El Cádiz apostó fuerte el pasado verano para dotar de suficiente fortaleza el centro del campo, de ahí a las incorporaciones de Navarrete, Juanma Espinosa y Mantecón. Sin embargo, después de las siete primeras jornadas de Liga un jugador que ya estaba la pasada campaña, Jon Ander Garrido, está imponiéndose al resto al ser en este tiempo el más utilizado en el centro del campo. El vasco puede por ahora con todos.

Dos pesos pesados y una promesa que recalaron en el proyecto de Antonio Calderón esta temporada no pueden por el momento con un jugador modesto como Garrido, que desde el Barakaldo dio el salto al Cádiz -vía Granada- para hacerse fuerte en la Tacita. Fue hace cerca de un año y su rendimiento ha ido convenciendo. Todo ello en una temporada de considerables cambios en la medular, con el adiós de Jorge Luque -al que, visto lo visto, hay argumentos para pensar que se le echa en falta-, Mikel Martins y Perico, la apuesta del club -entonces dirigido por Sinergy- antes de comenzar la pasada campaña, en la que se prescindió en invierno de Nafti y de Fall. El primero colgó las botas y el segundo se marchó cedido al Sigma Olomouc.

El proyecto actual es toda una prueba de fuego para Garrido. Es así porque en su camino, como competidores, le han puesto a Sergio Mantecón, procedente de un Primera como el Elche, posiblemente el jugador mejor pagado de la plantilla; a Juanma Espinosa, clave hace dos años en el ascenso del Real Jaén y que llegaba ahora de Segunda División A; y a Ignacio Navarrete, una promesa chilena que tiene experiencia internacional con su selección. Todo ello estando como quinta alternativa una perla de la cantera cadista, Galindo, quien todavía no ha tenido la oportunidad de estrenarse en la competición. Pues bien, después de siete jornadas de Liga, Garrido es el pivote más utilizado por Antonio Calderón, que le ha dado 524 minutos repartidos en seis encuentros (todos ellos como titular), en los que le han mostrado cuatro cartulinas amarillas. Por detrás se encuentra Juanma Espinosa, quien acumula 407 minutos en siete partidos (cinco saliendo desde el principio) y una tarjeta amarilla. El tercero es Mantecón, que presenta 293 minutos en seis encuentros (tres como titular) y una cartulina amarilla, aunque en su caso la mayoría de esos minutos no los ha disputado como pivote. El cuarto en la lista, a poca distancia de Mantecón, es Navarrete. El chileno ha gozado de 288 minutos en cinco partidos (tres titularidades).

Estos datos trasladados a los partidos demuestran que la dupla Garrido-Juanma Espinosa ha sido la que más veces ha repetido el técnico, que la puso en liza hasta en cuatro ocasiones (Cádiz, 2-Betis B, 0; Jaén, 1-Cádiz, 1; Marbella, 1-Cádiz, 1; y Cádiz, 1-Granada B, 1). La dupla Garrido-Navarrete ha estado junta desde el minuto 1 en dos oportunidades (UCAM Murcia, 1-Cádiz, 0; y Cádiz, 2-La Hoya Lorca, 0). Y la pareja Mantecón-Juanma Espinosa sólo ha estado una vez (Cádiz-La Roda), partido en el que Garrido se quedó en el banquillo sin jugar.

El doble pivote está caro en la presente campaña porque los cuatro jugadores a los que se refiere este reportaje han sido fijos en todas las convocatorias, salvo Navarrete en las dos primeras porque se encontraba en su país solucionando los problemas que tuvo con el visado. En teoría sólo pueden jugar dos en esa demarcación, pero Calderón se ha llevado a los cuatro siempre que los ha tenido disponibles, pues ha preferido descartar a defensas (Andrés Sánchez o Arregi), al centrocampista Galindo, al extremo Kike López y al mediapunta Kike Márquez. Precisamente Galindo sólo ha sido citado en una ocasión. Fue con motivo del Jaén-Cádiz (segunda jornada) en el que las bajas dejaron en cuadro al entrenador, que optó en hacer viajar al portuense.