Ocurrió lo que se esperaba, aunque no sucedió como se esperaba. La cúpula deportiva del Cádiz dio en la mañana de ayer un paso al frente al anunciar la ampliación de contrato de Álvaro Cervera, cuyo vínculo con la entidad finalizaba el próximo 30 de junio. El nuevo compromiso une a ambas partes hasta el 30 de junio de 2020, lo que quiere decir que los dirigentes responsables de la parcela deportiva creen en el técnico para liderar un proyecto a largo plazo. Si Cervera cumple este nuevo contrato, estará como inquilino del banquillo cadista algo más de cuatro años.

La rueda de prensa previa al encuentro de esta tarde se trasladó en la mañana de ayer de las instalaciones de El Rosal al Ramón de Carranza, lo que ya resultó llamativo. Los medios de comunicación estaban citados en la sala de prensa del estadio a la una, pero la comparecencia de prensa se retrasó 25 minutos. Cuando la puerta sobre la que se clavaron más miradas se abrió, atravesaron la misma Cervera, Quique Pina y Juan Carlos Cordero, lo que certificaba que algo distinto estaba al caer. Así fue como Pina hizo de maestro de ceremonias para dirigir su intervención, la del entrenador y la del director deportivo.

El consejero delegado cadista dio a conocer el acuerdo de renovación por el que el preparador del conjunto cadista alarga su vínculo dos temporadas más al margen de la actual. "Ha sido muy sencillo", dijo el murciano para desvelar el talante favorable de Cervera. Lo hizo todo ayer muy al 'estilo Pina', marcando los tiempos y exponiendo los motivos que tanto a él como a su mano derecha, Juan Carlos Cordero, les han llevado al acuerdo.

Hay un aspecto más que llamativo en esta ampliación de contrato. Pina y Cordero llevan cerca de dos décadas trabajando juntos en diferentes clubes y nunca antes se había producido una operación de este calibre en mitad de un curso liguero. Es decir, hasta ayer todas las ampliaciones de contrato de entrenadores las habían llevado a cabo una vez acabada la campaña. En el Ciudad de Murcia y en el Granada siempre se actuó de la misma manera. Ahora se ha entendido de otra forma, si bien no cabe duda que de fondo hay mucho de golpe de efecto, de mensaje de máxima confianza sobre la figura del entrenador y de otro mensaje, más delicado, hacia esa parte del vestuario que pueda tener dudas. No hay que olvidar que juegan once y se visten de corto 18 en una plantilla de 25 futbolistas, lo que quiere decir que existe un pequeño sector que es difícil que esté contento con su papel.

La ampliación de contrato de Cervera también ha sido una prueba más de la fortaleza que sigue tomando Pina sobre otros estamentos de la entidad. De hecho Manuel Vizcaíno, el presidente, no tuvo sitio en la comparecencia porque no estaba. Tampoco es lógico en un club normal que sucedan estas cosas, si bien ahí radica el secreto: ahora mismo el Cádiz no es un club normal por el enfrentamiento entre el presidente y el consejero delegado.

La ampliación de contrato de Cervera trae de la mano la continuidad de su equipo de trabajo, de la gente de máxima confianza del técnico, como es el caso de Roberto Perera, el segundo entrenador, que ayer estuvo en la sala de prensa apoyando y disfrutando del momento de su amigo y jefe.

La 'era Cervera' continúa fuerte, un poco más desde ayer, porque el técnico dispondrá aún de más tiempo para seguir haciendo camino al andar.