Ángel Gago | Director de cuartetos

"Soy el Subiela de los cuartetos"

  • Empezó en  la modalidad de los dos palos en 1995 y este año cumple trece años con un cuarteto con el que defiende el estilo más clásico y difícil

Ángel Gago en uno de sus rincones favoritos de Cádiz.

Ángel Gago en uno de sus rincones favoritos de Cádiz. / Jesús Marín

Con trece años como director y alma mater de un cuarteto que ha sabido mantenerse unido, Ángel Gago se ha convertido en todo un referente de la modalidad. Uno de los nombres más esperados de un Concurso en el que ya suma 22 años, cuatro primeros premios y diez segundos. De su trayectoria y la de su cuarteto, al que se dirige como “mi familia”, nos habla desde uno de sus rincones favoritos de Cádiz, sin dejar atrás su gran sentido del humor.

–¿Por qué estamos en Isecotel?

–Porque es un lugar que me trae muchos recuerdos de mi infancia, es donde mi madre tenía la caseta de la playa, y también de mi adolescencia. Aquí he pasado muchas horas de mi vida.

–¿Cómo afronta este año su cuarteto un Concurso tan largo?

–Realmente como todos los años, porque cuando empieza el Concurso ya tenemos prácticamente todo metido, el 70 por ciento del repertorio. Y si te digo la verdad, se hace muy pesado un Concurso tan largo, así que personalmente soy de los que limitaría el número de participantes porque creo que tantos días de concurso es peor para el espectador, no sólo para nosotros. Es que desde que uno canta en preliminares, le da tiempo a sacar otro tipo nuevo porque en cuartos la gente no se va ni a acordar (bromea).

–¿Qué propone para hacer esta criba?

–Primero hablaría de cuántos días queremos de Concurso, y si lo queremos por ejemplo de quince días, pues calcularía las que entran. Para ello plantearía dos opciones, o bien realizaría una preselección aparte o bien tendría reservada plazas y el resto accedería por orden de llegada. En esta reserva incluiría a todos los semifinalistas, así como a todos los grandes autores que ya hayan mostrado sus credenciales y que tras un descanso deseen volver.

–Cuénteme cómo y cuándo empezó en esto del Carnaval.

–Mis inicios fueron en Salesianos, que nos juntamos unos cuantos a los que nos gustaba hacer el payaso. Fue con Valdés y Torrejón y sacamos ‘Inmóvil’, en la que íbamos de los muñecos de las Puertas de Tierra en el año 1995. Desde entonces he fallado dos años que trabajé en Ceuta y otro que quería descansar. Después me llamó Jaime de la Fuente y salí en ‘Échale un ojito’ a la mezcla. Y ya posteriormente con la gente de mi barrio, de San Mateo, que decidimos sacar una chirigota entre todos. Fue la época de Bocuñano, de la que mantengo muy buenos recuerdos y en la que sacamos las chirigotas de ‘El yeti’, ‘Si no valgo po melo dices’ y ‘Los holliday’. Esta última, además, llevaba música de Paco Rosado que era y es un referente en el mundo del Carnaval.

–¿Y cómo se enganchó al cuarteto?

–Después de aquellos dos años de descanso, estuve viviendo un año con el hermano de Miguel Moreno y fue cuando me ofreció la posibilidad de salir en el cuarteto. Fue en 2006, en ‘Un cuarteto con gancho’ y llamé a Chicho y desde entonces llevamos 13 años con el cuarteto. Creo que soy el Subiela de los cuartetos, no escribo ni nada, soy el director.

–Un grupo que puede presumir de ser de los más consolidados del Concurso.

–Sí, 13 años ya. Y si hay variaciones es por cuestiones de trabajo, aquí no se echa a nadie. Somos una familia.

–Ya en el Falla, ¿cómo vive esos primeros momentos en el escenario hasta que no salta la chispa con el público?

–Durante los momentos previos lo paso muy mal en el escenario, pero antes de que se suba el telón tengo una tradición que parte de la complicidad con Miguel Ángel Fuerte, que nos trata siempre con mucho cariño. Y es que desde la primera vez que salí, durante el momento en que está presentando Bablé, le doy un abrazo y un besito y ya tiro los nervios fuera. Y bueno, es verdad que se hace dura la espera hasta la primera broma para romper, pero una vez que surge la primera carcajada ya me siento muy a gusto en el escenario. También depende de si el personaje gusta.

–¿Y este año le ha ocurrido con su personaje de Manoli?

–La verdad es que sí. A mí me encanta el marujeo y Manoli es de esos personajes con los que me siento a gusto y de los que pueden decir lo que quiera sin que caiga mal. Ojo, que cuando era más joven hablaba más con el público, pero con el tiempo he aprendido a no decir cualquier cosa. No es que me ciña al guión, sino que si digo algo intento que al menos tenga gracia.

–¿Y cómo se ha visto el cuarteto en su primer ‘retiro’?

–Nosotros muy bien, muy a gusto en escena, contentos con la reacción de todo el mundo. Porque más o menos te puedes guiar por la prensa, pero tienes que hacer una media con lo que te dicen, de lo muy bueno y de lo malo y la verdad es que casi todo ha sido positivo. De hecho durante la actuación de 'Este año nos retiramos' fuimos trending topic número dos en twitter con el hashtag Gago. Siempre he soñado con ser famoso y he conseguido ser medio famoso. De joven me miraba y miraba a los grandes y quería ser como ellos, y verme hoy día con lo más granado del Carnaval, codearme con ellos de tú a tú y que te traten de igual hacen que no quepa en mí. Me siento muy orgulloso.

–Afrontáis la modalidad con el estilo clásico, más centrado en el texto rimado y con doble sentido. ¿El aficionado valora este esfuerzo?

–Sí que lo valora. Lo que pasa es que en el cuarteto, lo mismo que en las demás modalidades, hay varios estilos y maneras de entenderlo. Nosotros hemos optado por ésta y no nos ha ido mal, nos ha ido muy bien, y moriremos con las botas puestas. Nos gusta mucho la rima, y de hecho los cuartetos infantiles y juveniles van rimados, llevan este estilo. Ya en adultos, cada uno tira por un lado o por otro, y es que hay que comprender que todo evoluciona. El año pasado en la final hubo cuatro estilos diferentes, y todo esto enriquece la modalidad y es bueno.

Hay varias maneras de entender el cuarteto, varios estilos y eso enriquece la modalidad

–¿Y qué le parece el efectismo sobre las tablas? ¿Eso de amontonar tiestos para sacar la carcajada?

–Nosotros en su momento hemos utilizado mucho los puntos visuales, pero con el tiempo ya empezamos a quitar elementos y a depurar más. No creo que sea necesario por ejemplo hablar de Franco y sacar una foto de Franco. Y si va un tango o un pasodoble dedicado a alguien, sacar al personaje ya ni te cuento. Si homenajean a Antonio Martín, se lo merece, pero no entiendo que tenga que salir porque todos sabemos quién es. El Pemán es otra cosa. Yo eso lo prohibiría, no tanto el cameo humorístico, sino el sacar por sacar. Oye que si Juan Carlos o cualquier otro autor me quiere dedicar un pasodoble yo salgo, ¿eh? (ríe).

–Y en general, ¿cómo ve el estado de la modalidad? Parece que hay más cuartetos.

–Sí, pero hay bajas sensibles, no están ni el cuarteto de Los niños, ni el de Javi Aguilera. Pero bueno, Antonio Rivas y el Perrichi también traen cuartetos que seguro que llevan calidad, y si somos seis, y cuatro son buenos el porcentaje es bastante mejor. Y por supuesto Morera, que fue el primer premio el pasado año y siempre aporta calidad.

–Hablando de Morera, ¿cómo lleva eso de ser el eterno segundo premio frente a su cuarteto?

–Después de tres primeros seguidos se me fue. Ya me lo dijo el Selu, con tantos segundos de aquí a nada tengo un minuto. Morera es el autor más laureado de primeros, pero con segundos premios creo que en Cádiz no hay nadie que tenga más segundos premios que yo. Soy el primero de los segundos. Tengo alrededor de diez premios.

–¿Qué cuarteto recuerda con más cariño?

–A todos. Es como si me preguntas a cuál de mis hijos quiero más. Pero bueno, es verdad que con ‘Un cuarteto con gancho’ lo pasé muy bien por ser el primer año y por el desparpajo; el de ‘Esta boca es mía’ cuando el público sacó los móviles a los Rollings como si fuera un concierto; también disfrutamos mucho el año de ‘Los pensionistas se la dan de artistas’ y el de ‘Los auténticos micromachines’ cuando le dedicamos la parodia a los del Tangai y al salir del Falla nos aplaudieron, pero nos enfrentábamos a ‘Ser o no ser’ y estaba complicado. De ‘Robin Hood del Bosque y los demás de Ubrique’ recuerdo la parodia de la final, y en ‘Qué pena de muerte’ el primer día, que fue un pelotazo. E incluso también te mencionaría ‘Un cuarteto con historia’, pese a que no pasamos a la final, aunque creo que teníamos que haber pasado. Son momentos que no se olvidan.

De joven veía a los referentes del Carnaval y quería ser como ellos. Es un orgullo codearme con ellos de tú a tú”

–¿Y el peor?

–Pues con ‘Un cuarteto para la historia’, en la parodia que hicimos de los franceses.

–Hábleme de sus referentes en el cuarteto.

–En el terreno de la interpretación está claro que el Peña, pero me marcó mucho el Libi, porque la primera vez que salí en adultos hice del Libi. Estuve un año imitándolo. También me gustan el Mato, el Padilla, los tres de ‘Ser o no Ser’...

–¿Se ha planteado alguna vez cambiar de modalidad?

–Siempre lo digo. Si me llama el Selu lo dejo todo. Y tuve otro amago, Julio Pardo me llamó y estuvimos en negociaciones pero ya le dije que yo era muy protagonista y al menos tendría que hablar en el popurrí. Para salir en medio de todo el mundo.. no. Yo soy payaso, me gusta hacer reír y con el cuarteto, al menos de momento, estamos haciendo reír. Así que yo creo que me moriré cuartetero.

–Precisamente decía el Selu el otro día en esta misma sección que vive del Carnaval. ¿Esto le puede pasar alguna vez al cuarteto? ¿Hacéis muchos bolos?

–Ojalá. A ver, los contratos dependen del año, el pasado con el tercer premio tuvimos menos contratos; y el anterior con ‘Lo que el viento se llevó’ pues tuvimos muchos. Pero si te soy sincero, yo no valgo para eso de cantar todos los fines de semanas porque es como tener dos trabajos. Yo trabajo todos los días, me levanto muy temprano y cuando llega el fin de semana lo que quiero es hacer lo que me apetezca y estar con mis hijos. Para mí es un hobby y aunque es un extra, la verdad es que no cuento con ese dinero.

–¿Cómo lleva que uno de los autores del cuarteto, José Manuel Cossi, pueda ser un futuro concejal?

–¡Futuro alcalde! (bromea) ¡Ojalá fuera el candidato! Pero el PP no quiso romper del todo con la anterior línea. Quien me conozca sabe que soy más de izquierda de Marx o que Lenin pero yo conozco a Cossi y él sería bueno para Cádiz. Sería muy bonito que Cádiz tuviera al Kichi y a Cossi, en el gobierno y en la oposición. Porque Cossi no haría lo mismo que hace ahora el PP. De alcalde también creo que sería bueno, del mismo modo que Kichi también haría buena oposición. Y si va de alcalde, de concejal de Fiestas no lo descarto(ríe).

–¡Parece que le está haciendo campaña!

–Es que Cossi no es de derechas, es de centro, por lo menos en lo que le conozco, a menos que me lo cambien y le laven el cerebro. Hubiera preferido que estuviera en la lista del PSOE, porque en Podemos no creo (ríe).

–¿Habláis de política en los ensayos?

–A los ensayos viene poco pero con él tengo muchas horas de charla.

-¿Disfruta tanto del concurso como de la calle?

–De las dos cosas. Me gusta mucho concursar, la adrenalina que te da el antes..., pero en el después también lo paso muy bien porque mis cuartetos gustan. Si no gustaran sería otra cosa. Así que la calle me gusta igualmente, no entendería un concurso sin calle. Y la calle te da más si te han visto en el concurso.

-Por todo lo que me cuenta, de momento no se retira... ¿Hay Gago para rato no?

–Depende de Miguel, pero vamos año a año, nunca planteamos lo que va a pasar, disfrutamos el año y lo que tenga que venir vendrá. De hecho en los últimos años no sabíamos porque Miguel es profesor y estaba fuera y las circunstancias eran raras. Pero no estoy cansado. Si se decide salir, pues siempre con ellos, no cambio de grupo. ¡Para qué cambiar de familia!. A no ser que me vaya a otra modalidad, porque ahora que lo pienso, me quedan pocos años para el antifaz, tampoco voy a parar ahora (bromea).

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