La sesión preparatoria de ayer estuvo marcada por el susto que dio Dieguito, que se llevó un golpe involuntario de Aranda a la altura de una rodilla que le provocó heridas leves como consecuencia de los tacos de aluminio del lateral derecho. Todo ello bajo un fuerte aguacero que acompañó al plantel a lo largo del trabajo.

Sobre el campo número 1 de El Rosal, la acción comprometida del entrenamiento tuvo como protagonistas a Aranda y Dieguito. En un avance del puertorrealeño, el lateral se lanzó a los pies para arrebatarle el balón con la mala fortuna de que su velocidad al lanzarse al césped aumentó como consecuencia del terreno de juego mojado y los tacos de una de sus botas dieron contra una rodilla del extremo. Dieguito, que mostraba claros signos de dolor, se vio obligado a dejar el trabajo antes del final y se retiró a la zona de vestuarios.

La primera inspección sobre el jugador confirmó que las secuelas son las leves heridas por el golpeo de los tacos. No hay motivos para pensar en que pueda peligrar su participación en el choque de mañana, aunque todo dependerá del estado con el que amanezca hoy la zona dañada.

Dieguito salió recientemente de una dolencia que le ha tenido en la enfermería algunas semanas, pero una vez recuperado parece que le ganará la partida a Toti para jugar de inicio en el ala izquierda del equipo. El jugador formado en las canteras de La Salle PR y el Cádiz, restaba ayer importancia a lo sucedido. "Ha sido un poco de mala suerte que me pase en la semana en la que puedo jugar. Ha sido en un ejercicio de ataque contra defensa cuando levanté la pelota y Aranda me alcanzó con los tacos y me ha hecho varias heridas. No tiene importancia y sé que Aranda no ha ido con mala fe", concluía.