Muchos encuentran placer en adentrarse en la naturaleza y descubrir parajes de ensueño donde perderse. Encontrarse a uno mismo no es tarea fácil y es por eso por lo que algunos deciden conectar con la naturaleza para superar sus límites. 

El último fin de semana de octubre trae consigo unos días de misterios propios de Halloween. Mientras algunos disfrutan con las diferentes propuestas de ocio de los municipios de Cádiz, otros prefieren salirse del bullicio y descubrir parajes increíbles que le aporten esa dosis de adrenalina que necesitan en su día a día. 

La provincia de Cádiz cuenta con lugares maravillosos y paradisíacos, pero también tiene rincones muy misteriosos dignos de ser descubiertos. Esto es lo que sucede en Barbate, donde se encuentra una de las ermitas visigodas de la provincia de Cádiz. Este enclave, llamado ermita de San Ambrosio, fue construido sobre una villa romana de la que todavía se pueden apreciar algunos restos de columnas y fustes. Se encuentra rodeada de una extensa vegetación, en ruinas y en un paraje natural único de Barbate. 

Un halo de belleza y misterio envuelve el entorno donde se encuentra la ermita de San Ambrosio, en Barbate. Posee una única nave dividida en tramos por medio de cuatro arcos apuntados, aunque se ha perdido gran parte de su estructura. Consta de una nave con columnas adosadas, atrio y capilla adosada. Yace sobre una villa romana donde hay también restos de una necrópolis. Según informa la web del Ayuntamiento de Barbate, esta ermita fue restaurada en el año 2004, momento en el que fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC). En la actualidad, este edificio histórico es propiedad de la Diócesis de Cádiz y Ceuta. 

Para llegar a la ermita de San Ambrosio tendrás que dirigirte por el kilómetro 10 de la CA-218 (Vejer-Barbate). Actualmente este lugar se encuentra en estado de abandono y de deterioro a pesar de que en 2004 se llevaran a cabo labores de restauración. De aquellos trabajos solo se pudo adecentar la zona y realizar trabajos arqueológicos.