Una final cargada de historia se resuelve en Maracaná

Flamengo de Brasil recibe mañana (00:45) en Río de Janeiro a Independiente de Argentina por el duelo de vuelta de la final de la Copa Sudamericana, con la misión de revertir el 2-1 adverso de la ida.

El gol anotado en el estadio del Rojo en Avellaneda y los buenos momentos de fútbol presentados durante algunos pasajes del partido mantienen la moral alta en el plantel flamenguista para dar la vuelta a la serie y de esa forma quedarse con la segunda competición continental por detrás de la Libertadores. Pero el desgaste físico de Flamengo pesa, pues es el partido 83 del equipo de Río de Janeiro en la temporada.

El entrenador de Flamengo, el colombiano Reinaldo Rueda, tiene una duda para el 11 titular: Everton, recuperado de lesión y habitual titular, o Lucas Paquetá. Por su parte, el técnico de Independiente, Ariel Holan, también tiene una duda de orden táctica: sacar un hombre del ataque e incluir en la defensa a Amorebieta para formar una línea de fondo con cinco hombres.

Flamengo necesita ganar 2-0 para quedarse con el título de la Sudamericana. Como el gol de visitante no es criterio de desempate en la final de la competición, un triunfo 1-0 del conjunto local lleva la final a una prórroga de 30 minutos.

Para Flamengo, la obtención de la Copa Sudamericana significa volver a levantar una copa internacional tras 18 años, cuando en 1999 obtuvo la ya extinta Copa Mercosur ante Palmeiras. En cambio, para Independiente ganar sería su decimoséptimo título internacional y la primera conquista de casa desde 2010, cuando precisamente se quedó con la Copa Sudamericana ante el Goias brasileño.

Flamengo e Independiente protagonizan una final continental por segunda vez. En 1995, jugaron la final de la también extinta Supercopa con triunfo para Independiente.