Joaquín Revuelta ha sido la mano derecha de Juan Carlos Aragón en dos de sus etapas chirigoteras, la inicial con 'Un peasso coro' y 'Los tintos de verano', y la final con 'Er Chele Vara'. Por eso, era una de las personas que mejor le conocía y de las que más ha afectado su muerte en el día de ayer. "Como dice Mario del Valle, era odiorable. A veces lo odiabas y a veces lo amabas en el mismo segundo. Era una persona increíble. Una de esas personas que a veces deja caer la humanidad (Dios no, el destino) y es una pérdida irreparable", ha comentado a las puertas del Gran Teatro Falla esta mañana.

Sobre lo que este autor ha aportado al Carnaval, Revuelta ha asegurado que "tenemos su legado y procuraremos que no se pierda nunca". Entre las coplas que quedarán en el recuerdo, estarán las de su última chirigota, 'Er Chele Vara'. "Con su chirigota póstuma se quedó tranquilo el tío, lo soltó todo", ha expresado el director de esta agrupación, que también ha añadido que "sé perfectamente que no se sospechaba nada, pero parece que se sospechaba y dijo 'voy a soltar lo más grande' y nosotros seguiremos soltando todo lo que haya que soltar y defendiendo el legado de Juan Carlos Aragón Becerra, que creo que, aunque sea a nivel local, provincial o autonómico, es uno de los más grandes artistas, en general, que ha dado esta tierra".

Con todo, Revuelta ha querido agradecer tanto a los medios de comunicación por el trabajo realizado y el respeto a los familiares y amigos, así como al Ayuntamiento de Cádiz, y al alcalde, José María González Kichi, por las facilidades aportadas para la instalación de la capilla ardiente de Juan Carlos Aragón en el Gran Teatro Falla. "Está siendo más llevadero por toda la ayuda que estamos recibiendo", ha afirmado el director de su chirigota.