El arco histórico que te conducirá a la Cádiz medieval
La capital gaditana cuenta con un pasado histórico muy atractivo para los visitantes
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Si has paseado alguna vez por el casco histórico de Cádiz seguramente habrás cruzado por alguno de los arcos medievales que se encuentran en el barrio de El Pópulo. La ciudad de Cádiz cuenta con más de 3.000 años de historia, por lo que es considerada la más antigua de Occidente y este barrio uno de los más antiguos. El Pópulo es el núcleo medieval de la ciudad y también un referente turístico de la ciudad.
A pesar de su pequeño tamaño, de poco más de un kilómetro cuadrado de extensión, el barrio más antiguo de Europa es una de las zonas que mayor cantidad de monumentos concentra. Por ejemplo, junto a él podrás encontrar lugares emblemáticos como la Catedral de Cádiz, desde la cual podrás cruzar otro de los arcos medievales que da acceso al Pópulo. También se encuentra el Teatro Romano de Cádiz, que data del siglo I a.C. y es uno de los teatros romanos más grandes que se conocen, por lo que demuestra la grandeza de esta ciudad. Su visita es imprescindible, al igual que la Catedral, para descubrir el subsuelo de Cádiz.
Gracias a este tweet queremos recordar que Cádiz era una ciudad medieval y como herencia de ese pasado queda el Arco de la Rosa, una de las tres puertas de ese pasado. Según Turismo Cádiz, "su nombre deriva de la pequeña ermita dedicada a la Virgen de la Rosa, que se había erigido sobre ella". Siguiendo con estas mismas informaciones, "frente al arco se había abierto una pequeña plaza, denominada "de las mesas", en la que se montaba la horca y que desapareció a finales del siglo XX, cuando se configuró la actual plaza de la Catedral".
Según Guía de Cádiz, el arco está situado en la calle que da salida a la plaza donde está ubicada la Catedral. Era la segunda puerta de acceso a la ciudad, unida a las otras dos por medio de la muralla que la protegía. Fuera de ésta sólo había campo con plantaciones dando lugar al arrabal de Santiago donde se reunían los pescadores.
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