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El San Fernando pierde 2-0 en su visita al Cornellá

  • Los azulinos caen con goles al principio de cada periodo en un partido en el que tienen llegada pero les falta puntería

Formación del San Fernando en el encuentro frente al Cornellá.

Formación del San Fernando en el encuentro frente al Cornellá. / SAN FERNANDO CD

El San Fernando CD saborea la peor cara del fútbol con la derrota por 2-0 en el campo del Cornellá, donde los pupilos de Nacho Castro disponen de ocasiones y llegadas pero carecen de remate; todo lo contrario que el conjunto catalán, que con goles al inicio de cada periodo se queda con el premio completo.

Es bien cierto que se pueden poner mil y una excusa para la derrota cosechada, pero no es menos cierto que el Cornellá ganó con justicia en un partido donde los de Nacho Castro fueron la sombra de lo que ofrecieron hace dos semanas en casa ante el Costa Brava. De todas maneras, el resultado fue el mismo. Se crearon ocasiones de goles, se tuvo más el esférico, se domino, pero se careció de verticalidad, de remate, de crear ocasiones y de opciones de vencer.

Y es que los inicios del partido recordaron, y mucho, lo que ocurría con normalidad en los encuentros que disputaba el equipo de La Isla a principios de temporada. Las dudas, los despistes, la falta de concentración se cobraba con un gol en los inicios del encuentro y, lo que es peor, la falta de reacción.

El Cornellá se encontró rápidamente con un regalo que no desaprovechó y supo, cien por cien, leer el partido mucho mejor que los isleños, que se dedicaban a tocar y tocar, sin encontrar la manera de darle profundidad a su control.

Por contra, los catalanes eran rápidos y precisos en las contras, en pelotazos entre los dos centrales que se convertían en ocasiones de gol. El bagaje, que en un visto y no visto, antes de la media hora de juego Gonpi había provocado la cartulina amarilla para Juan Fernández (sustituto de Martí Crespí, sorprendentemente) y para Sergio Ayala, con lo que limitaba sus movimientos de espaldas.

Además, Perales tuvo que salir a los pies de Chiki en el 7’, estuvo obligado en un disparo lejano de Gil en el 23’ y tuvo que emplearse a fondo ante el omnipresente Chiki de nuevo en el 33’. El delantero del equipo verderón volvió a intentar el doblete en el 40’ en un remate de cabeza en solitario que se fue fuera por poco.

Los isleños, por su parte, apenas habían llegado tímidamente con un disparo de Juanmi Callejón en el 9’ y un intento desde lejos que no fructificó de Francis Ferrón en el 10’.

La mejor de las ocasiones la tuvo Juanmi Callejón en el 41’ en un disparo desde 40 metros que tenía marchamo de gol, pero que se fue ligeramente desviado, pero es que los locales tuvieron, en el 43’ otra nueva oportunidad a través de Gil. Con un intento de Francis Ferrón se cerró el primer acto a la espera de una reacción del equipo azulino tras el obligado parón.

Y eso que salieron bien los de Nacho Castro, conscientes de que era el todo o nada. Y fue nada. Y lo fue porque en el 57’ se volvió a tener debilidad defensiva, se volvió a ser dubitativos, se volvió a errar en una salida de balón y, el más listo de la clase anotó su segundo gol. Su insistencia le dio el premio deseado.

A partir de ese momento el guión del choque no varió. Los isleños tuvieron la pelota, no en vano los catalanes prácticamente se la regalaban, pero carecían de verticalidad, de crear ocasiones de gol, solamente todo se diluía en un quiero y no puedo que no llegaba a ningún lado. Y pudo Sergio Ayala, en posición dudosa en el 62’ acortar distancias, pero su remate de cabeza se fue fuera. Pero es que en el 75’ una nueva imprecisión de la zaga azulina, en esta ocasión de Saúl, permitió a Chiki contar con su enésima oportunidad que fue contrarrestada con una enorme intervención de Perales.

Pedro Benito revolucionó en algo el ataque azulino con su entrada y en el 85’ le sirvió en bandeja el cuero a Dopi para darle incertidumbre a lo que restaba de partido, pero el vasco no estuvo afortunado en el remate y las posibilidades quedaban en el limbo.

Y eso que no desfallecían en el intento los de Nacho Castro, que seguían dominando el partido en la zona ancha, pero seguían careciendo de encontrar ocasiones de gol. En las postrimerías, Pipo, cuando el partido se cerraba en el 90’ se internó en solitario y disparo alto y la última del partido la tuvo Bicho que en el 92 puso a prueba a Anacker que respondía con una soberbia intervención.

El acto se cerraba con una derrota, con la sensación de que los isleños se han agrandado en la posesión del partido, pero que tienen un eterno problema en la resolución de los mismos. Y lo malo que es han vuelto a aparecer las fragilidades defensivas. Habrá que arreglarlo.

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