Pocos podían imaginar que el principal adversario del Cádiz CF en su regreso a Primera División iba a ser el árbitro. Si ya es difícil para un modesto recién llegado a élite enfrentarse a rivales de calado, aún más si los errores de los colegiados se acumulan en sólo cinco jornadas.

Cada punto que suma el equipo amarillo es oro puro en su permanente batalla que libra por la salvación desde el primer minuto de la temporada. Y cada punto que deja de anotarse por decisiones arbitrales injustas es un obstáculo en el camino.

El Cádiz CF lleva siete puntos pese a la losa que supone el cúmulo de errores de los árbitros. El equipo ocupa la novena posición, aunque su puesto en la clasificación podría ser muy superior en el caso de haber recibido justicia sobre el terreno de juego.

¿Cuál sería el lugar del Cádiz CF en la tabla clasificatoria sin los árbitros no se hubiesen equivocado? Las matemáticas no mienten. Al conjunto entrenado por Álvaro Cervera le han impedido sumar tres puntos más tras los fallos de los colegiados.

En la jornada inaugural, los gaditanos perdieron 0-2 con toda justicia frente al Osasuna. Nada que objetar. Los amarillos cometieron errores que los navarros supieron aprovechar.

En el segundo capítulo, el Cádiz CF se impuso con claridad (0-2) en el terreno del Huesca e incluso el VAR actuó con corrección al no dar validez a un gol de los cuadro aragonés por fuera de juego.

Los problemas llegaron a partir de la tercera jornada. Fue entonces cuando empezó la cadena de errores. En el duelo en casa ante el Sevilla, David Medié Jiménez no pitó una clara falta sobre Lozano que dio origen al segundo gol del Sevilla en el minuto 89 que deshizo el empate a uno que imperaba en el marcador. El error del árbitro privó al Cádiz CF de un punto.

En el cuarto partido, Pablo González Fuertes expulsó de manera justa a Akapo en San Mamés pero después echó a Negredo y dejó al Cádiz CF con nueve. Ganó 0-1 el equipo amarillo al Athletic de Bilbao, pero el colegiado estuvo a un paso de echar por tierra todo el trabajo desplegado por los visitantes.

Y en la quinta jornada, en el duelo entre el Cádiz CF y el Granada, el penalti clamoroso que Javier Alberola Rojas no señaló tras el clarísimo derribo de Foulquier a Alberto Perea dentro del área en la recta final de un partido que acabó con empate a uno. Al no pitar la pena máxima, los amarillos perdieron la opción de sumar los tres puntos y sólo se quedaron con uno.

Tres son los puntos perdidos por el Cádiz CF por lo errores arbitrales: uno frente al Sevilla y dos ante el Granada. Si se hubiese hecho justicia, el equipo amarillo llevaría 10 puntos y comandaría la clasificación con el Real Madrid, que atesora la misma cuenta.

El conjunto de Zinedine Zidane, próximo rival de los gaditanos, lidera la tabla con 10 puntos, los mismos que tendría el Cádiz CF, que ocuparía la segunda plaza, en puesto de Champions. El equipo blanco presenta un balance goleador positivo (más cuatro) y los amarillos tendrían un saldo favorable de dos si las decisiones de los árbitros hubiesen sido correctas.