El glamour y las risas se erigieron como protagonistas de la tercera jornada de preliminares en el Concurso del Falla. Los jeques árabes de Yuyu y Sánchez Reyes y las niñas pijas del cuarteto de Miguel Ángel Real llevaron la diversión al coliseo gaditano en una sesión en la que la mayoría de los grupos en liza ofrecieron un nivel más que aceptable.

Buena imagen la ofrecida por el coro de Puerto Real La pesadilla, encargado de abrir esta tercera sesión de preliminares. Tipo original y vistoso, basado en la película 'Pesadilla antes de Navidad', y buena afinación para postularse como candidato a superar el corte. La chirigota Santa María Pura, a menos respecto a su actuación en 2009, y la comparsa Cuento Chino, potente hasta rozar el exceso, precedieron al cuarteto de Miguel Real, incógnita del día tras sorprender el pasado año con Sin previo aviso, los del paraíso. ¿Qué hacemos con el pavo? no defraudó y tiró de tablas para ganarse al Falla. De menos a más en letras y geniales en interpretación, demostraron que la modalidad de cuartetos ya no es sólo un duelo Gago-Morera, Morera-Gago.

Más risas antes del descanso. Los emires por donde lo mire de Yuyu y Sánchez Reyes no necesitaron tirar de petrodólares para convencer al Falla. Su completo repertorio, lleno de buenos golpes de humor, fue más que suficiente. Como cada año aspiran a todo en el Concurso y es de esperar que vayan un pasito más allá en pasodobles y cuplés en próximas rondas, cuando la exigencia ya sea máxima. Con ellos, y entre una lluvia de petrodólares, acabó la primera parte de la sesión.

Leve descenso en el nivel de las coplas tras el descanso, sin llegar a tocar fondo. Agradó la comparsa chiclanera Los rompecorazones, al igual que la chirigota Las supernonys, con su fuerte en pasodobles y cuplés. En su línea de años anteriores estuvo la comparsa cordobesa Los malaventurados, que hizo gala de un magnífico conjunto de voces, a la altura de los mejores. No tanto en letra.

Para concluir, la floja chirigota Pues ahora, los reberde por cojone y la comparsa Los salvapatrias, que demostró buen conjunto aunque sufrió la frialdad de un teatro ya casi vacío. Con su actuación, prácticamente en familia, acabó una sesión que sin llegar a despuntar fue buena en líneas generales y dejó pinceladas de auténtico lujo.