El desarrollo de la competición va determinando el límite de cada equipo. En el caso del Cádiz CF, su meteórico arranque genera expectativas tan altas como su primer puesto en la clasificación. La duda que se irá resolviendo con el tiempo es cuál es su techo.

En el vestuario reina la alegría por la secuencia irrefrenable de victorias. Pero nada de relajación, el peor enemigo posible. Cuerpo técnico y jugadores son conscientes de que cada paso debe estar acompañado de una sobredosis de humildad, siempre con el máximo esfuerzo.

Pero también hay espacio para la ambición. El equipo no se conforma con lo que ha hecho hasta ahora, que no es poco, y quiere más. Mucho más. De momento rompe barreras y es el equipo con la puntuación más elevada (31) en 12 jornadas de Liga en la historia de Segunda División, igualado con el Hércules y el Mérida, que alcanzaron la misma cota hace ya más de un par de décadas.

El reto es ganar cada partido. El pasado viernes fue ante Las Palmas. Ahora toca frente el Albacete. Con nueve capítulos aún por delante hasta el cierre de la primera vuelta, el conjunto de Álvaro Cervera está en una situación inmejorable para conseguir su cifra más alta de puntos obtenida en el ecuador del campeonato, fijada en los 39 que acreditó en la temporada 2017/18, cuando residía en la segunda plaza. Tanto en la 2016/17 como en la 2018/19 disponía de 33.

Con sumar un tercio de los puntos que quedan por disputar hasta llegar a la mitad de campaña (nueve de 27) será suficiente para que los amarillos establezcan una nueva marca. En ese supuesto acabarían la primera vuelta con 40 puntos, su pico más elevado.

La realidad sitúa al Cádiz CF es un escenario ideal para ir más allá de los 40 cuando se cumpla el 50 por ciento del torneo. La recta final de la primera vuelta depara un calendario con cuatro partidos en el estadio Carranza y cinco a domicilio.

La escuadra de Cervera visita al Albacete (jornada 13ª), Rayo Vallecano (15ª), Tenerife (16ª), Fuenlabrada (18ª) y Oviedo (20ª), y debe recibir al Sporting de Gijón (14ª), Lugo (17ª), Elche (19ª) y Numancia (21ª).

Con ganar los cuatro compromisos de casa le bastaría para superar los 40 puntos a mitad de temporada. En ese caso serían 43, aunque el Cádiz se muestra igual de fiable como anfitrión que de viajero. Está en condiciones de progresar en cualquier campo si es capaz de mantener la regularidad.

El firme recorrido de los amarillos en el tramo inicial del ejercicio 2019/20 abre la posibilidad de que el equipo gaditano arribe al ecuador con una considerable cantidad de puntos e instalado en el liderato que ocupa en nueve de las 12 jornadas. Desde el comienzo vive en posición de ascenso directo (otras tres jornadas estuvo en la segunda posición).

El trayecto hasta la fecha roza la perfección. La comparación con los tres años anteriores (tras el regreso a la categoría de plata), apoyada en números, lo refleja con meridiana claridad.

El Cádiz llevaba 14 puntos en el 12º episodio de las campañas 2016/17, 2017/18 y 2018/19. Ahora tiene 31, más del doble que en cada una de las tres andaduras anteriores. Es también más goleador. Presenta una tarjeta de 20 tantos frente a los 13 del año pasado, los siete de hace dos y los 12 de su primer curso tras abandonar la Segunda B. Y también recibe menos goles: nueve ahora y 12, 10 y 14 en la 12ª jornada de las campañas precedentes.

El conjunto amarillo ha dado un gigantesco paso al frente y a día de hoy, a la espera de lo que suceda en el futuro no muy lejano, emite señales que invitan a pensar en que puede pelear por el ascenso a Primera División.