Alegría moderada

Gafas de cerca

Cádiz es una maravilla de ciudad, pequeña y coqueta. Pero precisamente esa escasez de territorio ha sido una de sus mayores enemigas. En Cádiz todo está cerca, se pierde el sentido de las distancias en cuanto te vas a otra ciudad más grande, donde ir a casa de un amigo es como su fieras del Mentidero a Chiclana. Y como en Cádiz todo está tan cercano, los gaditanos no solemos usar las gafas de lejos, nos basta una visión cercana de las cosas. Eso hace que desde lejos vean mejor las cosas que nosotros. Me resulta increíble que Cádiz no haya desarrollado una industria alrededor de su carnaval. En los años potentes de la venta de CDs había que ira a fabricarlos a Lucena, nadie pensó en montar una fabrica de los mismos en Cádiz. Ahora solo unos cuantos artesanos se han puesto las de lejos, pero poco más. Pasado el Carnaval tenemos unos cuantos macro festivales de “El Falla en…”.

En Sevilla, por ejemplo hay alguno que dura tres días de representaciones. A mi me parece fantástico que se haga todo esto fuera de nuestras fronteras, faltaría más, pero ¿por qué no se hace en Cádiz un espectáculo de “El Falla en el Falla”?. A Cádiz vienen miles de personas a alas que les gustaría ver un espectáculo de Carnaval en el templo del mismo. Y las agrupaciones sucumbimos a ofertas de otros sitios mientras que Cádiz, que es la inventora de todo esto, solo pone los ingredientes (de primera calidad) para que otros los cocinen. En la Tacita hay potencial para ser guionistas, compositores, agentes de espectáculos, arreglistas musicales, cantantes y músicos profesionales, creativos publicitarios, etc. Pero, como decían 'Los Guiris' de Juan Carlos Aragón, somos tan valientes y somos tan nobles que todos los cojones se van en un pasodoble.

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