Dicen que la paciencia no tiene precio, aunque mucha gente pagaría por disfrutar de ella. Y tal vez por este motivo es considerada como una gran virtud. Tanto Roberto Suárez como Aarón Bueno han demostrado tenerla y ayer, en la sala de prensa del Ramón de Carranza, el director deportivo del Cádiz y el ex jugador del Ceuta sellaron con un apretón de manos el acuerdo que une a ambas partes para, al menos, las dos próximas temporadas.

También hablar claro tiene su valor. Y ayer tanto Suárez como Bueno lo hicieron ante los micrófonos. El asturiano presentó al catalán ilusionado. Sabe lo que puede dar y optó por hacerlo saber a todos los aficionados amarillos: "Lleva unos días con nosotros y era otra de las prioridades de la secretaría técnica. Se trata de un extremo izquierdo que procede del Ceuta y que se ha formado en los escalafones inferiores del Barcelona. Es veloz, tiene un gran desborde y pisa mucho el área rival. Sus quince goles y sus diez asistencias de la pasada temporada hablan por sí solos. Ahora mismo es uno de los mejores extremos del panorama español y la verdad es que es una alegría tenerle aquí. Los dos hemos tenido paciencia y hay que agradecerle que haya aceptado este reto".

El sexto fichaje del verano cumplió con el tópico de decir que el Cádiz no merece, "por historia y por afición", estar en Segunda B, pero antes fue sincero, muy sincero. "Debo agradecer al club la paciencia que ha tenido conmigo. Mi prioridad era jugar en Segunda División A y tenía opciones de hacerlo. Ellos han aguantado y, de Segunda B, la del Cádiz era, sin duda, la mejor opción para mis aspiraciones. Es un equipo que viene de Segunda A, con repercusión a nivel nacional, y esto es muy importante. Todo el mundo sabe quién es el Cádiz y eso motiva a un jugador. Ya estoy aquí. Y he venido para ayudar al ascenso, que es lo que merece este equipo. El objetivo es subir sí o sí, todos los jugadores debemos mentalizarnos de esto", explicó Aarón Bueno antes de enfundarse la elástica amarillo sobre el verde del Ramón de Carranza.

Aarón lleva desde el jueves en Cádiz. Y desde entonces mucho ha leído y oído sobre sí mismo. El catalán quiso aprovechar su presentación para matizar algunas cosas. "Se ha hablado más de la cuenta", escupió. "A mi padre le dio un derrame cerebral a finales de abril y la competición acabó a principios de mayo. El Ceuta me quiso renovar y yo quise esperar a ver cómo evolucionaba mi padre. Evolucionó bien, en casa tiene a mi madre y a mis hermanas, y entonces yo empecé a pensar en mi futuro. Y mi elección final ha sido el Cádiz", explicó.

Y como últimamente hablar de Aarón es hacerlo de su hermano Nakor, delantero del Poli Ejido, pues el extremo fue sincero: "Hombre, si viniera, mejor. Me gustaría jugar con él antes de que acabe su carrera".

También Roberto Suárez habló del posible séptimo refuerzo: "Estamos incorporando nuestras primeras opciones. Y él lo es. Pero vamos a ver qué pasa...".