mejor" pasodoble, a su juicio, que hizo ese año: "La Oda al vino, de Pablo Neruda, ha sido uno de los poemas que más me ha emocionado de cuantos he leído. Respetando a la autoridad, creí que todavía era posible abordar al fruto de la vid desde una perspectiva paralela para cantarla en carnaval. Y aunque el grupo decidió no cantarlo, para mí fue el mejor pasodoble que hice ese año. Un trago y salud".

Mi piel es mi tierra

Ángel Subiela y Carli, en primer término, cantan durante uno de los pases de ‘Los americanos’. Ángel Subiela y Carli, en primer término, cantan durante uno de los pases de ‘Los americanos’.

Ángel Subiela y Carli, en primer término, cantan durante uno de los pases de ‘Los americanos’.

Fin de un ciclo, el de Juan Carlos Aragón con el grupo liderado Ángel Subiela, representa la comparsa 'Los americanos’ a la que su ideólogo dedicó el artículo publicado el 6 de febrero en este periódico.

"La falta de sintonía de aquel año quedó patente desde el principio, aunque al final el amor propio de todos nos hizo sacar una comparsa que fue primera hasta la última función", relataba Aragón al que le costó "la misma vida" que la agrupación viera el tipo de ‘Los americanos’. Es más, describía el autor "el ambiente enrarecido" con la formación que incluso "conociendo el pasodoble desde el mes de junio y llevando más de un mes de ensayo, quisieron que les trajera otro pasodoble". Petición por la que no tragó quedándose la melodía original. Eso sí, también reconocía el coplero que no estaba pasando por un buen momento personal y que eso afectó a la relación.

"Digo por ahí que el pasodoble de ‘Los Americanos’ no era un pasodoble en sí, sino una canción adaptada. Prueba de ello son estos versos en los que reivindico la pureza y la atemporalidad del amor cuando se escribe con mayúsculas. Muchas veces me han preguntado cuál fue la musa. Cuando el amor se escribecon mayúsculas, la musa es el Amor Mismo", dejó escrito sobre el pasodoble que completaba su relato.

La única sangre que bebo

Una imagen de la comparsa 'Los inmortales'. Una imagen de la comparsa 'Los inmortales'.

Una imagen de la comparsa 'Los inmortales'.

"Hoy empieza una nueva era. Era que puedo denominar con todo derecho la de mi comparsa, propiamente dicha". Aragón empieza así sus recuerdos sobre 'Los inmortales', "una de mis comparsas más emblemáticas", apuntaba, pero que se quedó fuera de la final: "La reacción del público quedó por debajo de las expectativas. No se enteró de ná y el jurado, menos".
 
Aragón conforma el grupo con componentes de sus anteriores chirigotas y jóvenes que vienen de las comparsas de Jesús Monge. "Con ese grupo, la única dificultad que tuve fue intentarlos hacer cantar como yo quería, como siempre se cantó en Cádiz, rapidito, a contratiempo y sin meter la voz. Lo que ocurría es que desde hacía dos décadas, en Carnaval se había introducido una corriente rociera que puso de moda el cante lento, a compás, espeso y chillado, y para estos chavales era el único referente que había", cuenta.
 
Confiesa que le "fastidió ver la final por la tele", aunque se consoló con 'Los veteranos del Vietnam' (chirigota con letra de José Manuel Sánchez Reyes y música de Aragón),  porque, además, el autor encuentra musa real ese año, "y eso es lo mejor que te puede pasar a la hora de escribir". "Como digo por ahí arriba, lo mejor que te puede pasar al escribir es que las musas sean reales, que estén contigo y que duerman a tu lado. Esa declaración es especialmente sentida y juvenil, y si observáis alguna imprecisión es porque no la escribí yo. Fue la musa, que me agarró de la mano y, de un plumazo, me hizo esto" es el comentario del autor a la letra elegida para ilustra este capítulo.

El más golfo de Cádiz

La comparsa ‘El golfo de Cáiz’ consiguió un quinto premio en el año 2005. La comparsa ‘El golfo de Cáiz’ consiguió un quinto premio en el año 2005.

La comparsa ‘El golfo de Cáiz’ consiguió un quinto premio en el año 2005. / J. Z.

"Confieso que cuando empezaba el punteao, yo me iba a la Barraca a comprar gusanitos y, cuandovolvía, todavía no habían llegado al trío", ironizaba el comparsista en la página dedicada a 'El golfo de Cádiz', una comparsa de la que no se sentía "especialmente orgulloso".

A sus luces y sombras, y a las luces y sombras de la etapa personal golfilla por la que atravesaba también dedicó Aragón unas líneas en el artículo donde confiesa que lo mejor de ese Concurso fue el pregonero: "Menos mal que el insufrible tedio de aquel año lo alivió el pregonero, un tal Alejandro Sanz que era coleguita mío y que me había paseado dos canciones por los cinco continentes".

Quizás y a lo mejor, sólo a lo mejor, esa insatisfacción con la comparsa se vio reflejada a la hora de escoger una letra para rematar la historia, ya que Juan Carlos nos envió el pasodoble que dedicó a la chirigota con un desenlace, que contemplado desde el triste presente, nos ofrece, al menos, algo de paz: "El mundo del coro me gustaba poco; el de la chirigota, mucho; y el de la comparsa, nada. Eso no quiere decir que no me guste la comparsa. Es su mundo lo que no me gusta. Y, aunque con el tiempo, haya aprendido a hablar el idioma de ese mundo, tengo nostalgias de mi país, de mi lengua madre y del rollo con mis paisanos, que estaban más sanos y no llevaban puñales encima".

Y seguí haciendo el paria

La comparsa ‘Los parias’ interpreta un pasodoble en una de sus actuaciones en el Falla. La comparsa ‘Los parias’ interpreta un pasodoble en una de sus actuaciones en el Falla.

La comparsa ‘Los parias’ interpreta un pasodoble en una de sus actuaciones en el Falla.

Aragón fue “poseído por el espíritu del Ché y su pasión por redimir a la humanidad” y decidió meterse en la piel “del estamento más bajo del extrarradio social, el del paria, el que nada tiene que perder”. Lo que se vio al abrirse las cortinas en el debut de la clasificatoria, según relataba en el artículono era lo que Juan Carlos había visualizado en su mente. Veía “a 15 tíos vestidos como si fueran monjes ambulantes del siglo XIII”. Con esto aprovechaba para dar un palo a los artesanos del Carnaval.

El caso es que entendía que la comparsa le entrara a la gente por los oídos, “pero no por los ojos”. De ahí que no se viera con “argumentos” para pedir más “que aquel cuarto premio cagao que nos dio el jurado”. Luego, el verano acabó con muchos problemas en el seno del grupo, como era casi habitual en aquellos tiempos en la comparsa del Capitán Veneno.

“En la entrevista que precedió a estas entregas, dije que contaría lo contable y parte de lo incontable. Pues el pasodoble que aparece hoy pertenece a la otra parte de lo incontable, a la que no se puede contar porque implicarían a terceros de los que ya no tengo ni fuerzas para acordarme”, escribía, intrigante, el comentario de la letra de la página.

Gracias, América

Aragón y Catusa Silva, director de ‘Araca la Cana’ uruguaya, forman piña con la comparsa gaditana. Aragón y Catusa Silva, director de ‘Araca la Cana’ uruguaya, forman piña con la comparsa gaditana.

Aragón y Catusa Silva, director de ‘Araca la Cana’ uruguaya, forman piña con la comparsa gaditana. / Julio González

El coplero reconocía estar “un poco harto de ya de comparsas oscuras” y dio un giro a la alegría atendiendo a la petición de integrantes de su grupo que le proponían sacar “algo por Sudamérica”. Sus inquietudes sociales por lo latinoamericano y su amor por el folklore de allende los mares le llevaron a componer una de sus mejores creaciones: 'Araka la Kana'. Era un homenaje a la murga uruguaya más combativa, 'Araca la Cana'.

Contaba Aragón que fue la comparsa “que menos trabajo me costó hacer”, coronada con una soberbia actuación en la final a las siete de la madrugada con un público entregado cantando “campeones, campeones”. Y así fue. Primer premio. La comparsa cruzó el charco para contribuir al hermanamiento de los carnavales de Cádiz y Montevido. Este hecho fue descrito así por el autor en este serial: “Solamente por la sensación de sobrevolar en avión tierras charrúas frente al Mar del Plata cobró sentido definitivo todo el tiempo que en mi vida le había dedicado al Carnaval”.

La felicidad se torció porque “hubo gente en aquel grupo que no supo estar a la altura histórica de Araka la Kana”. Tanto fue así que el creador de este primer premio de 2007 aseguraba que “lo de Araka, si hubiese acabado en el momento en que aterrizamos de vuelta en Jerez, habría quedado redondo”.

“Un día maté un gato y me pusieron Matagatos. Yo he consumido drogas, es cierto –quien esté libre de pecados que tire la primera piedra- y las dejé como las tomé: sin darme cuenta. De eso no me arrepiento. Pero sí lo hago de haberle dado un tratamiento tan frívolo a un problema tan serio, con las consecuencias que ello pudo haber acarreado para mi legión de jóvenes seguidores. Nunca máis”, explicó sobre la letra elegida para la página.

Si caminito del Falla...

La comparsa posa abrazada como selección nacional de fútbol para entonar el pasodoble dedicado a la letra del himno nacional. La comparsa posa abrazada como selección nacional de fútbol para entonar el pasodoble dedicado a la letra del himno nacional.

La comparsa posa abrazada como selección nacional de fútbol para entonar el pasodoble dedicado a la letra del himno nacional. / Jose Braza

Aquí está la comparsa que dio a Juan Carlos su sobrenombre carnavalesco: Capitán Veneno. El pasodoble que evocaba la gran noche de la final de 'Araka la Kana' se filtró antes de que empezara el Concurso y Aragón contaba que “parecía una joya, pero a las primeras de cambio se convirtió en la puta más barata que ha rulado por los móviles de tercera generación”. El comienzo de la copla en preselección motivó una “atronadora ovación”. Mitad porque la mitad del público se la sabía y mitad porque corría el rumor de que la comparsa iba a desechar la tan manoseada letra.

Volvía Aragón a las tablas sustituyendo a un componente que fue “baja a última hora por enfermedad (eso hay que decir, ¿no?)” y bromeaba con su aportación en voces, ya que “ni había ensayado ni me sabía las letras”. Finalmente, contra sus pesimistas pronósticos para una comparsa con la que se conformaba con cumplir de forma digna “pero olía más a madera que en Polanco”, 'La banda del Capitán Veneno' alcanzó la final. Y es que hay veces “que un bronce te sabe a oro”.

Para acompañar su artículo, el carnavalero escogió el pasodoble a la soledad: “A mí me gusta, de vez en cuando, pasar tiempo solo; pero no por enemistad con el mundo, sino por la necesidad de echar ratitos con esta muchacha que me cuida, me cree, me lava, me da de comer y hasta, de algún modo, me masturba”.

Cerrado por vacaciones

Juan Carlos Aragón con el tipo de 'Los americanos'. Juan Carlos Aragón con el tipo de 'Los americanos'.

Juan Carlos Aragón con el tipo de 'Los americanos'.

En la última entrega de Yo parí a Juan Carlos Aragón el coplero hacía balance de sus años de Carnaval preguntándose si “¿mereció la pena dejar la chirigota por la comparsa?” y confesando que la modalidad de los 15 componentes le tenía “un poco hastiado”.

Echaba de menos el carácter “gamberro y desinhibido” de las chirigotas y admitía que su sufrimiento comenzó “porque me había empezado a picar por conseguir finales y premios”. Era un mar de dudas porque de seguir en chirigota “quizás me habría quemado antes” y si no hubiese “catado la comparsa en toda su esencia, puede que me hubiese quedado algo-bastante frustrado de mi andadura por el Carnaval”

En aquel momento el autor no tenía claro por dónde tirar y esperaba, de cara al Carnaval 2010, que “el aire cálido de la primavera”, el que habitualmente le empujaba a casi acabar sus repertorios para el febrero siguiente, le brindase la inspiración necesaria.

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