Si en el pase de preliminares la chirigota del Sheriff 'Los del veredicto' sacaron a Ángel Gago para encarnar al mismísimo demonio, en esta primera sesión de cuartos han invitado a pisar las tablas a dos de los cuarteteros que más se echan en falta en este concurso: Manolo Morera y Carlos Mení. Tanto es así, que no tardaron en conectar con el público, completamente entregado a esta parte del popurrí de la chirigota, donde Morera hacía las veces del demonio y Mení volvió a resucitar al Trinchera, para gritar de nuevo su amor a ¡Don Antonio! (Martínez Ares).

El chirigotero Miguel Gómez así lo reconocía al acabar la actuación. "Se les echa mucho de menos en el Concurso", un certamen donde el cuarteto tiene una participación cada vez más reducida. "Y la verdad que en cuanto le dijimos que si querían venir no lo ha dudado, lo han disfrutado mucho".

Una actuación redonda que ha dejado buen sabor de boca a la chirigota. "El primer día salimos muy contentos y ahora hemos repetido esa sensación". Y es que el pasodoble al Cádiz C.F., una dura crítica a la gestión del club, ha causado sensación en el teatro. "Refleja lo que vivimos día a día, porque no criticamos tanto la situación del equipo, pues un año está muy bien y otro muy mal, es otra cosa. Los que somos cadistas sentimos que nos tocan lo nuestro". Lo suyo y lo del teatro, que rápidamente respondió cantando el "Me han dicho que el amarillo", de Manolo Santander, sirviendo uno de los momentos mágicos de la noche. 

Los cuplés también han pegado fuerte, incluso "el metido de última hora" sobre los tipos repetidos del concurso, "pues ya todo está inventado" y cuyo final también ha desatado la risa del teatro.

En cuanto al nivel de la modalidad, el chirigotero reconoce que "está muy fuerte y bonita este año y esto nos encanta".