Septiembre está llegando a su fin y todavía a algunos les cuesta adaptarse a la rutina. Atrás han quedado los días infinitos de playas, juegos de pelota, surf, diversión en la arena, parques y atardeceres mágicos sin la necesidad de tener que mirar el reloj. La vuelta al cole y al trabajo hace que estemos más tiempo sentados y esto puede perjudicar nuestra salud. Para evitar problemas a largo plazo te recomendamos una ruta sencilla y que le gustará mucho a los más pequeños después de clase. 

En esta ocasión nos desplazamos hasta el sendero de Carboneros, un lugar ideal para disfrutar de los encantos del Parque Natural Bahía de Cádiz. En este entorno de marismas los más pequeños podrán ver las diferentes especies que habitan en este sendero como, por ejemplo, los flamencos. Es una ruta fácil, sencilla y con gran atractivo que puede realizarse a pie y en bicicleta. 

Cuenta con algo más de dos kilómetros y se desarrolla por uno de los parajes más singulares de Chiclana: su marisma. Para llegar hasta este enclave tendrás que dirigirte por la carretera de La Barrosa (CA-2134) dirección Sancti Petri, a la derecha de la urbanización de Las Mogarizas. Aquí podrás aparcar el coche y comenzar tu ruta a pie. 

El inicio del sendero de Carboneros es un camino en línea recta entre pinos hasta la casa salinera. Posteriormente podrás girar a la derecha y bordear la salina para adentrarte en este maravilloso enclave. Pasarás muy cerca del canal que lleva el mismo nombre hasta que el sendero te conduzca hasta la urbanización Los Gallos. 

A medida que avanzamos por la ruta encontraremos el caño de Carboneros a nuestra derecha, el cual está alimentado por el de Sancti Petri. Mientras que a la izquierda queda el antiguo estero de la salina, sin duda alguna, uno de los lugares favoritos de los ornitólogos donde recomendamos descansar y observar aves como flamencos o cigüeñas, entre otros. También es muy divertido pasear mientras observas cómo miles de cangrejos van escondiéndose a la vez que vas caminando cerca de ellos.